En Santo Tomé

Mataron a un comerciante de un balazo en el pecho

  • Ocurrió ayer, en horas de la siesta, en un almacén de barrio Villa Luján. La víctima tenía 52 años y fue ejecutada de un tiro en el pecho. El asesino utilizó un arma de fuego de grueso calibre.
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Una vaina servida calibre 9 milímetros fue hallada en la escena del crimen. Foto: El Litoral

 

Joaquín Fidalgo

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Un hombre de 52 años fue asesinado durante la siesta de ayer en un almacén santotomesino, ubicado en barrio Villa Luján.

La víctima fatal fue identificada por fuentes policiales como Osvaldo Britos, quien atendía su comercio, en una de las esquinas de la cuadra de calle Uruguay al 3200.

No hubo testigos del hecho y la investigación del caso está dando recién sus primeros pasos. Lo cierto es que cerca de las 15, Britos atendió a una mujer de la zona y minutos después de que ella se retirara, se escuchó un fuerte estampido.

Al estimar que podía tratarse de un disparo de arma de fuego, un vecino se acercó al negocio poco más tarde y encontró adentro al propietario, tendido en el suelo y con un balazo en el pecho.

Este hombre, con ayuda de otras personas, cargó a Britos en un automóvil particular y lo trasladó de urgencia hasta el Samco local, donde desgraciadamente ingresó ya sin signos vitales.

Los médicos -que nada pudieron hacer para reanimarlo- constataron que un proyectil había impactado en el lado izquierdo de su tórax, en la zona intercostal, a centímetros de la tetilla.

Los peritos hallaron en el inmueble, cerca de la puerta principal, una vaina servida 9 milímetros, por lo que se presume que ése fue el calibre utilizado por el homicida.

En principio, los investigadores se inclinaron por la hipótesis de un asalto, pero con el correr de las horas esta idea fue perdiendo fuerza. Aparentemente, habría indicios que apuntarían al círculo de conocidos de la víctima.

Es que Britos estaba atendiendo al público a puerta cerrada, a través de la reja de una ventana y el disparo pudo haberse efectuado adentro del mismo local. Por otra parte, la concubina del fallecido manifestó que no faltaba mercadería ni elemento alguno.