El detenido recuperó la libertad

Para la fiscalía el caso de Don Bosco es un suicidio

  • Existe un mensaje de voz en el que la mujer de 34 años se despide y pide perdón entre lágrimas por la drástica decisión. Verónica Gorosito fue hallada sin vida el domingo, con un disparo en el pecho.
18-A-IMG_3351.jpg

El cuerpo de la mujer fue hallado el domingo en el baño de una casa de Estanislao Zeballos al 2800. foto:Manuel Fabatías

 

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Un hombre de 36 años que estaba detenido desde el lunes, investigado por la muerte de una mujer en barrio Don Bosco, recuperó ayer la libertad, luego de que cobrara firmeza la hipótesis de suicidio del que resultara víctima Verónica Gisela Gorosito. Como lo anticiparan los abogados Romeo y Ramiro Díaz Duarte, a cargo del asesoramiento legal del investigado, existen elementos, como una foto y un mensaje de voz, que permiten deducir que la muerte habría sido autoinfligida, sin la participación de terceros.

La misma hipótesis barajan por estos días los fiscales de la Unidad Especial de Homicidios, que luego de ordenar el arresto y la detención preventiva de un hombre de 36 años, decidieron otorgarle la libertad sin siquiera atribuirle el hecho, por lo que nunca estuvo siquiera en calidad de imputado.

En su edición de ayer, El Litoral daba cuenta de la contraposición de opiniones entre la defensa y familiares de la víctima. De estos últimos, particularmente su hermana Daniela Gorosito sostenía que se trató de un homicidio y expresó sus dudas respecto de las posibilidades de que “lo hicieran zafar” al detenido.

Rastros de pólvora

Sin embargo, existen elementos de prueba que se fueron recolectando desde que ocurrió el fatídico episodio que permiten descartar, al menos en esta instancia, la participación de terceros en lo que podría considerarse un asesinato.

La prueba de dermotest, que determina la presencia de pólvora en las manos, dio positivo tanto en la mujer como en el hombre; esto se explica porque al tratar de socorrerla, el sospechoso habría colocado sus manos en la herida, contaminándose con la pólvora expulsada por el proyectil.

También está acreditado que el mensaje con la foto del arma sobre las piernas de la mujer fue enviado y recibido por dos destinatarios en un horario previo al de la muerte. Esto último cotejado tanto con el informe del forense que estableció el horario de la muerte, así como por las declaraciones de testigos que escucharon las detonaciones.

Mensaje final

Por último, y como principal elemento que abona la teoría del suicidio, existe un mensaje de voz de alrededor de 2 minutos en los que la mujer de 34 años se despide y pide perdón por la drástica decisión a la que arribó, aludiendo a cuestiones personales que la sumergían en una profunda depresión.

Más allá del giro que ha tomado el caso en las últimas horas, fuentes del Ministerio Público de la Acusación señalaron que la investigación seguirá su curso normal hasta determinar fehacientemente las causas y circunstancias del fallecimiento.

Verónica Gorosito tenía 34 años, era madre de tres hijos pero estaba alejada de ellos a causa de sus relaciones con “gente de mal vivir”, según reconocieron desde su entorno. Hacía menos de una semana que se había mudado a la casa de Estanislao Zeballos al 2800, donde vivía junto al hombre que acababa de conocer y que el domingo en horas de la noche fue visto por los vecinos salir a la carrera y pidiendo auxilio, luego de que se oyeran dos disparos de arma de fuego, uno de los cuales terminó con la vida de su reciente compañera.

Dos disparos.

  • Los vecinos de Estanislao Zeballos y 9 de Julio escucharon dos detonaciones de arma de fuego, una de las cuales impactó en el tórax de Verónica Gorosito ocasionándole la muerte. El otro tiro fue a dar en un rincón donde está la pileta del baño, lugar de la casa donde se produjo el deceso de la joven. Según consultas realizadas a especialistas, suele ocurrir que el suicida realiza “un disparo de prueba” para asegurarse de no fallar en el resultado. Ésta sería la explicación al proyectil que impactó contra la pared del baño.