Hugo Catalán

El sueño destrozado del mejor pesista argentino

• El deportista fue escuchado en el Enard, donde consideraron justo el reclamo que lo dejó afuera de los Panamericanos, pero la situación parece irreversible.

Fabiana García

La cita fue en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo de nuestra capital, el lugar que adoptaron los pesistas santafesinos para realizar sus entrenamientos, lo cual los hizo compañeros y amigos de los atletas, donde muchas veces compartieron el mismo objetivo competitivo y largas jornadas de entrenamiento.

Sin embargo hoy, la realidad se plantea diferente y en este caso muy adversa para Hugo Catalán, el protagonista de esta nota y Malvina Soledad Verón, la pesista santotomesina, que también se vio afectada por esta decisión injusta que los marginó de los Juegos Panamericanos, sin clasificación de por medio.

En el momento de la nota, Catalán tenía la intención de cumplir su rutina habitual de entrenamiento, pero interiormente está quebrado y lleno de incertidumbre. En febrero pasado, el entrenador búlgaro Constantin Darov, avalado por la Federación Argentina de Pesas, nombró dos representantes titulares y dos suplentes para los Juegos Panamericanos 2015, sin esperar al torneo de clasificación que finalmente se disputó, sin reconocimiento, el 5 de mayo. Los santafesinos excluidos, iniciaron un reclamo que hasta ahora, poco prosperó.

—¿ Hubo alguna novedad sobre el reclamo planteado?

— “Días atrás, el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) nos citó a una reunión en Buenos Aires, donde viajamos junto a Malvina Verón y el presidente de la Federación Santafesina de Pesas, Mariano Cistari. Nos escucharon, le presentamos todos lo mails y notificaciones que habíamos recibido hasta la fecha y en principio se nos indicó que era justo nuestro reclamo, que nos merecíamos una respuesta y que se iba a establecer una comunicación con el presidente de la Federación, Jorge Malgor y con el entrenador Constantin Darov. En un principio consideraron que teníamos razón”.

Sobre los hechos

—¿Cómo arrancó todo esto, como se llegó a esta situación?

—“Todo comenzó a principios de año, cuando la Federación Argentina de Pesas, a través de mails y de su página web, informaba cómo iba a ser el sistema de clasificación para los Juegos Panamericanos Toronto 2015, donde fijaba un torneo clasificatorio para el 5 de mayo y donde planteaba un sistema de clasificación estratégico, no determinado por la marca sino que apuntaba a considerar el ranking panamericano y quiénes podían acercarse a las mejores posiciones. Hasta ahí estábamos todos de acuerdo, me parecía que si bien el sistema era un poco diferente, las reglas estaban escritas y claras”.

—¿Cuándo se produce la llegada del entrenador búlgaro?

— “Los primeros días de febrero nos notifican de la llegada de un entrenador extranjero, Constantin Darov, de Bulgaria, quien en un principio venía a hacerse cargo de los centros de desarrollo y darle una mano al seleccionado adulto; no diciendo que se iba a hacer cargo del equipo y mucho menos, de tomar las decisiones respecto a los deportistas”.

— ¿Tomaron contacto con él?

— “Con pocos días de anticipación se nos citó a una concentración de 15 días en Buenos Aires, con el objetivo de ponernos en contacto con el entrenador; algunos pudieron asistir y otros por cuestiones de trabajo, no. Se nos dijo que no íbamos a entrenar, ni dar marcas. Pero cuando llegamos se nos impuso un plan de entrenamiento específico, que no contemplaba lo que nosotros estábamos haciendo; cada uno en su lugar, sino que debíamos cumplir ese plan diseñado por el entrenador búlgaro. Nos adecuamos. En uno de los últimos días se hizo un testeo, un entrenamiento fuerte, donde se remarcó que no debíamos tirar muchos kilos. A nuestro regreso, a los pocos días, recibimos una comunicación donde se nos informaba que ese entrenamiento había sido determinante para designar el equipo para Toronto”.

—¿Ahí se enteran de que habían quedado fuera del equipo?

— “Efectivamente. Malvina y yo habíamos quedado excluidos, a pesar de que en Buenos Aires, sin haber llegado a nuestros máximos rendimientos, habíamos demostrado que éramos los mejores. A partir de ahí comenzó nuestro reclamo: que se cumpla con el torneo clasificatorio, como estaba estipulado y que se revierta esta decisión de haber designado un equipo a dedo”.

