Murió en 1890 a los 37 años y era prácticamente un desconocido. Nunca había vendido uno de sus cuadros. Actualmente se lo venera como una estrella del rock y sus obras no tienen precio. Sólo un crítico contemporáneo dijo de él que había llegado para revolucionar la pintura. Y era cierto.
Autorretrato de Vincent Van Gogh de 1888. Foto: Archivo El Litoral