Peronismo movilizado

“Santa Fe tiene que tener un rol activo en el proyecto nacional”

  • Karina Rabolini y Omar Perotti coincidieron en la necesidad de que la provincia recupere el rol decisivo que supo tener en la definición de las grandes políticas públicas del país.
P-4-DSC_7105.jpg

Omar Perotti y Karina Rabolini visitaron la redacción de El Litoral.

Foto: Luis Cetraro

 

Gabriel Rossini

[email protected]

La presidente de la Fundación del Banco Provincia, Karina Rabolini, y el candidato a gobernador de la provincia por el Frente Justicialista para la Victoria, Omar Perotti, coincidieron esta semana en la necesidad de que la Nación y la provincia recuperen los buenos vínculos que tuvieron históricamente y trabajen juntos en los temas que más preocupan a la gente como la seguridad y las obras públicas que se necesitan para potenciar la producción.

“Acompaño porque me preocupa especialmente la provincia. Santa Fe tiene un potencial extraordinario y quiero verla crecer, ayudar desde mi lugar para que eso ocurra”, dijo la esposa del gobernador de Buenos Aires y candidato a presidente del justicialismo, Daniel Scioli.

“Santa Fe tiene que tener un rol activo en el proyecto nacional, en la discusión de las políticas por el peso de lo que genera y produce”, enfatizó Perotti.

—El tema de la campaña electoral en Santa Fe es la seguridad. ¿Que cosas ha hecho Daniel Scioli en Buenos Aires que pueden servir para aplicarse en nuestra provincia?

—(Rabolini) La inseguridad no se resuelve de un día para el otro y hay que trabajarla en la integración, el deporte y la educación. Con más logística, pero también con más presencia policial en la calle. Por eso Daniel hizo mucho hincapié en el tema de las policías locales. En Buenos Aires había poca gente que quería ser policía porque sólo se estudiaba en dos lugares y después eran trasladados en muchos casos muy lejos de su casa. Ahora se hicieron acuerdos con las distintas universidades de toda la provincia para que se capacite allí y se quede a trabajar en el lugar donde vive, lo que ayudó mucho al reclutamiento. De hecho la provincia va a terminar el año con el doble de policías. Lo mismo que se vio en la costa atlántica durante el verano se va a empezar a ver en las zonas más conflictivas.

—(Perotti) Hay muchas a tomar en cuenta que surgieron del diálogo con Scioli. Una es la de invertir en seguridad como prioridad. Formar y reclutar gente no es de la noche a la mañana. En Santa Fe también hay regiones donde no hay nadie que quiere ser policía. El 50 por ciento de los ingresos son de jóvenes provenientes del departamento Vera, lo que no siempre ha sido acompañado en los recursos para educación. Creo que el mayor trabajo lo tenemos en conseguir la pertenencia y la confianza nuevamente de la comunidad, como trabajar para hacer realmente del policía alguien que sienta su vocación y manifieste orgullo de pertenecer a la fuerza. La otra es la incorporación de tecnología desarrollada por argentinos, de equipamiento que está disponible en el país. La inversión en móviles no puede ser esporádica, este año si y dentro de tres a lo mejor, debe ser permanente. La formación del policía debe ser continua. Cualquier empresa para tener éxito apuesta de manera permanente a la capacitación y formación permanente de su gente. La policía no puede ser distinta.

—La corrupción interna es una pandemia, alimentada por recursos que vienen por afuera de la fuerza. ¿Cómo se desarma?

—(P) Creo que hay fuerzas que están más penetradas que otras. Hay actitudes de algunos más marcadas en algunas fuerzas y creo que la conducción tiene que marcar una clara línea divisoria: afuera los que se disfrazan de policías y los que no sienten vocación de servicio. Si los malos o los sospechados siguen en funciones la señal que recibe la fuerza no es buena. Yo creo que en eso el control social es importante porque quien conduce la fuerza no puede hacerse el distraído. Y hay que sumar desde el primer día al Poder Judicial y Legislativo. Yo confío en el control social. 20 mil hombres no pueden ser todos corruptos.

—Pero para que eso cambie tiene que haber un mensaje muy fuerte. El primer mensaje del nuevo presidente de la Nación es fundamental para que el cambio sea posible.

