Villa Pehuenia, aldea de montaña

Villa Pehuenia, aldea de montaña
 

Desde hace algunos años es un destino turístico que ha crecido de manera notable. Tanto que en una década multiplicó la oferta de plazas hoteleras desde un par de centenar hasta la cifra de 4.000 (más una gran cantidad en campings) con el reto -superado- de no afectar la belleza, la vegetación ni el encanto natural.

TEXTOS Y FOTOS. GUILLERMO DOZO.

Aclaraciones preliminares: lo que conocemos como Villa Pehuenia es, en términos jurídicos, la Municipalidad de Villa Pehuenia y Moquehue, dos lugares paradisíacos, según iremos conociendo. Y el segundo elemento para tener en cuenta es de dónde surge el nombre de la villa: el pehuén o, más conocido, la araucaria araucana, el símbolo de la provincia de Neuquén desde su bandera que ondea orgullosa desde 1989, año en que fue creada.

Este árbol les ha permitido a los lugareños disponer de los bosques únicos de esta especie y son fuertemente protegidos por la legislación, pero más importante aún, por la permanente atención de los vecinos que se preocupan por cada retoño, para que nada los afecte y puedan exhibir su enorme belleza desde su nacimiento hasta cientos de años de desarrollo. Sí, porque el pehuén es un árbol de vida milenaria y sus orígenes nos retrotraen al jurásico.

Además hay que tener en cuenta que se llega a una zona muy particular puesto que gran parte de los terrenos están en manos de los naturales de la región, las tribus mapuches que viven y explotan montañas y valles paradisíacos. Así se comprenderán las barreras de ingreso al Parque de Nieve en el volcán Batea Mahuida o cuando se comienza a recorrer el fantástico circuito de las Cinco Lagunas.

Finalmente hay que tener en cuenta que si se busca “ruido”, “noche”, “shopping” y multitudes, este es el destino equivocado. Pehuenia-Moquehue ofrecen exactamente lo opuesto: tranquilidad, belleza natural, aire puro, distracciones vinculadas con la naturaleza (senderismo o trekking, mountain bike, rafting, cabalgatas, pesca y actividades náuticas, incluido el buceo) más las alternativas invernales en una pista ideal para quienes desean aprender a manejar el sky o la tabla de snowbording.

Y una última advertencia que los lugareños siempre hacen. En verano el acceso a la villa es muy simple por una ruta que la vincula con la capital pero que tiene un tramo de unos 55 kilómetros de tierra y, dentro de éste, algo de ripio consolidado. Cualquier vehículo lo puede transitar cuando el calor barre la nieve, pero en temporada invernal, lo ideal será moverse en un vehículo con tracción en las cuatro ruedas más el uso de cadenas. Además el viajero deberá hacerse de toda la información en Vialidad Provincial al 0810-333-7882, consultando en el Portal del Pehuen en la ciudad de Zapala o bien al (02942) 498044 (Oficina de Informes Turísticos) de la Municipalidad de Villa Pehuenia-Moquehue.

EL VIAJE

A este destino se puede llegar por vía terrestre desde la ciudad de Neuquén. Desde allí, pasando por Zapala, son 310 kilómetros para llegar a Pehuenia. Para el traslado hay algunas empresas de colectivos que hacen el recorrido, aunque hay que averiguar bien los horarios porque pueden ser varias horas hasta el arribo ya que se ingresa en muchos pueblos. También está la opción de contratar servicios de traslados, pero habrá alguna dificultad para moverse puesto que para llegar a algunos sitios singularmente bellos hay que recorrer algunos kilómetros. Como siempre, todo depende del espíritu del viajero.

El Litoral arribó a las cabañas Las Terrazas y fue atendido por sus dueños Susana y Julio Russo, quien no se anduvo con vueltas. “Acá todos me conocen por ‘Pangui’ que en mapudungun significa Puma”. Pipa en mano y un andar que contradice las canas, Pangui fue quien nos permitió acceder a rincones de increíble belleza, donde los adjetivos no alcanzan para describir tanta hermosura.

