Impacto en la actividad tambera

El legado destructivo del agua

  • Los tambos son una de las actividades productivas más castigadas por los excesos hídricos en la franja central de Santa Fe. El daño a corto y largo plazo se refleja en los índices productivos, de manejo y estructura. Se teme por el cierre de más establecimientos.
El legado destructivo del agua

Con las botas puestas. Andrés Hammerly recibió a Campolitoral en su tambo de San Carlos y detalló las dificultades que ocasionó el paso del agua.

Fotos:Campolitoral

 

Federico Aguer

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Andrés Hammerly trabaja desde hace 20 años el tambo en el establecimiento “Los Naranjos” en San Carlos Sud. Son unas 70 hectáreas que sobreviven en la actividad por la férrea decisión de este hombre que prometió continuar con el legado de su padre, aunque desde 2007 a esta parte, la realidad lo está obligando a replantear su promesa.

Si bien no está dentro de la zona más castigada por el agua, el tambo de Hammerly fue duramente golpeado por los excesos hídricos. El hombre, acostumbrado a estos menesteres, supo amortiguar el impacto del agua implementando una serie de medidas estructurales y de manejo: con una niveladora propia pudo corregir el camino por donde escurrió mejor el agua, y apuró el consumo de reservas para tratar de mantener el estado corporal de sus vacas.

“Nuestra merma productiva es del orden del 20 %, pero hay productores que tuvieron una caída mayor”, le cuenta a Campolitoral. Para Hammerly las pérdidas no se dan solo en lo inmediato, sino también en el largo plazo, y llevará mucho tiempo recomponer la estructura productiva. “Aceleramos el secado; anticipamos el consumo de las reservas (en invierno veremos); y a nivel sanitario no escapamos a los típicos problemas podales y de mastitis. Además, las vacas en preparto sufren caídas, retenciones y edemas”, se lamenta. Otro costo que se dispara es el balanceado (expeller de soja, afrechillo de trigo y núcleos) para mantener la producción. A nivel reproductivo, toda la cadena se retrasa: las vacas no muestran celo.

Para este tambero, el tema del agua ya dejó de ser algo excepcional, es que en 2003, 2007, 2014 y ahora, el agua lo “cacheteó” duramente. Son 40 años de selección genética dentro del campo que lo convencen de seguir adelante, aunque muchos vecinos hayan “colgado los botines”. para siempre. “Hace 10 años había más de 10 tambos en 5 km. a la redonda, hoy solo quedan dos”, dice con resignación.

Santa María

Un poco más al noroeste, en Santa María Norte, la situación es realmente grave. “Sobre todo porque se repiten ciclos que antes se daban cada 50 años ahora los tenemos anualmente”, le dice a Campolitoral el tambero Mario Neffen. Imposibilitado todavía hoy de entrar al campo, destaca que la tormenta perfecta para estos tambos se da por un grado de endeudamiento muy grande de todos los productores, quienes además están desfianciados. “Además, las obras de infraestructura que debían hacerse tampoco se hicieron”, destaca.

“Puntualmente en mi localidad nos hemos reunido en dos oportunidades con la comuna, donde ya se anticipó lo que iba a pasar. Una de las obras fue negada (una canalización sobre la Ruta 10) que era muy sencilla y de bajo costo. Dicha obra derivaría el agua para la Cañada del Sauce. Otra canalización -que si bien se inició- va muy lenta, y hace que se nos acumule agua de Pilar y otros distritos”, agrega.

Para Neffen, lo más lamentable es que en ese lugar son 7.800 hectáreas que tiene la colonia y que van a quedar improductivas, con una virtual huida de productores de la actividad, “porque no creo que pueda quedar alguien con la capacidad financiera para soportarlo”.

Neffen cita un informe de la Sociedad Rural de Las Colonias, que destaca que la zona comprendida entre las Rutas 10; 6, 70 y la 19 contiene a unos 400 productores comprometidos. “Hemos seguido las indicaciones de INTA, tratando de suplantar la alfalfa con soja, el maíz con sorgo, ya que son especies más resistentes, pero ante la réplica de estos fenómenos no hay cultivo que resista. Al subsidio todavía no lo ví, creo que no llega a los productores que más lo necesitan. Los productores de menor volumen tienden a desaparecer, por lo que un subsidio de estas características no es una solución”, criticó con resignación.

