Pulsos de la política provincial

Candidatos, ¡ojo con El Niño!

Por Darío H. Schueri

A partir de modelos realizados en los EE.UU., expertos climatólogos anticipan que para el mes de octubre en que los argentinos estaremos eligiendo al presidente de la República, recrudecerá el fenómeno climático denominado El Niño (que durará hasta abril del 2016) con intensas lluvias, que en la zona central de la pampa húmeda (que incluye el sur de nuestra provincia) podrían provocar inundaciones similares a las que hoy asuelan el norte de Buenos Aires y el sur-suroeste de Santa Fe.

No será un tema menor para el gobernador Antonio Bonfatti y su sucesor Miguel Lifschitz, quienes deberán reforzar las áreas de Defensa Civil y Desarrollo Social. Hidráulica sería ocioso: lo que no se hizo no se hará con campos y caminos anegados. En esta capital, sería conveniente que el intendente José Corral mantenga aceitado el sistema de gestión de riesgo, y vaya previniendo a los vecinos que habitan zonas vulnerables que se preparen para momentos complicados.

De allí que todos los análisis y ecuaciones sobre las recientes elecciones podrían sucumbir ante el estado de ánimo de los votantes en ese momento; sobre todo cuando uno de los candidatos a presidente -Daniel Scioli- ya tuvo que declarar la emergencia hídrica en gran parte de su provincia.

Sería suicida para su principal contrincante -Mauricio Macri- aprovecharse de las desgracias climáticas vaticinadas para obtener rédito político. El agua que inunda no distingue “pelo ni marca”, y una sociedad desesperada puede enfilar para cualquier lado.

Lo que pasó el domingo

Resulta un dislate autocomplaciente y engañoso, comparar el resultado de las elecciones nacionales con boleta sábana del último domingo con las provinciales de boleta única. Por supuesto que es echar mano de una teoría contrafáctica preguntarse cómo le hubiera ido por ejemplo a Hermes Binner con la boleta única santafesina. Lo mismo cabría para Omar Perotti.

Lo cierto es que el domingo se votó con la tradicional sábana presidencial, lapidaria para las aspiraciones del FPCyS santafesino, que por esos insondables vericuetos de las alianzas de sus partidos signatarios, no tuvo más remedio que ir a las urnas con una traicionera “boleta corta” encabezada por Hermes Binner, quien fue literalmente arrollado por las sábanas de cinco cuerpos encabezadas por los presidenciables. Hasta la dupla internista Massa-De la Sota se aprovechó de la debilidad frentista santafesina.

La tijerita de Caballero Martín

El ex dirigente y legislador nacional y provincial del PDP Carlos Caballero Martín, quien en 1995 consiguió la banca de diputado nacional con una boleta de un solo cuerpo, propiciando el corte ante la descomunal presencia de las imponentes sábanas de Menem-Duhalde (PJ), Massaccesi-Hernández (UCR) y José Bordón-Carlos “Chacho” Álvarez (Frepaso) contó que “para lograr la hazaña impusimos una intensa campaña electoral basada en un cambio cívico-cultural del corte de boleta”.

Caballero Martín recuerda que “el secreto estuvo en la excelente campaña publicitaria diseñada por el publicista Gabriel Dreyfus, quien no nos cobró la creatividad porque simpatizaba con el PDP, basada en la simbólica imagen de una tijerita, que luego repartimos de a miles en las principales ciudades. Y así fue como impusimos la cultura del corte; si Binner quiere recuperar terreno el 25 de octubre tendrá que hacer lo mismo”, aconseja.

Hoy, retirado de las lides políticas, Caballero Martín señala como punto neurálgico para que funcione este sistema el “desideologizarse”. Y agrega: “Nosotros repartíamos junto a nuestra boleta de diputado nacional la que quisiera la gente a presidente, porque lo importante era que cortaran el último cuerpo de diputados de las sábanas de Menem, Massaccesi y Bordón y pusieran nuestra boleta”, memoró el actual presidente del Club del Orden de Santa Fe.

