1.350.000 hectáreas afectadas por las lluvias en cuatro departamentos

Maíz y soja amenazados

  • Caminos intransitables y cunetas con poco escurrimiento por las malezas.
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De la redacción de El Litoral

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El Sistema de Estimaciones Agrícolas del Centro-Norte de la provincia de Santa Fe reseñó los efectos de las lluvias que se concentraron los días 24 y 25 de febrero en los departamentos Castellanos, Garay, Las Colonias y La Capital.

El fenómeno produjo “registros cercanos a los 400 milímetros”. Como ejemplo apunta que en Bauer y Siguel (Castellanos) se llegaron a acumular 380 mm.

Hubo “valores inferiores que fluctuaron entre 100 y 250 mm en el resto de los departamentos enunciados”. El licenciado en Edafología Rubén Walter, director del SEA, advirtió que luego de ese fenómeno se sumaron otros 70 mm promedio en el área de referencia. Y adelantó que -de no mediar cambios en el pronóstico- habrá más lluvias hasta el miércoles próximo.

El informe apuntó que el área de cobertura del evento fue de 1.350.000 hectáreas aproximadamente, con mayor incidencia e impacto en 315.000 ha donde los sistemas productivos están afectados en diferentes grados (encharcamiento, anegamiento).

“El volumen de agua con escurrimiento superficial, con dirección oeste este, en la cuenca media baja del río Salado, lentamente se desplaza, con consecuencias en los sistemas productivos presentes en dicha área. Los cultivos implantados de la campaña 2014/2015 presentan una afectación que deberá ser monitoreada con el transcurso del tiempo”. Walter apuntó que a los dos días mencionados en el último informe, se sumaron más lluvias ayer en la cuenca del Cululú y el oeste de los departamentos Castellanos y Las Colonias, con picos de 80 mm y mayor afectación en localidades como Santa Clara de Saguier, San José, Susana y Aurelia.

Granos

“Queda agua en los potreros; los caminos están intransitables y las cunetas anegadas. El sistema ganadero y los tambos son los más complicados y están afectados la soja y los maíces implantados”, sintetizó el licenciado Walter.

Respecto del maíz de primera señaló que “esperaremos más de una semana para reanudar la cosecha” y apuntó que el exceso pluvial “viene en detrimento de calidad de grano” por el riesgo de aparición de hongos en la espiga.

“En la soja, el problema es la aparición de enfermedades de podredumbre de tallo”, explicó el especialista. Apuntó que “la soja de primera estaba en el último período de llenado de grano antes de madurar” y “las aplicaciones para controlar” las amenazas no se pudieron hacer con los “mosquitos” (máquinas de fumigación en tierra) por lo que se escurrió a la fumigación aérea.

Añadió que el agua cubriendo buena parte de los tallos en la soja expone a la muerte de la planta, con lo que los granos no evolucionarían. A manera de ejemplo, detalló que el rinde esperado de 30 quintales por hectárea podría bajar a 25.

En cuanto al resto de los distritos que habitualmente cubre el informe del SEA, Walter apuntó que hacia el sur, en los departamentos San Martín y San Jerónimo, no se observan problemas mayores más allá del exceso de humedad.

Maíz y soja amenazados

Escurrimiento

Walter apuntó que habrá “de 8 a 10 días de escurrimiento”. A las lluvias de los días 24 y 25 se sumaron las de ayer y antes de ayer. Y a ello se añade el desagüe desde territorio cordobés.

“La próxima cosecha es a fin de marzo para las primeras sojas; lo que vamos a ver son camiones parados al lado de las caminos y tolvas acercando” la producción. O bien “silobolsa para guardar hasta que se pueda salir”.

Hay mucha maleza en las cunetas alrededor de los lotes y al costado de los caminos rurales, lo que ralentiza el escurrimiento y obliga a mayores tareas para regularizar el escenario productivo de aquí en adelante.

El dato

Tambos

Como si no tuviera suficiente con la baja de precios internacionales y el conflicto con las usinas por los precios, el sector tambero es el más afectado por las lluvias. Rubén Walter. Explicó que “las pasturas, la alfalfa sufren muchísimo; se mueren las plantas por asfixia” en los campos anegados. “A mitad de marzo y abril se debería sembrar alfalfa para tenerlas a fin de año; eso viene complicado. La siembra se va a diferir; vamos a tener una menor ventana óptima de siembra; lo que se implante se puede complicar con heladas tempranas”.