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El “Flaco” y Fabián permanecen gran parte del día en su querida LT 10, su segunda casa.

Una dupla de Diez

Dúo inseparable, Fabián Mazzi y Oscar Bergesio relator y comentarista, respectivamente llevan más de dos décadas juntos, ilustrando con sus voces encuentros de fútbol para los oyentes de LT 10.

TEXTOS. JUAN CARLOS HABERKON ([email protected]) Y JAVIER DÍAZ. FOTOS. PABLO AGUIRRE Y FLAVIO RAINA.

 

Se conocen de memoria. Llevan 21 años trabajando juntos en el relato y comentario deportivo y no necesitan mirarse para entenderse adentro de una cabina de transmisión. El “Mazzi gol” que suena luego de que el primero entona su poético grito de gol y el “comenta, Oscar Bergesio” que cierra la explicación de la jugada antes narrada ya son marcas registradas de la radiofonía santafesina.

Asociados con LT 10, para la que trabajan hace más de 30 años, semana tras semana tienen la difícil misión de ilustrar los encuentros que disputan Colón y Unión para el vasto espectro de oyentes que se mantienen fieles a la radio a pesar de la televisación masiva que ha alcanzado el fútbol.

“Yo siempre digo que pasaron 21 años y a mí me gustaría que fueran menos porque entramos en una etapa de la vida en la que ya estamos grandes los dos, por más que él diga que yo soy más chico”, mueve la pelota el relator. A su lado, su coequiper asiente, y aunque afirma que hubo dificultades en el camino no duda en reconocer que “se siente bien” al lado suyo.

Binomio casi inseparable, a pesar de que la vorágine del fútbol argentino algunas veces -las menos- logra desunirlos, juntos se acercaron a El Litoral para charlar acerca de periodismo y otras yerbas, en la víspera del día que conmemora a quienes abrazamos esta profesión.

COMENTA OSCAR BERGESIO

El “Flaco” dio sus primeros pasos trabajando en “lo que para mí sigue siendo el periodismo más respetado, el escrito”, en un diario ya desaparecido de la ciudad. Su pluma también pasó por El Litoral, en una columna dominical que no llevaba firma y se denominaba Veraz.

Al llamado de Ricardo Porta, en la segunda mitad de los años ‘70, se incorporó al equipo deportivo de LT 9 y desde hace más de tres décadas forma parte de la AM universitaria.

De su primera incursión por la radio recuerda que “le dije a Ricardo que ni se le ocurriera darme un micrófono porque salía corriendo, de manera que comencé produciendo la Tercera y sintetizando las noticias que -en ese entonces- llegaban en aquellos interminables cables. De a poco me fui animando a hablar”.

Con toda una vida dedicada a la profesión analiza la actualidad del periodismo y dice estar preocupado por “el cholulismo” que lo rodea. “Muchos chicos que estudian periodismo encaran para el lado del periodismo deportivo para estar al lado de las estrellas del fútbol. El cholulismo le hace mal al periodismo”, sostiene.

“A mí me preocupa, del presente del periodismo, la cultura acelerada. Antes había más pausa, más claridad. A mí me parece que antes había un periodismo más capaz en el sentido intelectual, había un poco más de cultura. Ya no sé si quedan periodistas como García Blanco, Víctor Hugo, Ibarra”, agrega.

Asimismo, se involucra en la discusión acerca del avance de la tecnología y su adaptación a la misma. “Si yo me dedicara al periodismo escrito ahora, pediría un teclado y una pantalla para ver lo que estoy escribiendo y ahí se terminó mi adaptación tecnológica. Todo lo que aprendí a hacer con la computadora es escribir, corregir e imprimir. Celular tengo, porque no se puede evitar, pero sólo para llamar y que me llamen”.

MAZZI GOL

En el caso de Fabián Mazzi, su comienzo en la profesión se dio en la radio, medio al que considera su gran pasión, con una corresponsalía para LT 28 Radio Rafaela, a la que accedió con 14 años gracias a la amistad de su padre con Leonelo Belleze, por entonces Jefe de Deportes de la emisora.

Con 17 años arribó a la emisora de la UNL y en menos de un año tuvo la oportunidad de relatar su primer partido, una victoria de Colón 2 a 1 sobre Villa Dálmine en el torneo de la Primera B de 1985.

También hizo experiencia en la gráfica, cubriendo los campeonatos de Liga Santafesina para El Litoral. Lo curioso es que lo hacía mientras jugaba para Sportivo Guadalupe, con lo cual debía realizar la crónica del partido que disputaba.

“Recuerdo que hacía la entrada en calor con mis compañeros y antes de entrar a la cancha sacaba una hoja e iba al vestuario del árbitro a copiar las planillas. Cuando los árbitros me empezaron a conocer me decían ‘Cuidado con lo que ponés, Fabián’”, comenta.

Dedicado de lleno a lo que más le gusta, el relato deportivo, confiesa que “se me hace difícil imaginar un domingo sin estar en la cabina con el Flaco”.

A pesar de que “últimamente nos estamos separando bastante por esto de que hay que transmitir seguido”, es sin dudas su compañero elegido. “Nos conocemos de memoria, ni lo tengo que mirar, yo ya sé cuándo va a decir algo, cuándo me va a hacer una broma”, explica.

“Yo crecí con la radio como oyente, escuchando a Ricardo Porta, a Raviolo, a Bergesio y la verdad es que me maravillaba. Entonces pienso que, así como el jugador de fútbol, que sueña y se pregunta si algún día llegará a jugar con Messi, yo hoy me encuentro con que lo que a mí me maravillaba de la radio y ahora lo tengo al lado. La persona que yo escuchaba ahora es mi compañero de ruta, mi compinche”, asevera.

