En Rosario

Serrat fue a saludar a las Madres

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Una sorpresa emotiva. El catalán llegó hasta el propileo del Monumento a la Bandera, donde las mujeres se habían ido a refugiar de la lluvia. Foto: Télam

 

De la redacción de El Litoral

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Corresponsalía Rosario

Fue una sorpresa no sólo para las Madres de la Plaza 25 de Mayo, sino para los miles de personas que acompañaron la marcha por la memoria y la justicia, al cumplirse el 39º aniversario del golpe de Estado. Joan Manuel Serrat apareció entre la gente. Y abrazó en el Monumento a la Bandera a las Madres Chiche Massa y Nora Vermeulen. La emoción de las mujeres fue inmensa, mientras la tentación de la gente de acercarse al cantante catalán era más fuerte.

Serrat, que actuó anoche y hoy lo hará nuevamente en Rosario, fue muy austero en sus palabras ante los periodistas. La idea, dijo, era ir a saludar a las Madres de la Plaza 25 de Mayo, y expresarles su “cariño”. Bajo un cielo que amenazaba con quebrarse en una lluvia más espesa, el músico ensayó: “Me trajo el cariño hacia unas mujeres que han sido el símbolo más importante que hemos tenido en la lucha contra el gobierno salido del golpe militar”.

Las madres de la Plaza 25 de Mayo se habían refugiado de la lluvia bajo el propileo del Monumento a la Bandera. Hasta allí llegó Serrat, vestido con una campera de cuero marrón y una remera negra. Abrazó a las mujeres y mantuvo una breve charla que nadie escuchó.

Luego dijo con voz más fuerte que las Madres representaban la coherencia y que les tenía un cariño enorme. La visita sólo duró unos minutos, y después Serrat se subió a una camioneta rumbo al hotel. Unas horas después presentaría su nuevo disco “Antología desordenada”.

La marcha por la memoria congregó a miles de personas que marcharon por el centro de Rosario y se congregaron en el Monumento a la Bandera, donde actuaron Coki & The Killer Burritos y La Barca. Y los organismos de derechos humanos leyeron un documento en el que pidieron a los candidatos presidenciales comprometerse con el proceso de enjuiciamiento a los genocidas, incluidos los cómplices civiles, empresarios, funcionarios judiciales y clericales.

En un documento que se leyó en el acto se aseguró que en Argentina “tenemos la satisfacción de ser el primero en el mundo en juzgar un genocidio dentro de sus fronteras y frente a jueces naturales, acorde al debido proceso, gracias a la lucha llevada adelante por los organismos de derechos humanos y las organizaciones que se fueron sumando a través de los años, logrando una vez más imponer la voluntad popular”.

Remarcaron que “gracias a esa lucha, a lo largo de esta etapa conquistada a partir de la derogación de las leyes de impunidad y los indultos, 970 represores de la dictadura han sido detenidos, 563 condenados, 889 procesados, han habido 136 sentencias por delitos de lesa humanidad en todo el país, 15 en la provincia de Santa Fe, 6 en Rosario”. Y recordaron en el escrito que “muchos de los genocidas hoy están presos y condenados, pero demasiados continúan procesados o sin sentencia firme con el peligro latente de que pasen los años y sean dejados en libertad”.

El documento mencionó también la violencia institucional como la desaparición y muerte de Franco Casco, el asesinato de los militantes sociales Patom, Jere y Mono; así como de Mercedes Delgado, y las agresiones a la organización social Comunidad Rebelde.