MUSEO DE LA CIUDAD

“Buenos días alumnos”

  • Mañana, en el espacio de exposiciones del Mercado Progreso (Balcarce 1635), habilitarán una muestra que rescata el mundo escolar a través de objetos, instalaciones, testimonios gráficos y escritos.

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Alumnos de la Escuela Rivadavia. Foto: Gentileza Banco de Imágenes Florian Paucke

 

De la Redacción de El Litoral

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El Museo de la Ciudad abre su nueva temporada de exposiciones con la propuesta “Buenos días alumnos”. El montaje rescata el mundo escolar recurriendo al acervo patrimonial del museo y de instituciones educativas santafesinas.

La exposición será inaugurada mañana, en el espacio ubicado en el Mercado Progreso (Balcarce 1635); y podrá visitarse hasta el 25 de mayo, de lunes a sábados de 9 a 12 y de 16 a 20, y los domingos de 17 a 20, con entrada libre y gratuita.

En el marco de esta muestra está previsto invitar a distintas escuelas para promover el rescate del patrimonio histórico de la educación en sus instituciones, con la colaboración del Museo de la Ciudad.

“Buenos días alumnos” propone un recorrido por el mundo escolar, poniendo especial énfasis en la escuela de modelo normal que se enmarca en el proceso nacional de alfabetización masiva de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

La puesta del Museo de la Ciudad rescata objetos, mobiliario, documentos y prácticas tradicionales que se articulan con las memorias y las representaciones de los visitantes, provocando nuevas narrativas y lecturas sobre la práctica escolar diaria.

Recupera al aula como una construcción histórica, con sus pupitres, pizarrones, libros de texto, láminas escolares y tinteros, e intenta mostrar su relación con el contexto nacional.

Historia

El marco histórico nacional del proceso local indica que la escuela cobró un rol fundamental en la alfabetización masiva, como parte de la organización de la Nación y en la formación patriótica, entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX.

Fue a través de las instituciones educativas que se estableció la enseñanza del idioma castellano, la historia y geografía nacional y la formación cívica.

Los textos escolares se convirtieron en un instrumento para transformar al niño en un ciudadano capacitado para leer, escribir y votar.

De manera crítica, se consigna además que formó parte de este proyecto, una estricta disciplina orientada a invisibilizar las diferencias, asegurar la integración cultural de los extranjeros y a regular la conducta de maestros y educandos.

Con la presidencia de Sarmiento, se crearon las Escuelas Normales de Formación de Maestros, de las cuales la de Paraná fue la primera en abrir sus puertas, en 1871. Más adelante, en 1884 durante la presidencia de Julio A. Roca, se sanciona la Ley Nº 1.420 de Educación Común. La norma establecía la obligatoriedad de la enseñanza para los niños entre los 6 y los 14 años, y buscaba mediante una extensa currícula, garantizar una acción homogeneizadora sobre las diferencias y los aspectos complejos de la inmigración.

A comienzos del siglo XX el tipo de educación de base normalista compartió el panorama pedagógico con una nueva visión sobre del rol de la escuela y el objetivo de la educación. Este nuevo enfoque buscaba promover el desarrollo económico y tecnológico para lo cual hacía falta una base científica y tecnológica que la escuela debía brindar. Bajo este ideario se inscriben las escuelas formadoras en artes y oficios, técnicas, industriales, agrícolas y de comercio.