Causa narcotráfico

Piden que se eleve a juicio oral la causa contra Hugo Tognoli

El fiscal Mario Gambacorta y el titular de Procunar Diego Iglesias consideraron que existen pruebas “irrefutables” sobre la protección que daba el ex jefe policial a los supuestos narcos del sur de Santa Fe

 

Germán de los Santos

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El Ministerio Público pidió al juez Marcelo Bailaque que se eleve a juicio oral de la causa que tiene como principal imputado al ex jefe de la Policía de Santa Fe Hugo Tognoli por “connivencia” y “protección” a la banda que lideraba en el sur de esa provincia Carlos Ascaíni.

Tognoli permanece preso en el penal de Las Flores, donde enfrenta otra causa, que ya fue elevada a juicio en mayo del año pasado por el juez federal de Santa Fe, Francisco Miño, por las amenazas del ex titular de la Policía y otros efectivos y narcos contra Norma Castaño, quien había denunciado al uniformado por complicidad con las organizaciones narcocriminales.

Hace una semana los abogados del ex comisario reclamaron a través de un “habeas corpus” que se le otorgue la prisión domiciliaria a Tognoli, ante los “daños físicos y psicológicos irreversibles” que le provocaron su detención.

El fiscal federal Mario Gambacorta y el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad, Diego Iglesias, consideraron que durante la etapa de instrucción según informaron desde fiscales.org se logró construir “un cuadro fáctico prácticamente irrefutable” respecto de la connivencia y protección brindada por el ex jefe de la policía provincial a una banda narco liderada por Ascaíni.

De acuerdo a la investigación, Tognoli y otros uniformados de alto rango brindaban protección a Carlos Andrés Ascaíni, sindicado como jefe de una organización dedicada a la comercialización de drogas con base en la localidad de Villa Cañás. Esa protección consistía no sólo en liberar la zona para el accionar delictivo, sino también en facilitarle información que le permitía evadir la persecución de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en momentos en que esa fuerza federal lo buscaba. Según figura en la causa, que en un principio estuvo en manos del juez Carlos Vera Barros, Ascaíni llamó a la comisaría de Villa Cañás para averiguar quién lo seguía. Después, averiguaron con las claves del Registro Nacional de Propiedad Automotor que pertenecían a Tognoli que era un vehículo de la PSA que lo estaba siguiendo. Tras esa comunicación telefónica, un policía partió hacia donde se encontraba Ascaíni para interceptar y pedir identificación a quienes lo seguían, de tal forma de facilitar la evasión.

Los efectivos federales investigaban a Ascaíni porque era el mayor distribuidor de las localidades del sur provincial, como Venado Tuerto, Rufino y Firmat. Esa organización podía sostenerla con una aceitada connivencia con la policía de Santa Fe.

Decisión

Unos meses antes, según el expediente, Tognoli quien según diversos testimonios recibía de los narcos 30.000 pesos mensuales como retribución por sus servicios removió del cargo a un comisario que había mostrado interés en investigar a Ascaíni.

En el requerimiento de los fiscales encuadraron el accionar de Tognoli y Fernández bajo el delito de “tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio, doblemente agravado por haberse cometido con la concurrencia de tres o más personas organizadas para tal fin y por sus condiciones de funcionarios policiales, y en calidad de coautores”. El pedido de juicio oral incluye también al cabo Alfredo Quintana considerado partícipe necesario- y al abogado y funcionario de la policía provincial Oscar Alberto Ledesma, sospechado de haber omitido denunciar a responsables del tráfico de drogas que operaban en la localidad santafesina de Firmat.

La causa que tiene a Tognoli como procesado donde la Unidad de Información Financiera (UIF) es querellante tiene incorporadas otras causas en las que están imputados los líderes de la venta de drogas en el sur provincial, como Aldo César Orozco y Ascaíni. Según surge de las transcripciones telefónicas, Orozco se dedicaba al narcotráfico “vendiendo todo tipo de sustancias estupefacientes, especialmente cocaína, como así también marihuana y LSD, contando para tal fin con gente de su mayor confianza, que oficiaban de vendedores y soldaditos”. La investigación determinó la vinculación entre Orozco apodado ‘Totola’- y Ascaíni, entre quienes se habría verificado una relación “a nivel de jefes de bandas opuestas pero no rivales, sino de distintos territorios”. Entre ellos, se advirtieron operaciones de compra-venta e intercambio de distintos tipos de estupefacientes. De este modo, además de Ascaíni y Orozco, el pedido de juicio oral incluye a una veintena de acusados de integrar con distintos niveles de participación- las organizaciones narcocriminales.