El análisis de Argentina terminada la primera fase
El análisis de Argentina terminada la primera fase
Cinco claves de una selección que tiene claros y oscuros
La merma física, la idea de juego, los goles que están pero que no llegan, Messi y la necesidad de tener más equilibrio para defender, son algunos de los aspectos de un equipo que gana pero que no llena.
Mejor definición. Los trabajos ayer en La Alpina se concentraron en la terminación de las jugadas. La cuestión es clara: si Argentina aprovecha mejor las situaciones que genera, no importa qué es lo que pueda provocar el rival. Foto: DyN
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Viña del Mar, Chile)
Argentina hizo lo que debía: ganar el grupo. Podrá pensarse que todo lo demás es aleatorio y no es así. Tampoco es cuestión de ponerse en perfeccionistas, pero el propio Martino lo señaló en una de sus conferencias de prensa, cuando dejó entrever que este es el momento de crear una identidad de juego. “Si estuviésemos en un Mundial, las formas no importarían demasiado, porque en el Mundial hay que ganar porque si no te volvés y estás en el final del ciclo; ahora estamos en el comienzo de una etapa, entonces el resultado importa, claro, pero más a ustedes que a mí, yo veo el juego”, dijo Martino, palabras más, palabras menos. A partir de estas premisas, se pueden sacar algunas conclusiones:
1) Argentina tiene una idea sobre qué tiene que hacer en la cancha pero no lo lleva bien que digamos a la práctica. La idea es la de jugar a atacar, la de ser protagonista, la de parar un 4-3-3 que generalmente se convierte en 4-2-4, la de pedirle a los volantes (Biglia y Pastore) que rompan líneas a espaldas de los volantes y la de soltar a los marcadores de punta para que aparezcan en ataque. Se encontró con tres equipos que lo esperaron, en algunos casos exageradamente. Frente a estos esquemas, hubo marcados desequilibrios en el rendimiento. El primer tiempo ante Paraguay y el sábado ante Jamaica fueron buenos o muy buenos, pero los segundos tiempos en esos partidos resultaron angustiantes por lo mal que se jugó. Dejo de lado Uruguay, porque hubo más equilibrio, mejor actitud y más solvencia. Lo jugaron como un clásico, distinto a lo que pasó con Jamaica en el segundo tiempo. Ni punto de comparación. A veces, la verticalidad ayuda y otras veces no. Ser agresivo futbolísticamente no debe estar exento, en algunas ocasiones, de algo de pausa. Y mucho menos de variantes. Esas que le faltaron al equipo en el segundo tiempo ante Jamaica, chocando bastante con una defensa cerrada.
2) Es evidente el cansancio físico que experimentan los jugadores. Lo dice el técnico, lo expresan ellos mismos. Anteayer, Martino suspendió todas las actividades, que seguramente habrían sido apenas de regeneración. La merma física es evidente, pero no por ello deja de ser sorpresiva. ¿No se hablaba de lo bien que estaban desde lo físico los jugadores?, ¿no se decía que Messi llegaba en un pico muy alto y que este Agüero no tenía nada que ver con el del Mundial?. Es cierto que vienen de una temporada extenuante, que algunos jugaron hasta 60 partidos, que hay un desgaste importante, que quieren vacaciones, que el cansancio no es sólo físico sino también mental. Pero también es verdad que siempre se dijo que los jugadores mueren por ponerse la camiseta de la selección y que son capaces de cualquier sacrificio. El físico pasa factura, no hay dudas, no son robots. Pero antes de empezar el torneo se hablaba de una realidad que, entonces, era absolutamente ficticia.
3) Tenemos la mejor delantera del mundo, para muchos, pero nos cuesta hacer goles. Si a vuelo de pájaro se hace mención al equipo argentino, lo primero que se habla es de su envidiable capacidad de gol, que es algo actual y no hipotético ni potencial. Higuaín viene de marcar 29 goles en 55 partidos jugando para el Nápoli; Agüero hizo 32 goles en su temporada en el Manchester City jugando 40 partidos; Lionel Messi hizo 58 en 57 partidos y Carlitos Tevez convirtió 27 goles en 47 partidos en la Juventus. Es una friolera. Y no se suma lo de Di María (porque no es un goleador nato, ni siquiera un “9” y hasta se puede discutir si es delantero, media punta o volante con llegada) ni tampoco lo de Lavezzi, porque no juega ni es tenido en cuenta por Martino como lo tenía totalmente inmerso en su esquema el anterior entrenador, aun sin jugar siempre de titular. Es demasiado potencial para admitir que sólo se hayan marcado cuatro goles en tres partidos, uno de ellos de penal. Y se agrava cuando las estadísticas de los tres partidos indican que el equipo contó con 23 situaciones de gol y apenas convirtió cuatro de ellas. Esto marca que existe un déficit individual y que no hay tantas culpas del técnico. Las situaciones están, pero no se concretan.