“Estamos a unos 1.200 metros sobre el nivel del mar, al pie de la montaña y donde se respira aire puro... aunque pido disculpas por la pipa”, bromea. A poco de llegados comenzamos con una recorrida por la ciudad y sus calles sinuosas y escarpadas. “Estoy desde hace unos 16 años y prácticamente la vi crecer porque venía de vacaciones aquí desde niño”, relata y nos cuenta cómo se prometió con su esposa radicarse en un momento y en un lugar preciso. “En aquel momento vivíamos al día y no podíamos imaginarnos cómo terminaríamos acá. Sin embargo con el paso del tiempo pudimos mejorar en lo económico y cuando los hijos comenzaron a irse decidimos vender todo y terminamos acá, viviendo una vida absolutamente diferente”.

Pehuenia se puede disfrutar desde muy diversos ángulos. Desde el agua, la montaña, sus miradores y hasta hablando con su gente, que son el alma de la villa.

En varios casos las historias son casi las mismas: conocer el lugar, percibir su belleza, advertir su potencial y dejar todo para comenzar de nuevo. Tal vez, en el futuro, el lugar deba tener como subtítulo que es esta una “tierra de soñadores” porque fueron ese puñado de pobladores los que apostaron fuerte a crecer para que todos puedan disfrutar de este rincón maravilloso.

TODO EL AÑO

María Luz Laino es la secretaria de Turismo de la flamante Municipalidad de Villa Pehuenia y Moquehue y, como tantos otros, una gran entusiasta de las opciones que brinda el lugar. “Hoy tenemos una oferta de unas 4.000 camas más todas las plazas que se suman con los diversos campings. Lo bueno es que el destino que nació con una fuerte estacionalidad para el verano y el invierno, hoy está logrando ser un destino de todo el año. Y esto es porque estamos sumando una gran cantidad de eventos que atraen al turismo fuera de lo que ya era habitual para Pehuenia”.

A todo lo que la montaña y los lagos pueden ofrecer en verano, se suma para el invierno la opción que abre la nieve. El volcán Batea Mahuida ubicado a unos pocos kilómetros del centro de la villa permite que quienes quieren aprender a esquiar o a deslizarse en tabla, encuentren una suave pendiente que facilita esos primeros pasos. “Muchas familias con hijos pequeños -acota María Luz- vienen a aprovechar estas pistas porque además de no ser muy complicadas, son bastante más económicas al compararlas con otros centros de esquí tanto de Neuquén como de otras provincias”.

Al igual que Pangui, María Luz aclara que “acá es un lugar muy tranquilo. Mucho. Como habrán notado no hay ruidos, el silencio se puede disfrutar. Es un destino para quienes pretenden descansar o bien aprovechar las opciones de la montaña y del lago Aluminé. En el verano se suman las playas que se cuentan por decenas, y existe una buena oferta hotelera y gastronómica que los visitantes podrán advertir”.

Y deja abierta otra puerta para quienes buscan algo más tradicional. “A 15 kilómetros tenemos el límite con Chile, el control de Aduana de uno y otro país, y a 150 kilómetros está Temuco que tiene los atractivos de una gran ciudad como para sumar más opciones”.

MOQUEHUE

Pero faltaba un lugar más. Y es donde empezó todo. Facundo y Ena son los encargados -junto con Negro- de mostrarnos los rincones de Moquehue que sería el lugar donde hay “maqui” (un tipo de arbusto) o “lugar donde hay abundancia de alimento” o, más poético, “lugar del amor”. Y Facundo y Ena, sin enunciarlo, demuestran que la mejor de las versiones sobre la toponimia es la última.

Villa Pehuenia, aldea de montaña

Atardecer en Moquehue. El lago alcanza en verano temperaturas muy agradables que permiten aprovechar una gran cantidad de playas.

Villa Pehuenia, aldea de montaña

Diversión en invierno. El centro de esquí de Batea Mahuida es explotada por la comunidad mapuche -caso único en Sudamérica- y se ubica a unos 8 kilómetros de Villa Pehuenia.

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IMPORTANTE

Para organizar el viaje, obtener información y datos sobre los destinos. Subsecretaría de Turismo de Neuquén, Félix San Martín 182, Q8300LKD. Teléfonos (0299) 4424089 / 4423268. Mail: [email protected].

También en http://www.villapehuenia.gov.ar o en la Secretaría de Turismo de Pehuenia, teléfono (02942) 498044.

