Inactividad del canal a cielo abierto

Escasez de agua para consumo en el departamento 9 de Julio

  • Las localidades de Pozo Borrado, Villa Minetti y San Bernardo se están quedando sin agua para consumo humano, debido al no funcionamiento de la bomba del azud nivelador construido en Tostado, que lleva el vital elemento al canal a cielo abierto y llega hasta Villa Minetti. También se verá afectada la ganadería.
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El escenario de crisis se agrava ante la necesidad de agua para consumo humano que agotará la reserva en un tiempo breve. Foto: Eloy Rodríguez

 

Eloy Rodríguez

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Las últimas inundaciones provocadas por copiosas lluvias, ocurridas durante el primer trimestre de este año, ha dejado un escenario devastador para el norte del departamento 9 de Julio.

El bombeo del canal a cielo abierto, desde Tostado hasta Villa Minetti, no funcionó durante la época de anegamientos como una lógica decisión ante las precipitaciones que colmaron el ducto de agua.

Superado este período de excesivas lluvias, el retiro de la masa acuosa dejó al descubierto los daños producidos: afectación de las estaciones de bombeo; desmoronamiento del canal y destrucción de alcantarillas.

El escenario de crisis se agrava ante la necesidad de agua para consumo humano que agotará la reserva en un tiempo breve.

El sector ganadero agrega a la problemática su necesidad de “pescar” agua, desde este canal, para el brebaje de los animales que conforman el rodeo de establecimientos agropecuarios ubicado a la vera del mismo. Activiw dad que se tornará imposible ante la escasez que se avecina, ya que los pronósticos con relación a posibles lluvias no son alentadores.

Costo y contradicciones

Evaluaciones económicas realizadas por productores afectados por esta situación, convienen que recuperar el funcionamiento normal de este ducto a cielo abierto rondaría los $ 3.000.000.

Si bien hay una serie de inconvenientes ocasionados por esta falta de mantenimiento y previsión por parte de la provincia, es de destacar que están instalados los obradores de las empresas que tienen a su cargo el canal, ahora sí entubado, desde Villa Minetti hasta Gregoria Pérez de Denis. Es una obra, cuyo stock de caños ya está provisto, que abarcará los tramos Villa Minetti-Km 421; desde aquí hasta Santa Margarita y el tramo final desde este localidad hasta Gregoria Pérez de Denis. Lógicamente, esta situación de la falta de llegada de agua ha paralizado la generalidad de los trabajos.

Nota

La CD de la Asociación para el Desarrollo del departamento 9 de Julio, remitió una nota al subsecretario de Desarrollo Hídrico de la provincia, Ing. Arnaldo Zapata, haciendo un análisis de la situación producida y solicitando la puesta en marcha de este canal a cielo abierto. Entre los argumentos, se destacan la inminente falta de agua para consumo humano que tendrán las poblaciones de Pozo Borrado, Villa Minetti y San Bernardo, como también los pronósticos no muy favorables en cuanto a la posibilidad de precipitaciones que afectará al sector ganadero. La nota hace hincapié en que la recuperación de la funcionabilidad del canal a cielo abierto, con un bombeo constante desde el río Salado, jurisdicción de Tostado, es una obra imprescindible para la zona.

El ducto en cuestión tiene 74,5 km de extensión, contrapendiente, paralelo a la Ruta 91-S y a cielo abierto, desde el azud nivelador construido en Tostado hasta la represa de agua ubicada en Villa Minetti.

análisis

E. R.

El canal, construido entre 06/09 y 12/10, tuvo como objetivo paliar los efectos de la sequía sobre la ganadería. Luego, las localidades, a través de las plantas de ósmosis inversa, hicieron que el agua fuera consumible. Se puede decir que, aquello pensado como definitivo, tuvo una vida útil de 4 años. En una nota publicada en este medio el 17/08/10, se advertía sobre la falta de estiaje, en invierno, de la fuente de captación (el río Salado; hoy con un principio de solución mediante el azud nivelador); ser a cielo abierto y transversal a los canales de escurrimiento sureste, cuyas bocas “taponó”. “El panorama se complicará ante la eventualidad de grandes lluvias ya que producirá ‘embudos’ por los desniveles que debe sortear su recorrido, porque angostó considerablemente la Ruta 91 y por el excesivo costo de mantenimiento”, decía la nota en uno de sus párrafos. Así fue. Hoy, se piensa en entubar los últimos 40 kilómetros, cuando la evaporación se produce en los primero 70 km. La nueva puesta en marcha del sistema, según estimaciones de los afectados, rondaría los 3.000.000 de pesos. No hay caso. Se milita en el parche y la coyuntura. La solución definitiva está a poco más de 200 km: el río Paraná.