Leche caliente

La lechería argentina atraviesa un escenario difícil, en el que surgen amenazas de caída del precio por aumentos productivos y retroceso mundial en las cotizaciones: un momento crucial para la familia tambera.

Federico Aguer

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“¿Cuántos de ustedes son tamberos?”, preguntó el Médico Veterinario Mario Sirvén: más de 100 manos levantadas. “¿Y cuántos de ustedes van al tambo todos los días?”, continuó: menos de 30 manos apuntando al cielo. Así inició la disertación este prestigioso consultor en la última jornada de capacitación del Programa de Desarrollo Tecnológico de Sancor en Sunchales. Ese dato inicial sirvió para contextualizar un escenario donde los recursos humanos (tal vez el factor más importante en cualquier empresa) constituye uno de los aspectos menos cuidados en nuestros establecimientos lecheros.

Para Sirvén, hay muchos factores que se relacionan con la calidad de la leche en el tambo, tanto de manejo (como los movimientos en el corral de espera y en la fosa), hasta el esfuerzo por mantener la salud de las vacas a través del bienestar. “Son muchos aspectos fundamentales a tener en cuenta en el trabajo con la gente, porque el bienestar de las vacas genera buena leche, siempre que haya ubres sanas y confort animal” agregó Sirvén.

Según expresó, los errores de manejo causan muchos problemas, por eso en el primer mundo los robots están ganando terreno. “Las vacas han aumentado mucho su producción individual, pero no hay bienestar animal si no hay bienestar de la gente. El personal todavía sufre de grandes carencias: desde falta de agua caliente, calefacción, la calidad de los caminos, escuelas a mano para los chicos, falta de capacitación, etc.”

Esta semana, desde el oeste santafesino los productores levantan la voz reclamando mejoras en el precio, aunque por ahora, Gustavo Ferrero, flamante titular de la empresa láctea, anunció que mantendrán el precio a sus productores asociados durante la liquidación de mayo, aunque adelantó que es imprudente hacer algún anuncio de la liquidación de junio. El bienestar del personal implica que todos vayan al tambo, compartan objetivos y enriquezcan la experiencia cotidiana con el aporte común.