—(R) Hay que ser mucho más riguroso con las leyes con quienes tienen la responsabilidad de llevar el uniforme por lo que eso significa. Y también premiar al policía bueno. Nosotros necesitamos a la policía. Puede haber personas que no honren el uniforme pero hay muchas más que sí. Hay que recuperar los valores y el respeto a las instituciones, que la policía se sienta orgullosa de llevar el uniforme y que la gente también los respete como tales. En ese sentido, en la provincia, Daniel fue muy claro porque todos queremos que los que cometen delitos tengan el castigo que corresponde.

—(P) Una señal de conducción es el trato. Es inaceptable que la policía trate y se comunique con la gente como lo hace. Eso es porque no hay conducción política. El jefe es el gobernador y es quien tiene que decirle a su ministro y a su jefe de Policía que a la gente se la trate bien. Desapareció el buen trato de la policía y nadie dice nada.

—Hace mucho tiempo las campañas electorales en Santa Fe iban por dos o tres ejes: la relación con la Nación, las obras públicas, la distribución automática de los fondos.

—(P) Cuando recorremos la ciudad con Silvina Frana, el reclamo de la gente es la necesidad de ayuda de Nación y provincia para hacer menos vulnerable a Santa Fe ante las inundaciones. El traslado del Puerto es otro tema donde tienen que trabajar juntas y el otro es el puente Santa Fe-Santo Tomé. Por eso queremos y nos gusta que Daniel Scioli venga a Santa Fe, porque la provincia tiene que estar en la agenda nacional y es en este momento cuando empieza a armarse la agenda de obras. Nosotros hablamos de la continuidad del gasoducto, la recuperación ferroviaria y las rutas nacionales 11, 34 y 33 que son estratégicas para el país y nos cruzan a los santafesinos.

—(R) En el tema de la distribución de los recursos, Daniel hizo una reforma tributaria por la cual ahora la provincia financia el 60 por ciento de los gastos con ingresos propios y ha llevado adelante una política de descentralización hacia los municipios, los que aumentaron casi el 600 por ciento los ingresos por coparticipación provincial, porque entendían que para dar respuestas inmediatas, lo importante es que las decisiones las tomen quienes tienen mucho más contacto directo.

—(P) El proceso de descentralización tiene que ser mucho más fuerte porque va a obligar a gobernar de manera mucho más austera. La plata rinde más si no hay burocracia en el medio. Con lo cual la necesidad va a obligar a descentralizar.

“Daniel es exigente, pero tiene mucho sentido del humor”

—Me dijo cuando vino en noviembre que no iba a ser candidata, pero no me dijo que iba a tener un rol tan importante en la campaña electoral.

—Porque no sabía que la vida me iba a llevar por estos caminos. Mucho tiene que ver mi trabajo en la Fundación del Banco Provincia en los 7 años y medio que llevo al frente porque han sido muy movilizantes y es también lo que me lleva a querer trabajar, acompañar, a preocuparme por las cosas que faltan, a ver la realidad más de cerca. Y como santafesina quiero que mi provincia sea gobernada por alguien que sea competente, capacitado, que tenga un lugar importante en el país. Por eso celebro mucho la idea de federalismo que Daniel tiene y la relación que mantiene con Omar Perotti.

—A su esposo se lo ve tranquilo.

—Pero es muy seguro. Tiene mucho carácter, es muy exigente y tiene mucho sentido del humor. Te transmite seguridad y optimismo porque tiene claro lo que tiene que hacer. Además tiene otro carácter, otra espalda y es muy fuerte. Esta en lugar de mucha responsabilidad y muchas presiones.

—¿Su proceso de incorporación a la política fue complicado?

—Ver realidades muy difíciles te despierta la necesidad de querer ayudar y colaborar. La política es dura pero también está la otra cara que es la de poder ayudar y es la que yo veo de Daniel. Sigo las cosas que se van haciendo y como se van transformando.

—El pasaje del mundo de la moda a la política comienza

con él.

—Vivo en los dos mundos porque lado tengo mi trabajo que tiene que ver con la moda, con toda la frivolidad que significa, pero también es una manera de producir y dar trabajo. Son dos mundos muy distintos pero de los dos se aprende. Tener la posibilidad de recorrer el país es fascinante y te dan ganas de seguir porque ves la fuerza emprendedora de la gente más los recursos naturales y eso es muy esperanzador.