La historia de un grupo que se empezó a armar en 2002...

Una generación de jugadores que sigue sin colgarse un título

  • Messi, Mascherano, Agüero, Tevez, Di María, ganadores natos, figuras relevantes en sus equipos y protagonistas de la historia reciente de una selección que necesitaba el retorno a la gloria y ellos no pudieron conseguirla.
Una generación de jugadores que sigue sin colgarse un título

El que más decepciones tiene.

Mascherano se agarra la cabeza

ante una nueva negativa del destino a festejar un título con la selección mayor. El alma del equipo hace 12 años que juega en la Selección y le queda poco para cerrar su ciclo.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Santiago de Chile)

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Marcelo Bielsa se sorprendió en Corea-Japón con ese “5” sparring que metía en las prácticas con los mayores como si la pelota a ganar fuese tan determinante para su futuro. Empezaba a gestarse un símbolo de la selección con nombre y apellido: Javier Mascherano. El 16 de julio del 2003, Bielsa lo mandó a la cancha a su debut como profesional. Aún no había jugado ni un minuto en River. Su primer partido fue con la selección argentina, una situación parecida a la que había ocurrido en la década del 70, cuando el Flaco Menotti le daba titularidad a un suplente en River: Daniel Passarella. Unos meses después a Mascherano le tocó disputar el Mundial Sub 20 en Emiratos Árabes. Aquel equipo quedó eliminado en la semifinal con Brasil, pero Mascherano tuvo en el 2004 el gran gusto de ganar los Juegos Olímpicos de Pekín, aunque ese mismo año perdió la primera de sus finales de la Copa América.

Paralelamente se iniciaba el derrotero de Lionel Messi. Supo ser campeón mundial juvenil en Holanda con un conocido de los santafesinos sentado en el banco como entrenador: Francisco Ferraro. Junto a él, Biglia, Zabaleta, Garay, Gago y su amigo Agüero (dos veces campeón mundial juvenil) levantaban la copa. Beijing, en el 2008, fue la conquista olímpica de Lionel, con Sergio Romero, Ezequiel Garay, Pablo Zabaleta, Fernando Gago, Ángel Di María, Ezequiel Lavezzi, Sergio Agüero, Javier Mascherano y Ever Banega. Seis años más tarde, buena parte de ese plantel era incluido por Sabella en el debut ante Bosnia en Río de Janeiro por la copa del mundo de 2014. Pero antes, Messi quedaba a las puertas de una consagración en su primera Copa América, la de 2007 en Venezuela, cuando se perdió la final y el fracaso de aquella copa de nuestro país en 2011, la noche de los penales ante Uruguay en el estadio del barrio Centenario.

El viernes en la conferencia de prensa, el Tata Martino referenció a Alejandro Sabella. Fue un acto de pura honestidad intelectual del Tata, quien señaló a su antecesor como gran responsable del armado final de este plantel. Romero, Zabaleta, Demichelis, Rojo, Garay, Mascherano, Biglia, Di María, Messi y Agüero fueron jugadores clave en el andamiaje de ese equipo. Otamendi se quedó a las puertas, pero estuvo en el proceso, Higuaín fue suplente ahora pero titular casi indiscutido en el Mundial; Gago jugó mucho con Sabella, más que con Martino. Distintos matices pero un concepto bien claro: el de la continuidad.

Desde aquella aparición de Mascherano como destacado sparring en Corea-Japón hasta ayer, el proceso fue definiendo un estilo y una generación estupenda de jugadores, casi incomparable y a la que le estaba haciendo falta ganar algo trascendente. Triunfadores natos, individualmente fueron ganándose un alto prestigio. Messi inició rápidamente su escalada hasta convertirse, a no dudarlo, en el mejor jugador del mundo. Volvió Tevez. Y entre ellos dos, Higuaín y Agüero, llegaron a La Serena para acunar este sueño con la friolera de 146 goles en la temporada. Y Di María fue ese jugador de selección que todos conocemos, Demichelis la variante segura y solvente para el problema de salud de Garay, Zabaleta también tiene definitivamente ganada una consideración como un jugador de selección y Pastore, este cordobés de tranco largo, que apareció en la primera de Talleres de la mano de Ricardo Gareca (el técnico del merecido y revitalizante tercer puesto peruano) y se consolidó en ese equipo del “tiki tiki” de Cappa, terminó siendo un buen ladero para Messi, el encargado de convertirse en claro e inteligente nexo entre los de más atrás y los de más arriba.

El título se le volvió a negar justamente a ellos, ganadores natos, triunfadores, exitosos, acostumbrados a codearse con el éxito. No pueden con la celeste y blanca, al menos desde que sus edades los llevaron a dejar de ser chicos para convertirse en grandes.