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Ponerse de acuerdo

En la zona de Colonia Cello, un poco más al oeste, la situación es catastrófica. Desde 2007 y antes, los campos y caminos sufren de manera sistemática el inclemente castigo del agua. “A los caminos los debe reparar la comuna y a los canales el Comité de Cuenca, pero eso no es siempre así”, dice Mauricio Bonino, productor agropecuario de la zona, quien además sugirió cierta falta de unidad a la hora de ponerse de acuerdo para resolver esta problemática.

Un grupo de productores viene reuniéndose con las autoridades comunales por el tema, pero según dijeron, el tema de la tasa por hectárea debería tener una contraprestación mayor. “Es casi como una burla”, sostuvo en ese sentido, agregando que esa comuna es la única de la zona que no posee una motoniveladora, y que la escasa maquinaria que dispone es obsoleta.

Para Bonino también es verdad que el Comité tiene a su cargo 15 distritos, y que con estas lluvias no da abasto para solucionar todos los problemas a la vez.

Largo plazo

“Sin dudas es que a primera vista vemos que se viene un año complicado para los tambos”, sostiene Diego Fournel, presidente reelecto de la Sociedad Rural de San Carlos. “En cuanto a las reservas lo pudimos ver, pensamos que las pérdidas van a ser cuantiosas y depende del tiempo también se verán en la agricultura y la ganadería”. Para Fournel, las pérdidas inmediatas se reflejan en la caída de litros de leche. En ganadería los animales no comen lo mismo, pierden un rinde de kilos por día, y las plantas no trabajan con agua en su base o con excesos hídricos.

“La infraestructura es fundamental, pero sabemos que estas lluvias que tienen semejente intensidad por hora son imposibles de manejar. No hay obra que pueda manejar esa masa de agua que cuando empieza a correr por arriba de los campos buscando su nivel y desagüe natural se torna inmanejable, pasando por arriba de los campos y las rutas”, opina.

Desde la Rural local se contactaron con las comunas de la zona “para sumar, porque vemos cosas que nunca se terminaron, y en vez de quejarnos iniciamos un forma de poder colaborar con las comunas en las mejoras de los caminos y aportando ideas de lo que vemos a diario y sufrimos. Tratamos de sumar entre todos para corregir este problema”, asegura.

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Barro hasta los garrones. Las vacas se mueven en un escenario difícil, donde el lodo se enseñorea de corrales y callejones.

Ayuda

La Sociedad Rural de Las Colonias, por su parte, solicitó ayuda para los productores afectados. “Estimamos que son unas 350 mil hectáreas, con pérdidas cercanas a los 1800 millones de pesos”, indicaron desde la entidad. Mediante un comunicado de prensa, confirmaron que llevan adelante gestiones para que el gobierno provincial asista financieramente a productores afectados por las inundaciones.

A través de un comunicado, también expresaron su solidaridad con la ciudadanía y con los productores agropecuarios del departamento. “Están sufriendo fuertemente las consecuencias de las últimas precipitaciones. Ha llovido alrededor de 500 mm. en los últimos 10 días, con suelos ya colmados en su capacidad de retener agua. El agua excedente ha formado grandes espejos que se mueven muy lentamente, inclusive por sobre los caminos rurales que tienen en algunos casos entre 30 a 50 cm de agua”, indicaron.

En otro tramo del comunicado indicaron que la superficie más afectada del departamento es la situada al sur de la ruta 70 hasta el final del departamento coincidente con la cuenca del Arroyo Colastiné. “Estimamos que son unas 350 mil hectáreas, con pérdidas cercanas a los 5 mil pesos por hectárea, lo que nos da un total de unos 1800 millones de pesos. Este informe de las zonas afectadas fue enviado a la provincia para evaluar el pedido como zona de desastre. Estamos haciendo gestiones desde CARSFE para que el gobierno provincial ayude financieramente a la puesta en marcha de las empresas damnificadas generando líneas de créditos accesibles”, precisaron. Por último manifestaron su apoyo a los productores agropecuarios y a todas las familias que están viviendo este difícil momento.