Inserto en el debate acerca del ejercicio del periodismo en la actualidad, afirma que “se está perdiendo el arte”, y se remonta al trabajo que demandaba conseguir información en épocas pasadas. “Hoy es mucho copie y pegue, porque tenés todo en Internet. Vos querés saber quién es Cococho Álvarez, o Ángel Malvicino o Ítalo Giménez, ponés en Google y tenés todo”, afirma.

Casi al mismo tiempo que Bergesio rubrica: “Si yo quería saber cuándo nació Cococho Álvarez tenía que laburar, no lo conseguía así no más”.

No obstante, ambos reconocen las amplias posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías a un medio de comunicación como la radio. “La radio -con el correr del tiempo- nos va metiendo en un mundo especial, diferente. El salir en simultáneo por AM y FM o estar por Internet para el mundo es increíble; también el hecho de estar relatando y que un santafesino en París, en México o en Italia nos esté escuchando”, coinciden.

Por eso, Mazzi asegura “celebrar el avance tecnológico” más allá de que reconoce algunas dificultades para terminar de adaptarse. “Yo todavía sigo armando el operativo para trabajar los fines de semana en la pizarra”, confiesa. “Y para copiar las planillas no puedo salir de las lapiceras, los lápices de colores, la goma de borrar, la regla, la cinta; en eso somos iguales con el Flaco; somos dos maestras jardineras para trabajar”, remata.

Ping pong

• ¿Monzón o Maidana?

O.B.: Monzón, sin dudas.

• ¿Messi o Maradona?

O.B.: No acepto la comparación, porque no se puede decretar quién es mejor. Yo creo que se llega a un lugar donde se supone que es la cúspide y una vez que ya estás ahí estás consagrado; ahí están Maradona, Messi, Pelé, todos los grandes jugadores.

F.M.: Para mí Maradona es el mejor, aunque disfruto de haber podido ver a los dos.

• ¿Colón o Unión?

O.B.: Los dos, ahora los dos.

• ¿Radio Nacional o LT 10?

F.M.: LT 10, mi novia de toda la vida.

• ¿Vino o cerveza?

O.B.: Vino.

F.M: Vino.

• ¿Diario papel o digital?

O.B.: Papel, el diario se lee y se toca.

F.M.: Papel.

Una dupla de Diez

Bergesio y Mazzi en plena tarea organizativa del viaje. Con miles de kilómetros sobre sus espaldas y recorriendo todo el país con Unión y Colón.

Agradecimientos

Un mensaje de agradecimiento de parte de Fabián completa la charla, enmarcada en la celebración del Día del Periodista, que en nuestro país se conmemorará durante la jornada de mañana. Está destinado a quienes -de una u otra manera- contribuyeron en su formación, profesional y humana, sintetiza lo señalado por ambos en el final de su visita a la redacción de El Litoral.

“Quiero agradecer a quienes nos formaron, que nos marcaron el camino. Sobre todo aquellos que ya no están y que fueron parte de nuestra historia, de los dos. Realmente uno no puede dejar de estar agradecido a toda esa gente”.

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Rodeados por los integrantes de la sección Deportes de El Litoral: Enrique Cruz, Oscar Bergesio, Fabián Mazzi, César Miño, Marcelo Romano y Daniel Monticelli.

Miles de anécdotas

Con tantos años trabajando juntos resulta lógico encontrarse con algunas anécdotas que valen la pena contar. En la charla con Nosotros, Fabián eligió recordar una ocurrida en un viaje a Ecuador para cubrir un partido de la Selección Argentina por las Eliminatorias del Mundial de 1998.

“En esa época por una cuestión que tenían las líneas aéreas nos era más barato irnos siete días que tres, así que con el Flaco fuimos antes. Nos tocó el Hotel Internacional de Quito, donde concentraba la selección ecuatoriana, que dirigía Maturana. Un día estaba en la habitación y decido bajar al lobby para ver si enganchaba a alguien para entrevistar, porque en cualquier momento me iban a llamar desde Argentina y tenía que tener algo. Cuando salgo del ascensor veo un revuelo bárbaro, todo lleno de periodistas, cámaras, micrófonos. Saco el grabador y empiezo a acercarme para ver si lo podía registrar, imaginando que podía ser Maturana o alguien de la Confederación Sudamericana. Cuando llego, me encuentro con que el entrevistado era Bergesio. Claro, como habíamos llegado adelantados y éramos los únicos argentinos, estaban todos los medios ecuatorianos rodeándolo para que hable del equipo argentino”.

Por su parte, el “Flaco” se quedó con una anécdota sucedida durante un viaje de los tantos que realizaron siguiendo a Unión y Colón por el torneo doméstico.

“Volvíamos de un viaje y por ahí frenamos para ir al baño. Cuando salgo, ya no estaba la camioneta, para colmo mi celular había quedado arriba. Tuve que pedirle un teléfono al de la estación y llamar a mi mujer para que le avise a éste que me habían dejado olvidado”.

La misma fue completada por el relator, que la vivió desde arriba del coche: “Estábamos todos tan dormidos que ni sabíamos quién había bajado y quién no. Cuando subimos preguntamos ‘¿Están todos, están todos?’ y listo, partimos, vamos. Pasaron 20 minutos, me empieza a sonar el celular y era la mujer del Flaco. Cuando atiendo y me cuenta no lo podía creer”.