Un circuito donde resuenan los pasos del Papa Francisco

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De la Redacción de El Litoral

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Pocos espacios jesuíticos de la Argentina conservan la vitalidad que exhibe el Colegio de la Inmaculada Concepción, el establecimiento educativo más antiguo del país (se inició en 1610 en Santa Fe la Vieja).

En el cuerpo edilicio tantas veces modificado, se inauguró en marzo del año que termina, un recorrido interno de la manzana jesuítica con estaciones que evocan la vida cotidiana del maestrillo Jorge Mario Bergoglio durante 1964 y 1965, sus dos primeros años de magisterio en el camino que lo llevaría al sacerdocio.

Facilitan el recorrido del circuito -que admite variantes de circulación- paneles informativos, moderna señalética y adecuada iluminación. Así, el visitante puede asomarse a la habitación en la que el ahora Papa Francisco pasaba sus noches; la capilla doméstica en la que a hora temprana rezaba sus oraciones; el comedor donde compartía el pan con la comunidad ignaciana; el patio del Sagrado Corazón, espacio íntimo para solaz y meditación de los religiosos. Asimismo, en el sector norte, el Patio de los Naranjos, donde compartía momentos con los alumnos; la iglesia de Ntra. Sra. de los Milagros, donde rezaba ante la imagen de la Inmaculada Concepción; y en el primer piso, la biblioteca, en la que solía saciar su necesidad de lectura. En verdad, muchos rincones de la manzana -salvo los que han sido demolidos y reemplazados por edificios modernos- retienen memorias de su presencia, memorias a las que esta lograda intervención les confiere nueva fuerza. Transcurridos nueve meses de la puesta en marcha, miles de personas han vivido una interesante experiencia que no deja de actualizarse y ampliarse. Buena respuesta al impulso originario de monseñor José María Arancedo, rápidamente apoyado por el rector del colegio R.P. Leonardo Nardín S.J; el Concejo Municipal de Santa Fe; el Gobierno de la Ciudad; la Secretaría de Turismo de la provincia, grupos de colaboradores vinculados con la historia y empresas como Sancor Seguros, Pilay S.A. y Musimundo, cuyos aportes económicos contribuyeron a solventar la puesta.

PATIO DE LOS NARANJOS

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El Patio de los Naranjos representa para la Comunidad Jesuita un espacio de encuentro y de actividades recreativas, como solían serlo las proyecciones de cine al aire libre realizadas en verano años atrás.


CUADRO DE LA VIRGEN

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La reconocida devoción mariana de Jorge Bergoglio, hoy Francisco, lo llevó a rezar a menudo ante el cuadro de la Inmaculada Concepción que preside el altar mayor de la iglesia. Por añadidura, se trata de la primera pintura de autor conocido, realizada en el territorio de la actual Argentina. La ejecutó el hermano jesuita Louis Berger en 1634, en el primitivo asiento de la ciudad.

IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LOS MILAGROS

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La primitiva fachada colonial española aún conserva una placa, indicando el año de origen en 1660.

La Iglesia fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942.

En el centro de la nave se encuentra el cuadro de Nuestra Señora de los Milagros, imagen profundamente venerada, no sólo por los santafesinos sino por Jorge Bergoglio, devoción que continúa hasta el día de hoy.

MUSEO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

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La entidad, creada en 1981, atesora piezas históricas del colegio en el primer piso de un edificio de inicios del siglo XX que envuelve parte de la iglesia. Ahora, una de sus salas está dedicada al Papa Francisco.

Hasta la década del '70, era el Patio-Jardín de la Comunidad Jesuita, y sólo sus miembros accedían a él.

La imagen convocante de Jesús sobre la fuente, la Sala Furlong, la Capilla Doméstica, sumada a la particularidad en sus escudos, hacen de este maravilloso espacio un gran atractivo.

En este Patio se encuentra la antigua habitación de Jorge Bergoglio.

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Manzana Jesuítica de Santa Fe

Un circuito donde resuenan los pasos del Papa Francisco
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La sala que lleva el nombre del fundador de la ciudad fue construida en 1944 como auditorio cubierto del Colegio de la Inmaculada Concepción. Con posterioridad fue ampliada, modernizada y equipada, convirtiéndose en un espacio de usos múltiples -salón de actos, sala de cine, música y teatro- que congregaba por igual a alumnos del colegio y sus familias, como a espectadores de la ciudad y su región.

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Se puede conocer los testimonios que los ex alumnos aún conservan de Jorge Bergoglio. Anécdotas, recuerdos y emociones se suceden en quienes lo recibieron y convivieron con él.

Se aprecia, también, la réplica de uno de los lugares más íntimos que tuvo durante sus dos años en el Colegio Inmaculada Concepción, su habitación.

A comienzos de 1870, se inaugura el Observatorio del Colegio Inmaculada Concepción. Este espacio fue reconocido a nivel nacional al integrar el Servicio Meteorológico Nacional. En él se pueden apreciar documentos e instrumental de distintos períodos, desde el primer telescopio, simulador de órbita, hasta los registros diarios de las mediciones allí realizadas.

En las diferentes plantas que rodean al patio del Sagrado Corazón, se encontraban las habitaciones de los Padres, Hermanos y Maestrillos Jesuitas.

Estos sitios no eran recorridos habitualmente por los alumnos del Colegio, de allí el nombre de Clausura.

Por siglos fue la única de la ciudad y de toda su jurisdicción. Después de la iglesia, era el ámbito más frecuentado del colegio. Desde su lugar como maestrillo, Jorge Bergoglio inspiró en sus alumnos el amor por la literatura.

Es común que los edificios que alojan Colegio y Clausura cuenten en ésta última con un sitio pequeño y próximo para la oración.

La Capilla Doméstica fue construida alrededor del año 1912. Era allí donde el maestrillo Jorge Mario Bergoglio fortalecía a diario su fe.

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