Todos a la mesa

A raíz de la crisis desatada, esta semana, el ministro de la Producción, Carlos Fascendini, encabezó una nueva reunión de la Mesa Provincial de Lechería, con el objetivo de analizar los daños ocurridos en el sector por las intensas lluvias.

Durante el encuentro, realizado en el Salón Amarillo de la cartera productiva, los productores describieron la situación de la producción lechera provincial, cuyas pérdidas irán de un 20 a un 40 por ciento, dependiendo la zona; indicando como una de las principales causas la falta de pasturas resultado de la saturación de agua en los campos.

Ante esta situación, el Ministerio de la Producción pondrá a disposición el encierro para ganado ubicado en la localidad de San Cristóbal, evaluando como una posibilidad la de centralizar, por el momento, el registro de aquellos campos que tengan la capacidad de recibir hacienda.

Durante la reunión también se informó sobre el avance de las negociaciones con el gobierno nacional, al que se le va a solicitar, además de un aporte para infraestructura caminera, distintos tipos de financiamiento para atender la situación. Sumado a ello, el crédito por un monto de 100 millones de pesos que se está gestionando para productores tamberos en emergencia, se hará extensivo también a todos los productores a nivel provincial.

Por otro lado, también se acordó hacer un pedido formal a la Nación de la creación de un crédito a largo plazo, con un año de gracia y cinco de devolución, cuyos montos sumen cuatro meses normales de producción de cada hacienda. A este tipo de financiamiento se sumaría un fondo rotatorio, que sería administrado por las asociaciones para el desarrollo, y destinado a quienes no puedan acceder al crédito antes indicado.

Finalmente, se solicitará financiamiento para las fábricas, que en este momento afrontan mayores costos, debido a la reducción en la materia prima.

El Plan Provincial incluye el estudio de la construcción de una planta de secado de leche, que permita a los productores y empresas la producción de leche en polvo en forma eficiente y estratégica. Próximamente, se entregará el estudio de factibilidad económica y de implementación de la misma.

Pero para eso falta. Todavía hay que esperar que baje el agua.

 
 

Créditos blandos

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El Ministerio de la Producción puso en funcionamiento la línea de reactivación productiva que el Consejo Federal de Inversiones (CFI) propone como herramienta financiera para los afectados por la emergencia hídrica en la provincia.

Vale destacar que el objetivo de la misma es asistir financieramente a los productores agropecuarios afectados por la emergencia, a fin de paliar los efectos producidos por el fenómeno climático y restablecer a la empresa a su nivel de producción habitual. Podrán ser beneficiarios de la asistencia los micro y pequeños productores agropecuarios que desarrollen una actividad de producción agropecuaria económicamente rentable; y cuenten con el correspondiente certificado de emergencia extendido por la provincia. El crédito podrá ser utilizado para incorporar capital de trabajo, a fines de recomponer la actividad productiva afectada por la emergencia. El monto máximo será de $70.000, tendrá un plazo de gracia (para el capital) de hasta 12 meses y un plazo total (amortización más gracia) de hasta 48 meses; con una tasa de interés del 0 %. Vale decir que en caso de mora, se aplicará la tasa variable vigente para los créditos del CFI, tomándose como referencia el 50% de la Tasa Activa de Cartera General Nominal Anual en Pesos del Banco de la Nación Argentina para Créditos Agropecuarios, más tres puntos porcentuales. La tasa disminuye en un 50% para los créditos de hasta $ 70.000. La tasa resultante actual es del 7,75%.

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"La infraestructura es fundamental, pero sabemos que estas lluvias que tienen semejente intensidad por hora son imposibles de manejar. No hay obra que pueda manejar esa masa de agua que cuando empieza a correr por arriba de los campos buscando su nivel y desagüe natural se torna inmanejable, pasando por arriba de los campos y las rutas”

Diego Fournel.

Soc. Rural San Carlos