4) ¿Qué pasa con Lionel Messi? Hacía bastante que no se lo veía tan apático, ausente del partido, mirando al piso reiteradamente, deseando que se termine y pidiéndole, sin mucha firmeza, a sus compañeros que jueguen por afuera. Se estacionó por izquierda en ese segundo tiempo ante Jamaica y paseó por la cancha. Estaba para ser excluido, estaba para quitarle lo que, para ese entonces, parecía un gran peso para él. Sólo una pelota que quiso meter de emboquillada, tras un mal rechazo, que el arquero alcanzó a descolgar casi con la punta de los dedos. No participó del juego, no buscó sociedades, se quedó recostado por izquierda y abandonó cualquier postura de búsqueda de espacios por otros sectores de la cancha. Robinho dijo ayer, después del triunfo de Brasil, que “el equipo que quiere ser campeón no debe depender de un solo jugador”, en relación a Neymar. Pero nadie discute que ni Argentina hubiese sido lo que fue sin Maradona, Brasil sin Pelé y Holanda sin Cruyff, sólo por nombrar algunos grandes referentes. Messi es un jugador desequilibrante como ninguno y de hecho que aun “jugando mal, juega bien”, valga la paradoja. Pero el equipo sufre cuando Messi camina la cancha, se desentiende y se convierte en un pasador de pelota.
5) El equipo plantea dudas cuando tiene que defender; se nota que hay una laguna conceptual, falta de trabajo o directamente la consecuencia de una idea ofensiva. No debiera ser esto último, porque por más verticalidad que se tenga, por más ambición y voracidad ofensiva que se muestre, por más que los marcadores de punta sean volantes y hasta wines cuando el equipo tenga la pelota, no se puede permitir, ningún equipo del mundo, no tener en claro cuál es la otra parte del libreto. Es cierto que Biglia le da una mano a Mascherano, pero también es verdad que todos los rivales, en algún momento, tuvieron pasajes en los que nos hicieron pasar zozobra. En algunos casos (Jamaica) impensadamente. A veces el equipo queda largo, cuando se ataca, y este es otro de los aspectos que deberán corregirse para defender mejor.
En cifras
146
Goles
Marcaron en la temporada 2014-2015 entre los cuatro delanteros que tiene el equipo: Messi, Higuaín, Tevez y Agüero.
191
Partidos
Jugaron entre los cuatro en esta temporada. De esta manera, el promedio de gol en conjunto es de 0,76 goles por partido. Los números y proporciones son aplastantes.
Lo tiene en cuenta. Martino siempre lo puso a Tevez en los segundos tiempos de los partidos. Por ahora, el “Apache” no pudo cambiar nunca lo que fue una constante: el bajo rendimiento del equipo en ese lapso de los encuentros. Foto: DyN
La Conmebol, sin plata para los premios
A raíz de la investigación de la Justicia de los Estados Unidos por presuntos actos de corrupción en la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), que salpican a la Conmebol, fue bloqueado el pago a la entidad de algunas empresas de sponsoreo y derechos de televisación. “Los dirigentes actuales estamos trabajando muchas horas diarias” para que “la Conmebol pueda honrar sus obligaciones”, expresó el dirigente uruguayo.
Gareca, el mejor
Pero el “Tigre” no fue el único destacado en la contingencia, ya que otros cuatro (Sampaoli con Chile, Pekerman con Colombia, Ramón Díaz con Paraguay y Martino con Argentina) de los seis compatriotas que dirigieron en esta ronda inicial también pasaron con sus selecciones a los cuartos de final. El único que se quedó afuera de cuartos fue Gustavo Quinteros con Ecuador.
Colombia, con dos bajas
El eje del equipo. Javier Mascherano es tan importante como Messi en el equipo, porque es el dueño del equilibrio entre la defensa y la ofensiva. Además, ordena las líneas y no sólo se encarga de marcar, sino que todas las pelotas pasan por él en la organización del juego. Foto: EFE
Lo importante
Llegó Marchesín