Evitó especulaciones sobre su continuidad al frente de Educación

El futuro de Balagué: “Siempre acepté los desafíos propuestos”

Mariela Goy

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“Cualquiera de los ministros, secretarios y subsecretarios de Antonio Bonfatti podría integrar mi gabinete”, es la frase que se le escucha decir al gobernador electo Miguel Lifschitz. Ante el hermetismo sobre la conformación del próximo gabinete provincial, la actual ministra de Educación, Claudia Balagué, evitó especulaciones sobre su continuidad. “No hay definiciones con respecto a los nuevos equipos; esto requiere de varias reuniones del Frente Progresista, y yo estoy de acuerdo con que aún no haya nombres”, dijo la funcionaria a El Litoral.

Según consideró, “faltan cuatro meses para terminar esta gestión y cualquier nombre que surgiera ahora, de alguna manera incomodaría a los ministros que estamos en gestión. Nosotros tenemos mucha tarea por delante todavía y hay que consolidar las líneas que venimos llevando a cabo desde hace 4 años. Así que es muy apresurado a esta altura del año hablar de los próximos funcionarios”.

Ante la consulta de si tendría ganas de seguir dirigiendo la cartera educativa provincial, Balagué contestó:

“Es que no depende de las ganas. Yo participo de un proyecto político desde hace muchos años y me han tocado distintos roles de gestión. He trabajado en ámbitos universitarios, de la salud, educativos de distintos niveles, y la verdad es que siempre he aceptado desafíos en función de ese proyecto político.

“Por supuesto que ahora se da esta maravillosa continuidad del Frente Progresista por la cual hemos trabajado mucho y que nos parece que está cambiando la provincia de Santa Fe. Son cambios profundos que requieren de tiempo para su consolidación. Y siempre que me han propuesto estos desafíos los he aceptado”, reiteró la funcionaria, dejando abierta la posibilidad de aceptar una proposición de continuidad.

Finlandia y salarios

—De continuar en la gestión, va a tener el desafío de convertir a Santa Fe en la próxima Finlandia.

—Esa fue una frase que impactó mucho. Lo que planteó Miguel Lifschitz es que Santa Fe debe tener la mejor calidad educativa de toda la Argentina. Hoy Finlandia está reconocida en el mundo por sus políticas innovadoras. Es una experiencia que hay que tomarla y analizarla, pero esto no quiere decir copiar Finlandia, sino ver qué se puede trasladar y qué no, y hacerlo “a lo santafesino”, como siempre hicimos las cosas en educación y que nos viene dando buen resultado.

—Ahora los docentes van a recibir con julio la segunda parte del aumento salarial (ver aparte), pero hay provincias que piden reabrir la discusión ¿Qué pasará en Santa Fe?

—En Santa Fe hacemos una sola paritaria salarial, pero siempre decimos que esto no significa cerrarla para otros temas, que se siguen trabajando como, por ejemplo, concursos docentes. Siempre nos ha dado resultado trabajar lo salarial en una etapa del año. Además, Santa Fe tiene uno de los mejores salarios docentes del país, sino el mejor, así que en ese sentido no hay nuevos reclamos gremiales.

Aumento de julio

Con el salario de julio, a percibirse los primeros días de agosto, se pagará la segunda parte del acuerdo salarial con la docencia. El maestro de grado que recién se inicia recibirá $ 803 más de bolsillo (un 12,29 % de aumento con relación al salario febrero); el maestro de grado con la antigüedad máxima recibirá $ 1.270 (14,12 %); y un director, $ 1.424 de aumento.

Los datos fueron aportados por Rodrigo Alonso, de Amsafe la Capital, quien explicó, además, que “si bien se terminan de percibir las cuotas de $ 240 por ropa de trabajo, el Incentivo Docente -Fonid- se duplica a partir de agosto por el acuerdo paritario nacional. De $ 255 se va a $ 510”. De esta manera, al “reemplazarse” una suma por otra, el docente no percibirá un impacto negativo en su bolsillo, sino que quedará con un saldo a favor de $ 15 desde septiembre.