Editorial

  • Ampliarán el servicio de oncohematología, lo que permitirá alojar a más niños, mejorar la infraestructura y el equipamiento.

Buena noticia para el Orlando Alassia

Aun con sus problemas y falencias, el hospital de niños Orlando Alassia representa una institución pública que bien puede llenar de orgullo a los santafesinos. No sólo porque se trata del principal centro de atención pediátrica de todo el centro norte provincial sino, además, por la calidad de sus profesionales y por la tarea que allí realizan distintas organizaciones no gubernamentales dispuestas a colaborar con la atención de los chicos.

La historia del hospital no tuvo comienzos fáciles. De hecho, apenas se habían cumplido cuatro años desde la inauguración del edificio cuando, a fines de abril de 2003, sus instalaciones quedaron literalmente sumergidas bajo las aguas del río Salado.

Seguramente, en muchos todavía permanecen latentes las imágenes de aquellos intentos desesperados por proteger al hospital del avance del río, hasta que todos comprendieron que las bolsas de arena no sería capaces de contener la fuerza de las aguas.

Pero cuando la tragedia pasó, se inició un verdadero proceso de reconstrucción que hoy permite que la ciudad y gran parte de la provincia cuenten con un hospital que cumple con una función trascendental. Incluso, pacientes de provincias limítrofes llegan a Santa Fe para ser atendidos en el Alassia.

En los últimos días, se conoció que el 1º de octubre comenzarán las obras de traslado y ampliación del servicio de oncohematología, que permitirá alojar a más de 30 chicos, contará con modernos equipamientos e infraestructura de calidad. El anuncio surgió luego de una iniciativa del Consejo de Administración del Hospital y la Fundación Mateo Esquivo, que colabora con la institución.

Hace años que esta fundación viene trabajando para colaborar con un área tan sensible del hospital, reclamando además a las autoridades provinciales una serie de decisiones para elevar la calidad de la atención.

La Fundación Mateo Esquivo merece un reconocimiento muy particular. Cuando el 10 de febrero de 2008 Mateo, de apenas tres años, falleció en el hospital víctima del cáncer, sus padres tomaron la invalorable decisión de transformar todo su dolor en acciones tendientes a colaborar para que otros niños contaran con mayores posibilidades de recuperación. Y vaya si lo lograron.

El Orlando Alassia cumple, además, un rol esencial en la atención de las emergencias. Cada niño menor de 14 años que resulta accidentado, que sufre las consecuencias de la inseguridad o que presenta un cuadro que requiere atención inmediata, es automáticamente derivado a este hospital. Y en todos los casos, recibe la misma calidad de atención.

Para aquellos casos de familias que llegan desde otros puntos de la provincia porque sus chicos deben permanecer internados, existe la posibilidad de alojamiento en La Casa de las Madres, un hogar creado en noviembre de 2003.

Se trata de una institución que depende del Alassia y de la fundación que lleva el mismo nombre. Entre ambas entidades se realiza el mantenimiento y la provisión de insumos en general para la casa y su funcionamiento diario: el recurso humano -que depende del Ministerio de Salud-, las raciones de comida y los diversos insumos que provee el nosocomio.

Finalmente, vale resaltar el vínculo generado entre el Orlando Alassia y distintos sectores de la sociedad civil que, a su manera, trabajan para colaborar con la atención de tantos niños.

Vale resaltar el vínculo generado entre el Orlando Alassia y distintos sectores de la sociedad civil.