editorial

  • Desde hace más de 9 años, los vecinos esperan ver concretadas las promesas realizadas durante tres gestiones de gobierno.

Ruta 1, la obra tan esperada

Cuando el socialismo llegó al poder en 2007 con Hermes Binner a la cabeza, nadie pensó que una obra de apenas 7 kilómetros de extensión, como la ampliación de la Ruta Provincial Nº 1, podía convertirse en un verdadero dolor de cabeza para dos gestiones de gobierno. Pero eso fue lo que ocurrió.

Existen diversos argumentos para explicar las demoras de los primeros tiempos. Sobre todo, por el hecho de que durante la última gobernación del fallecido Jorge Obeid, se puso en marcha un proyecto en el que no se habían tenido en cuenta aspectos fundamentales en una obra de esta magnitud, planteada en un terreno difícil y con problemas serios de escurrimiento de las aguas.

Pero antes de las elecciones de 2011, los socialistas incurrieron en las mismas equivocaciones que sus antecesores peronistas. Anunciaron un proyecto ambicioso, que incluía la pavimentación de colectoras, nuevas paradas de colectivos, rotondas y otras obras complementarias.

Sin embargo, después de los comicios de octubre de aquel año, Binner determinó que el presupuesto era demasiado elevado y ordenó que se replanteara el trabajo.

Una vez que el nuevo proyecto estuvo elaborado, se adjudicó el emprendimiento a una UTE conformada por tres empresas. El plazo de ejecución era de 18 meses, pero hasta noviembre de 2013 el avance de obras no llegaba siquiera al 10 por ciento de la totalidad de los trabajos.

Durante las últimas elecciones, muchos vecinos hicieron sentir al gobierno su malestar por las continuas demoras y por tantas promesas que no se concretaban en hechos.

En los últimos días, el gobernador Antonio Bonfatti aseguró que las obras tienen en estos momentos un avance de casi un 60 por ciento, por lo que las autoridades consideran que la ampliación de la ruta podría estar concluida en octubre de este año. Luego, habrá que esperar para que se realicen los trabajos en las colectoras que derivan el tránsito hacia zonas como Colastiné Norte, Villa California o San José del Rincón, donde el crecimiento poblacional de las últimas décadas fue realmente importante.

Los problemas que debió atravesar esta obra no sólo se reflejan en las evidentes demoras en los plazos de ejecución. Además, la situación se vio agravada por las falencias a la hora de implementar un correcto esquema de señalización e iluminación de una zona de alto tránsito.

Este fin de semana, por ejemplo, se generó un verdadero caos vehicular en la Ruta 1 y en el ingreso a la ciudad de Santa Fe por la Ruta Nacional 168. Tal como lo reflejó El Litoral, la situación derivó en una serie de accidentes que, sólo por fortuna, no tuvieron consecuencias graves.

El pasado domingo por la tarde, el tránsito fue a paso de hombre desde Villa California —por la Ruta 1— hasta la zona del Parque Tecnológico —por la Ruta 168. Además de los autos que participaron de al menos dos choques, otros se recalentaron y sufrieron desperfectos, por lo que debieron detener su marcha y permanecer sobre la cinta asfáltica.

Este tipo de inconvenientes se agrava durante los fines de semana. Sin embargo, los problemas para circular vienen provocando serios inconvenientes desde hace tiempo en toda la zona, sobre todo en los horarios pico.

Tanto es así, que la situación impactó directamente en el funcionamiento de comercios y restaurantes que, desde el inicio de esta obra, vienen padeciendo una baja pronunciada en el número de clientes. En algunos casos, se vieron obligados a cerrar sus puertas. Otros, soportan a duras penas, con la ilusión de que cuando los trabajos concluyan, los clientes retornen poco a poco a la zona de la costa.

El pasado domingo por la tarde, el tránsito fue a paso de hombre desde Villa California hasta la zona del Parque Tecnológico.