 

El dato

La tercera

  • El seleccionado argentino perdió ayer ante Chile su tercera final consecutiva en Copa América luego de las caídas en Perú 2004 y Venezuela 2007 ante un mismo rival, Brasil. El equipo albiceleste, ganador de 14 títulos en la historia del certamen, perdió por penales en Perú contra Brasil. Los dirigidos por Marcelo Bielsa ganaban el partido, pero en el último minuto el delantero Adriano empató el encuentro 2-2. Luego, desde los 12 pasos el conjunto verdeamarelho venció por 4-2. En tanto, en Venezuela la derrota se produjo en los 90 minutos con la goleada 3-0 en contra con Alfio Basile como entrenador frente a los brasileños.

La clave

Otra oportunidad

  • Argentina tiene todavía una chance de jugar la Copa Confederaciones 2017 en Rusia, una especie de Mundial en miniatura que reúne a los mejores de cada continente, ya que si Alemania, actual campeón del mundo, gana la Eurocopa 2016 en Francia el equipo argentino se clasificará por ser subcampeón mundial.
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Otra vez falló el “9”. Como pasó ante Alemania el año pasado en el Mundial, nuevamente Higuaín tuvo la oportunidad más clara de gol y otra vez marró, esta vez llegando apenas tarde frente al arco libre pero con un ángulo cerrado. Foto: EFE

Lo importante

Llegada en silencio

  • El seleccionado argentino que ayer perdió por penales la final de la Copa América ante Chile regresó al país en la madrugada de hoy, en silencio y con mucha tristeza tras una nueva oportunidad desperdiciada de cortar la racha de 22 años sin títulos. El plantel retornó en un vuelo chárter desde Santiago de Chile y los jugadores se retiraron del aeropuerto de Ezeiza en micro, escoltado por la policía, con gestos apesadumbrados y naturalmente sin realizar declaraciones. Un puñado de personas llegó hasta la terminal aérea para saludar y alentar a los futbolistas, pese al frío de la madrugada.

"Para muchos a los que nos queda poco tiempo en la selección, era la posibilidad de ganar algo importante. Estamos muy dolidos porque creíamos que esta era nuestra copa”.

Ezequiel Lavezzi

Delantero de Argentina

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Una mala señal. Martino lo pone a Lavezzi por Di María, que se lesionó solo como pasó en Brasil 2014. Esa salida lo obligó al DT a dos cambios: éste de Lavezzi y después el de Banegas, porque el carril izquierdo estaba muy expuesto. Foto: Télam

Martino: “La derrota no significa nada respecto al futuro”

El entrenador del seleccionado de Argentina, Gerardo Martino, anticipó que la derrota en la final de la Copa América “no significa nada respecto al futuro” y anunció que seguirá “contando con estos 23 jugadores” de cara a las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018. “Siento mucha tristeza, merecimos un poco más, pero perdimos. Pero esto no cambia nada. Lo vamos a seguir intentando de la misma manera con estos futbolistas que están llorando en el vestuario”, reveló. “No brilló ninguno de los dos equipos, no hubo fluidez en el juego y a nosotros nos faltó convertir alguna de las tres chances que tuvimos”, agregó el rosarino. “Estoy a muerte con estos chicos. Tienen entrega, honestidad y lo sufren y necesitan. No se les dio pero lo seguiremos intentando sin ningún tipo de dudas”, afirmó.

Mascherano: “Esto es una tortura”

El mediocampista del seleccionado de Argentina Javier Mascherano describió como “una tortura” la derrota en la final de la Copa América. “No encuentro explicación para describir este momento. Es lo que toca. Hay que tragar saliva. Seré yo, quizás sea yo. Jugué tres finales (2004, 2007 y 2015) y perdí las tres. Ojalá que en el futuro el fútbol argentino pueda ganar. Esto es un karma, es una tortura”, afirmó Mascherano, con mucha tristeza y resignación, a la salida del vestuario del estadio Nacional de Santiago. “Veníamos de un golpe muy duro hace casi un año cuando perdimos la final del Mundial de Brasil y ahora esto. Pero estamos acá para poner la cara. El fútbol es así”, agregó el santafesino que juega en Barcelona de España. Mascherano también señaló: “Quiero disfrutar con esta camiseta como nadie, pero me toca sufrir. No le encuentro explicación”, reiteró. “Hicimos una buena Copa América, con buenos y malos momentos. En la final estuvimos a la altura de las circunstancias, pero otra vez nos faltó la cuota de suerte que tenés que tener en la final”, opinó.