Economía golpeada
Economía golpeada
Crisis en Paraná Metal: 180 telegramas de despido
De la redacción de El Litoral
Corresponsalía Rosario
Paraná Metal, emblemática empresa metalúrgica de Villa Constitución, está en la cuerda floja desde hace mucho tiempo, pero durante los últimos días la situación parece haberse agudizado. Ayer, la firma que adquirió el grupo Indalo, capitaneado por el empresario Cristóbal López, empezó a enviar 180 telegramas de despido. En los próximos 60 días, la conducción de la fundición tomará una decisión sobre el futuro de la compañía.
Este nuevo capítulo de la crisis en Paraná Metal se conoció un día después de que afloraran los problemas en General Motors. La automotriz decidió paralizar la producción los dos últimos días hábiles de agosto y todos los lunes de septiembre, como consecuencia de la caída de ventas de autos a Brasil, que durante el último año cayeron de 40 mil a 23 mil unidades.
“Teniendo en cuenta los cambios en el sector automotor a nivel mundial, y en particular del Mercosur, la empresa toma el desafío de redefinir su plan estratégico al nuevo contexto. Paraná Metal trabaja en el sector de autopartes desde hace muchos años y buscará adaptarse a los cambios que el mundo y el mercado le van proponiendo. Se tomará el lapso de 60 días para evaluar el futuro de la compañía. Durante este plazo, se preavisará a los empleados de la posible finalización del vínculo laboral entre las partes”, señala un comunicado difundido anoche por la firma.
En noviembre de 2012 la presidenta Cristina Fernández participó del relanzamiento de la empresa en manos del grupo Indalo. A través de una videoconferencia, la jefa de Estado les dijo a los trabajadores: “En la articulación del capital y el trabajo está el secreto del modelo y su sustentabilidad en el tiempo, que es lo que necesitamos”.
“Readecuación”
A la par de comunicar el estado de incertidumbre sobre el futuro de la empresa, los directivos de Paraná Metal empezar a enviar telegramas de despido. Llegaron 180 comunicaciones para interrumpir el vínculo laboral de parte del plantel de la fábrica a partir del 31 de octubre, según lo confirmó la Unión Obrera Metalúrgica. En rigor, esta decisión significa desprenderse de casi todos los empleados ya que actualmente en Paraná Metal trabajan 205 personas.
“Nos dijeron entre líneas que la intención no era cerrar, pero sí que habría una impasse para readecuar su situación, ya que con el nivel de producción que está manteniendo es muy difícil sostenerse. Sabemos que es una empresa que necesita una producción de entre 1.000 y 1.200 toneladas para ser competitiva y sustentable, y que hoy está en el orden de las 250 toneladas‘, explicó el secretario general de la UOM, Héctor Ibarra.
El dirigente sindical admitió que la situación “es muy complicada”. “Se recibieron 180 telegramas de preaviso, pero no dejan de ser despidos. Si no hay ninguna solución al 31 de octubre se transformarán en cesantías. De los 180, tenemos 143 afiliados a la UOM”, afirmó Ibarra.
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