Un disparo en la cabeza

Crimen en Barranquitas

La víctima tenía 27 años. Recibió un balazo en la cabeza en circunstancias que aún no fueron esclarecidas.

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Tras el suceso, familiares del occiso protagonizaron incidentes en el hospital Cullen, que obligaron a la intervención policial. Foto: El Litoral/archivo

 

Redacción de El Litoral

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Un hombre de 27 años recibió un disparo en la cabeza este domingo por la noche y murió antes del fin del día en el Hospital José María Cullen.

No trascendieron detalles de lo ocurrido ni tampoco se sabe si hay alguna persona sospechada de ser el autor del ataque que terminó con la vida de Ezequiel Arnol este domingo a las 23.

El joven regresaba a su casa cuando sus familiares lo vieron caer desplomado al piso. Pensaron que estaba alcoholizado y cuando se acercaron observaron que le salía una importante cantidad de sangre de la cabeza. Fue trasladado en un auto particular y cerca de las 20.40 ingresó al hospital donde, a pesar de los incansables intentos de los médicos por salvar su vida, falleció a las 23 de la víspera.

Tenía una herida de arma de fuego cuyo proyectil ingresó por el costado izquierdo del cráneo y salió por el derecho.

Sus familiares no pudieron brindar datos sobre algún presunto atacante. Voceros policiales detallaron que aseguraron que el joven no tenía diferencias con nadie en el barrio y que suponen que lo mató una bala perdida.

Prosiguen con las investigaciones la fiscalía en turno, la Policía de Investigaciones y personal de la seccional Nº 28 con distrito en la zona.

Incidentes

Tras el cruento suceso, hubo incidentes en la guardia del hospital Cullen.

En diálogo con LT10, Gabriel Martínez Door, jefe de Guardia del Cullen, expresó que “ayer por la noche ingresó un joven con una herida de bala en el cráneo que posteriormente falleció. Los familiares intentaron agredir a los médicos. Por este motivo, tuvo que interceder la policía y trabajamos toda la noche con custodia policial”.

Además, Gabriel Martínez Door agregó que “estamos muy preocupados porque lo de anoche fue muy violento. Esta gente rompió una puerta e ingresó con intenciones de agredir. No podemos esperar a que lastimen o maten a un médico. Muchas veces, esta gente viene drogada o alcoholizada”, dijo.