Apartamento desvalijado en barrio Mariano Comas

“No me dejaron ni los cubiertos”

• Lo dice un joven que alquila un departamento en Dgo. Silva al 2900. Los ladrones se llevaron costosos equipos de fotografía, dinero y ropa, entre otras cosas.

Danilo Chiapello

[email protected]

“La verdad que se llevaron el fruto de varios años de ahorro”, dice Lucas Galli mientras acomoda papeles en su escritorio del gremio Atsa, donde trabaja como empleado administrativo.

Con estas palabras Lucas se refirió al robo que sufrió en el departamento que alquila junto a su novia, en Domingo Silva al 2900.

Fue durante la mañana del miércoles que autores ignorados se ganaron dentro del inmueble y sustrajeron gran cantidad de elementos de valor, además de dinero.

“No me dejaron ni los cubiertos”, comenta con asombrosa calma este joven que además de su labor como oficinista, se gana unos pesos “extra” como fotógrafo social.

“El miércoles a la tarde me llaman del consorcio para avisarme que habían visto la puerta de mi vivienda barreteada. Cuando llego al lugar encuentro todo hecho un caos. Cajones por el suelo, los roperos abiertos, un desorden infernal en todo el departamento. Lo primero que busco es un dinero que teníamos con mi novia ahorrados y constato que el sobre no estaba.

Luego voy a mi cuarto donde tenía todos mis equipos para fotografía y ya no había nada. Mientras me comunicaba con mi novia comencé a revisar y me di cuenta de que nos faltaban otros objetos, también la ropa. Me llevaron hasta los cubiertos de cocina.

Más adelante el joven precisó los implementos fotográficos que le fueron sustraídos. “Una Nikon D 90, con tres lentes. Un 18.105; un 50 milímetros y un 70.300. También un flash; un disparador; baterías y cargadores. En fin, se llevaron el fruto de varios años de ahorro. Porque yo además de mi trabajo administrativo, los fines de semana hago unos pesos “extra” como fotógrafo social.

“Creo que esto ocurrió entre las 9 y las 10 de la mañana”, agregó. “Un vecino del complejo había pasado antes y vio que la puerta no estaba cerrada del todo. Pero pensó que habíamos salido a hacer algún mandado ahí nomas. Al rato regresó y vio que la puerta seguía entreabierta. Se asomó y vio todo el desastre. Entonces llamó a la policía.

Por último Lucas sostuvo que “todo esto me obliga a un cambio de vida. Es la segunda vez que me roban. Ahora estoy con las averiguaciones para poner, más trabas, más rejas y alarmas”.

No es la primera vez que roban en este complejo de departamentos.

Yo hace dos meses que vivo acá. Antes estábamos en otro departamento en pleno centro, cerca de la Municipalidad. Pero nos tuvimos que ir porque los ‘muchachos’ a la noche estaban a full con el tema de la droga.

Entonces decidimos irnos”, culminó.

Cambio de vida. “Después de lo que pasó ahora estoy obligado a poner rejas, trabar las puertas y agregar alarmas”, sentenció Lucas.