tras el temporal // El pico llegaría entre hoy y mañana

Por la crecida del Salado hay 20 familias evacuadas

Son del barrio La Vieja Tablada. Desde el martes están ubicadas a la vera de la avenida Teniente Loza y en las ruinas del ex Frigorífico Municipal. La Municipalidad las asiste con agua y comida.

3_A_DSC_0982.jpg

Amasando solidaridad. El Rancho Esperanza de Enrique Ríos está prácticamente cubierto por el agua de la creciente del Salado. El hombre colabora con el resto de los evacuados pero se está quedando sin provisiones. FotoS: Flavio Raina

 

Salomé Crespo

[email protected]

Twitter @salomecrespok

Con apenas 4 años Celina cuenta asombrada que adentro de su casa vio peces. A pesar de que su padre, Enrique Ríos, le tiene encomendada la vivienda al Gauchito Gil -hay cintas rojas hasta en los árboles y un firme santuario-, el agua del Salado le llegó el martes.

Los Ríos, como otras 20 familias del barrio La Vieja Tablada, buscaron terreno firme y seco a la vera del extremo oeste de la avenida Teniente Loza y en el edificio abandonado del ex Frigorífico Municipal. La situación es de extrema precariedad y alto riesgo, por el posible contagio de enfermedades como leptospirosis, ya que la mayoría de las familias está conviviendo con los animales que crían.

Según estimaciones del Ministerio de Aguas de la provincia, el pico de crecida del río llegaría entre hoy y mañana, y marcaría entre 6,30 y 6,45 metros. Esta mañana registró 6,32 metros, a la altura de Ruta 70 en Recreo.

Con esa altura sacó a los pobladores de La Vieja Tablada que viven por fuera del anillo defensivo. Enrique colabora con sus “vecinos” con torta fritas, pero ya se está quedando sin provisiones. “Necesitaría harina, leche y ropa seca para los chicos”, precisó.

Dentro del edificio del ex Frigorífico Municipal hay unas 10 familias. En su mayoría son niños, algunos de los cuales tienen fiebre y picaduras de insectos. En las ruinosas habitaciones están mezclados los colchones y las frazadas con los patos y las gallinas. Los chanchos están en otra. También se ven ejércitos de hormigas, mosquitos y perros famélicos. Los que sobreviven pululan como zombis sarnosos. El olor a podrido se mezcla con el del excremento de los animales.

“Yo no puedo ir al poli (por el polideportivo de La Tablada) porque no puedo llevar mis animales, vivo de eso. Necesitamos colchones, ropa y pañales”, explicó Mirta González, que se evacuó en el ex frigorífico con sus hijos y nietos.

Cuando El Litoral recorrió la zona había un equipo de cuatro enfermeras y una asistente social de la provincia relevando el estado sanitario de las familias autoevacuadas. Repartieron dosis de ibuprofeno, la preventiva de leptospirosis y pastillas potabilizadoras. “La situación es de riesgo extremo por la convivencia con los animales que son transmisores de la leptospirosis”, consideró Silvina Volcato, la asistente social.

Ayuda oficial

Ante la negativa de las familias de trasladarse al centro de evacuados del polideportivo de La Tablada, la Municipalidad asiste a las familias en el lugar. Según precisaron esta mañana, están llevando adelante un operativo sanitario, además de entregarles agua y comida. De todas maneras, “no es el lugar indicado para permanecer, sobre todo los niños”, indicó Andrea Valsagna, secretaria de Comunicación Municipal.

HISTORIAS

3_B_DSC_1021.jpg

Riesgo extremo. El panorama en el edificio del ex Frigorífico Municipal, en el extremo oeste de la Av. Tte. Loza, es tétrico. Hay animales muertos, excremento y basura acumulada. Las familias consideran que permanecerán ahí unos 20 días.

3_B_DSC_1092.jpg

Animales. Al ex frigorífico se mudaron con los animales que crían. Así como hay domésticos, también hay hormigas y vieron serpientes.

3_B_DSC_1145.jpg

Atención de la salud. Un grupo de profesionales del Ministerio de Salud recorrió el ex Frigorífico Municipal y visitó a las familias autoevacuadas. Repartió pastillas potabilizadoras, ibuprofeno y dosis contra leptospirosis.

3_B_DSC_1146.jpg

Niños y adultos. Los autoevacuados se instalaron a la vera de la avenida Tte. Loza. Si bien la Municipalidad les ofreció trasladarlos al polideportivo de La Tablada, se negaron para no abandonar sus pertenencias.