editorial

  • Quemaron un utilitario municipal frente al Ministerio de Seguridad y al Ministerio Público de la Acusación.

Otra muestra de impunidad

Decir que en la ciudad de Santa Fe parece realmente sencillo incendiar vehículos estacionados en las calles y no sufrir ninguna consecuencia por ello, puede resultar una afirmación bastante obvia. De hecho, en lo que va del año, alrededor de 130 autos terminaron siendo consumidos por las llamas en distintos barrios -27 de ellos en un depósito policial- y no hay un solo detenido.

Sin embargo, lo que acaba de suceder realmente colma la capacidad de asombro. Cerca de las 2 de la mañana de este viernes, desconocidos arrojaron un elemento incendiario contra un utilitario que normalmente conduce el secretario de Control de la Municipalidad.

Y no sucedió en cualquier lugar. El hecho se produjo nada menos que frente a los edificios donde funcionan el Ministerio de Seguridad de la provincia y el Ministerio Público de la Acusación. Es decir, en las narices de los encargados de prevenir y de investigar los delitos. Pero eso no fue todo: además, el incendio se dio a escasos metros del cuartel de los Bomberos Zapadores.

Lo ocurrido se pareció a una broma de mal gusto. O, en realidad, tiene todas las características de un mensaje perfectamente planeado y dirigido. Así lo reconoció, incluso, el fiscal que viene investigando estos casos.

Existen, al menos, dos antecedentes sobre situaciones similares durante los últimos tiempos en la ciudad de Santa Fe, relacionados también con funcionarios municipales.

A principios de abril de 2013, desconocidos incendiaron el auto del entonces responsable de la Justicia de Faltas municipal. Para lograr su cometido, arrojaron una bomba molotov desde un vehículo hacia el automóvil que se encontraba estacionado en el garaje de la vivienda del funcionario.

En junio del mismo año, fue el turno de un automóvil utilizado por el intendente José Corral. El vehículo estaba estacionado frente a su casa cuando arrojaron otra bomba molotov que terminó envolviéndolo en llamas.

Aquel hecho se produjo en el preciso momento en que la Municipalidad había clausurado un par de boliches bailables por no respetar las normas vinculadas con el ingreso y el expendio de bebidas alcohólicas a menores de edad. Ahora, el incendio del utilitario ocurrió a pocas horas de que venza el plazo para que los boliches de la zona del centro deban trasladarse hacia la vera de la Ruta 168.

De todas maneras, el intendente acaba de considerar que, según su punto de vista, el último hecho no está relacionado con este tema. Y si bien reconoció que se trata de una suerte de “mensaje”, no dio demasiadas pistas acerca de cuáles son sus hipótesis.

Claro que no le corresponde al intendente hacerlo, sino a la Policía y a los investigadores. En este sentido, los antecedentes no despiertan demasiado optimismo, ya que los hechos ocurridos durante 2013 nunca fueron esclarecidos.

Tampoco están resueltos los 130 incendios de automóviles en la vía pública que se registran en la ciudad desde marzo de este año. Resulta verdaderamente llamativo que, en ningún caso, las decenas de cámaras de seguridad instaladas hayan podido registrar una sola imagen que permita dar con los sospechosos.

Los hechos no sólo vienen golpeando a las víctimas directas de los incendios y generando situaciones de riesgo para la ciudadanía en general sino que, inexorablemente, terminan incrementando la angustiante sensación de indefensión e impunidad.

Tampoco están resueltos los 130 incendios de automóviles en la vía pública que se registran en la ciudad desde marzo de este año.