—¿El torneo del 5 de mayo, se hizo finalmente?

— “Sí, pero sin ser considerado clasificatorio y los atletas designados para ir a Toronto: Maximiliano Kienitz, Joana Palacios, Belén Martínez e Iván Palacios, no compitieron, ni lo van a hacer. Nosotros competimos y nos fue bien”.

—¿Por qué no compitieron los atletas seleccionados?

— “Ya no están en el país, iniciaron una gira. Comenzaron por Colombia; luego van a Bulgaria y a Polonia, Estados Unidos y desde allí directo a Canadá. Viajaron junto al entrenador, dos de los pesistas competirán en el Mundial Juvenil de Polonia, pero los adultos no se presentarán en ningún certamen”.

Sin respuesta

La Federación Argentina de Pesas no dio una respuesta coherente a los deportistas y tampoco respondió al reclamo.

—¿Qué considerás que pasó y por qué se nombró a estos pesistas?

—“Considero que la elección se basó en concentrar todo en Buenos Aires, ya que el entrenador habría manifestado que sólo podía hacerse cargo de los atletas que entrenaran allí. Nosotros preguntamos de inmediato si con esta postura los atletas del interior quedábamos marginados de toda posibilidad de integrar un Seleccionado argentino, a lo cual la federación respondió que todos los atletas seleccionados eran del interior del país. Para quien no conoce es una respuesta convincente y federalista, pero nosotros sabemos que los pesistas de las provincias de San Juan y Mendoza, hace por lo menos 5 años que están radicados en Buenos Aires, y los hermanos Palacios que son de Rosario, habrían acordado trasladarse allí”.

—¿Hablaron con el presidente de la Federación o el entrenador?

—“Solamente cuando fuimos a Buenos Aires, y hablamos de lo difícil que sería para nosotros trasladarnos, por nuestra familia y trabajo. Se nos dijo que era comprensible nuestra situación. También en ese entrenamiento, se nos dijo que “éramos los atletas a seguir”, por nuestra forma de trabajo. Pero cuando nos fuimos se hizo todo lo contrario, todo muy incoherente. Después de esto hice una carta de intimación, solicitando el torneo clasificatorio. Ahora haremos una denuncia legal”.

—¿Qué implica quedar afuera de los Juegos Panamericanos?

— “No sé si vale la pena seguir entrenando, porque si la designación va a estar sujeta a con quién entrenamos y dónde, ya no tenemos posibilidad, y como que no queda más remedio al menos por mi parte, que el retiro no planeado y obligado, no pienso vender mi trayectoria, mi trabajo de tantos años con la gente de Santa Fe”.

A la deriva

• Hugo Catalán estuvo en los máximos torneos al que puede aspirar un deportista, todos los de su especialidad, inclusive el Mundial y también los eventos que están bajo la órbita del Comité Olímpico: los Juegos Odesur y los Juegos Panamericanos. Sólo le faltaban los Juegos Olímpicos, que en Río de Janeiro 2016 tenían su cercana posibilidad.

—¿Con esta decisión también quedaron afuera de Río 2016?

— “Totalmente, quedamos imposibilitados de ir a Río, ya que todo se iba a definir en el Mundial de Estados Unidos a fin de año, pero había que pasar antes por los Juegos Panamericanos y eso hoy ya no está garantizado”.

—A los Panamericanos se asiste bajo la bandera del Comité Olímpico. ¿El COA está al tanto de esta situación?

—“Enviamos la información por mail a Juan Curuchet (presidente de la Comisión de Atletas del COA), pero no nos respondió. El único organismo que nos acompañó en el reclamo fue la Secretaría de Deportes de Santa Fe”.

—¿Qué esperas? ¿Qué te dejaría tranquilo?

—“Seguiré luchando por lo mismo, un cambio de decisión, quiero subirme a un tablado y demostrar mis condiciones, quiero que haya una clasificación en competencia no en un escritorio. Fui a los últimos Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y los Juegos Olímpicos son mi gran sueño”.

—¿No habrá posibilidad de otro?

—“Creo que eran éstos; ahora debería esperar cuatro años más y es muy difícil trabajando de esta forma; a la deriva y de manera desorganizada”.