Radicales en acción

Precisamente, los radicales tomaron nota de que la única manera de revertir el patético resultado del pasado domingo será imitar la estrategia de Caballero Martín. José Corral fue el primero en anunciar que cumplirá con lo resuelto por la Convención nacional partidaria, y tras las Paso, en las que votó al correligionario Ernesto Sanz, ahora usará la “tijerita” uniendo a los tres cuerpos del FPCyS encabezados por Hermes Binner, con los dos primeros de Macri presidente.

El vicegobernador Jorge Henn, junto al intendente de Santo Tomé y diputado provincial electo Fabián Palo Oliver, anunciaron que no comparten esa decisión; mientras que el sector MAR, si bien la considera “razonable” aguarda -y anuncia- un “gran debate” dentro del partido para luego, con una posición política unificada hacia adentro y con el socialismo, enfilar hacia Buenos Aires y sentarse ante la cúpula partidaria primero; y luego, con Mauricio Macri, para acordar estrategias y retribuciones en caso de resultar presidente el alcalde porteño.

El flamante sector NEO, encabezado por el senador Felipe Michlig, no duda en afirmar que militar la candidatura de Macri junto a Binner-Marcucci le podría aportar al FPCyS como mínimo “el doble de votos” obtenidos el último domingo (209 mil). Los más esperanzados milagreros opinan que hasta podrían hacerlo senador al ex gobernador y actual diputado provincial.

En el socialismo, sólo repiten que de la misma manera en que el radicalismo se atendrá a las decisiones orgánicas del partido, ellos seguirán acompañando la candidatura de Margarita Stolbizer junto a Hermes Binner. Realistas, opinan que será muy difícil enfrentar las sábanas presidenciales polarizadoras de Scioli y de Macri y el consecuente desgrane de los votos de la interna Massa-De la Sota, que podrían repartirse en el mejor de los casos en partes iguales hacia las sábanas completas de los actuales gobernador bonaerense y jefe de gobierno porteño.

Santa Fe tuvo un bajo porcentaje de asistentes a las urnas (66%); las cavilaciones giran en torno de la inclinación de los 250 mil nuevos votantes que se presume irán el 25 de octubre a las urnas, entre ellos quizás muchos jóvenes que el domingo brillaron por su ausencia, aseguran allegados al Frente.

Entre tanto, Perotti confía en los “votos afluentes”. Y Carlos Reutemann, en el arrastre independiente.

El peronismo santafesino orilló el 30 por ciento en las elecciones provinciales con los votos que apoyaron la candidatura de Omar Perotti, dirigente que el pasado domingo se acercó, con la ayuda de Daniel Scioli, al histórico piso del 35 por ciento (34,30%). ¿Cuánto más crecerá? Los votos que le aporten los peronistas que optaron por José Manuel de la Sota en la interna de UNA (140 mil), suponiendo que aquellos que ensobraron la sábana de Sergio Massa (226.000) seguramente insistan con el tigrense; o muden hacia Macri.

Carlos Reutemann es definitivamente el gran oportunista de la política que tiene la sapiencia, en un universo poblado de atropellados, de otear el horizonte con reflexiva serenidad. No se equivocó cuando decidió jugar dos décadas políticas prestigiosas a un pleno, insistiendo con la tercera senaduría junto al PRO, que acababa de perder la gobernación en Santa Fe.

Había reparado que una cosa es la boleta única y otra -muy diferente- la sábana presidencial. Astuto como pocos, no sólo adosó su nombre a la sábana de Mauricio Macri (quien obtuvo 431 mil votos), sino a la de Elisa Carrió (57 mil votos) con lo cual logró más de 439 mil votos; un poco menos que los 530 mil de Cambiemos para presidente.

Y ahí está, a las puertas de la tercera senaduría nacional por la escudería PRO, que aún mastica la bronca por no haber sentado en el sillón del Brigadier a Miguel Torres del Sel por culpa, según algunos dirigentes, del propio Carlos Reutemann y sus inoportunas declaraciones a una semana de las elecciones.

Cuando los políticos sospechan que los astros no se alinearán a su favor, lo usual es que los candidatos recurran a la trillada muletilla del “final abierto”. En este caso, tiene más vigencia que nunca.

Cuando los políticos sospechan que los astros no se alinearán a su favor, lo usual es que los candidatos recurran a la trillada muletilla del “final abierto”. En este caso, tiene más vigencia que nunca.