Como pareja trabajaron alternadamente en Italia y en Moquehue. Pero para Facundo no hay opción. Conoció desde niño el lago, la pesca y los atractivos del lugar y cuando estaba, por caso, en Capri, siempre decía “... pero no conocen Moquehue”. Pasados unos años decidieron -como tantos otros soñadores- radicarse, y con su agencia de turismo y de travesías 4 x 4, redescubren los encantos del lugar a cada rato.

“En la década del ‘70 todo comenzó acá con un par de aserraderos. Se radicaron algunas personas que eran los trabajadores, pero hubo una gran deforestación que terminó unos pocos años después cuando la provincia de Neuquén limitó la actividad y, luego, se gestaron más leyes que protegen fuertemente a los ejemplares de la zona”.

Al borde del lago, con unas pocas cabañas, la vista es sensacional. Uno de los picos recibió el nombre de “La bella durmiente” porque se puede ver la silueta de un rostro de mujer mirando hacia el cielo. Las montañas brindan un entorno casi mágico y el aire es increíblemente puro. Facundo nos apunta que “sobre la cara oeste de los árboles crecen unos líquenes que sólo se desarrollan cuando no hay contaminante alguno. Además, para los caminantes es como una brújula porque les marca dónde están los puntos cardinales”.

Plantean que las potencialidades son enormes aunque hay algunas restricciones en el invierno porque “el camino que nos une con Pehuenia se llena de nieve y a veces la máquina de Vialidad tarda en pasar. Indudablemente para poder disfrutar de este lugar es bueno tener una 4 x 4 y, si es invierno, esa condición se vuelve indispensable”.

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Un recorrido inolvidable. Una alternativa para un paseo es el camino de las Cinco Lagunas que también es explotado por la comunidad mapuche.

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ALGUNAS OPCIONES

Villa Pehuenia y Moquehue dispone de una oferta nueva, atractiva y con puntos salientes en algunas posadas. En una rápida recorrida, el lugar que es reconocido por propios y extraños como “maravilloso” es La Escondida, donde se puede optar entre habitaciones con vista al lago y las cabañas. Todo en un marco de gran calidez y buen gusto, además de un restaurante como para disfrutar de los sabores del lugar. Pero no crea que se trata de una vista parcial; se trata de habitaciones que fueron diseñadas de cara al lago y que avanzan con una terraza sobre el agua. Para disfrutar. (www.posadalaescondida.com.ar o al teléfono 02942 15-69-1166).

Otra vista muy buena es La Balconada. Esta hostería permite disfrutar el lago, montañas y villa, desde la altura. Es una opción confortable ya que también hay que sumar un restaurante y confitería que permiten disfrutar de las visuales durante todo el año. (www.hosterialabalconada.com.ar o al teléfono 02942-15473843).

Complejos del Lago Aluminé es un emprendimiento que desarrolla y coordina los Complejos Turísticos La Serena y Culle Lafquen. La Serena, ubicada al reparo de los vientos, agua transparente y azulada, bahías calmas y poco profundas, amplias playas de arena; detalles que validan su nombre. Culle Lafquen, sobre la margen alta de la ladera del parque nativo, su bosque revive la magia de la montaña, acceso y vista al Lago Aluminé. Dispone de Health Club con diversas actividades y pileta climatizada durante todo el año y un sinnúmero de atractivos. (http://www.villa-pehuenia.com.ar/complejos_villa_pehuenia.html o al teléfono 02942-15665068 / 02942-15417942).

Más cerca del centro, las cabañas Las Terrazas son las que Julio-Pangui y Susana construyeron con enorme cariño y convicción. Ubicadas a metros del lago Aluminé, cerca de un pehuén en el que su dueño comía asados con su padre cuando era niño, fueron edificadas de forma tal de poder aprovechar este sitio paradisíaco. Grandes ventanales o balcones, según la capacidad de cada cabaña, se abren sobre el lago Aluminé y un buen equipamiento más una atención esmerada y unos desayunos para no olvidar. (http://www.lasterrazaspehuenia.com.ar o a los teléfonos 02942-498036 / 02942-15669931).

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A un paso de Chile. Desde el volcán Batea Mahuida se puede apreciar la belleza de un entorno natural sumamente cuidado.