Publicaciones

Una biografía inesperada

18-img463.jpg
 

Por César Celis

Inesperada, sin duda, sobre todo para el implicado, esta biografía de Horacio Verbitsky, que de todos modos no sólo atañe al personaje sobre el cual el libro presenta documentaciones para demostrar que fue Doble agente sino a todo el sistema ideológico-político-económico del que actualmente forma parte y del cual fue y es una figura de primer plano. Atañe a toda esta “década ganada” porque resulta imposible dejar de asociar las oscuridades siniestras que plantea el libro de Gabriel Levinas (con la colaboración de Marina Dragonetti y Sergio Serrichio) con el actual gobierno nacional.

En el prólogo, Alejandro Katz menciona que, entre otras cuestiones, si es importante hacer público estos antecedentes es debido a la función pública de Horacio Verbitsky. “Dos razones, en mi opinión deciden este asunto. En primer término, si esa persona tiene, en la actualidad, una función pública, y si ésa es una función pública que inciden en la lectura, la valoración y, más aún, el juicio ético y penal sobre lo ocurrido en aquellos años. Y en segundo término, que esa persona tenga un discurso público sobre lo que otros hicieron, o no, en aquellos años”.

Verbitsky, que tuvo un rol destacado en la militancia revolucionaria setentista, resulta que, como sostiene este libro, tuvo un papel destacado (o por lo menos, confuso) a lo largo de la dictadura. ¿Y ahora? En nuestro tiempo es un juez inclemente y fanático sobre lo sucedido en aquella época espantosa de la Argentina, cuando se logró dividir a los argentinos con la violencia, una división que al parecer sigue siendo el programa político de algunas facciones.

“Ésta es una historia de espías, topos, revolucionarios y cultores de la concepción ‘si tengo razón, todo vale’”. Así comienza esta biografía inesperada de Horacio Verbitsky. “Las inexplicables alianzas y conspiraciones antidemocráticas, la lucha revolucionaria, el periodismo de filtraciones, el oportunismo, los carpetazos y su discurso sobre los derechos humanos le han dado a Verbitsky un poder inusitado”.

Preguntas cruciales ocuparon al equipo que está detrás de este libro: “¿Puede una persona pasar de comisario político frigerista a segundo jefe de Inteligencia en Montoneros? ¿De complotar contra el presidente Arturo Illia a cobrar dinero del general Juan Carlos Onganía, el dictador que derrocó al gobierno constitucional? ¿De escapar de la feroz persecución y represión de 1976 a trabajar para la Aeronáutica desde 1978 hasta 1982, ‘protegido’ por el comodoro Juan José Güiraldes y caminando diariamente por el centro de Buenos Aires durante los años más duros de la dictadura del general Jorge Rafael Videla? ¿De ser parte del grupo de Inteligencia que planeó la mayoría de los operativos más sonados de Montoneros a ayudar a redactar los discursos de los jefes de la Fuerza Aérea y negar su pertenencia al grupo guerrillero frente a un juez durante la democracia? ¿De luchar para condenar a represores a instalar cuatro décadas después a uno de ellos en lo más alto de un gobierno al que apoya casi con fanatismo?

“Heredero y albacea de Rodolfo Walsh por decisión propia, se convirtió en el verdadero viudo del autor de Operación Masacre, desplazando a los familiares de su ex jefe. Apareció incluso como el único autor del libro Ezeiza, cuya investigación fue realizada por un equipo encabezado por Susana ‘Pirí’ Lugones y Walsh, entre otros”.

He ahí en resumen lo que este libro revela: cómo Horacio Verbitsky, en su rol de “periodista, operó a favor del golpe contra Illia y cobró del gobierno de facto de Onganía. Trabajó en la redacción de Clarín mientras era parte de la Inteligencia montonera. Vivió en Buenos Aires durante toda la dictadura y colaboró con la Fuerza Aérea. Fue el gran denunciante de la corrupción menemista y el gran encubridor de la kirchnerista. Adalid de los derechos humanos, apoyó tres ascensos del general Milani”. Publicó Sudamericana.