llegan cartas

El fenómeno de un “Gran” Niño y sus consecuencias

ORLANDO AGUSTÍN GAUNA

DNI. 6.255.319

Desde el mes de agosto, científicos han expresado su preocupación por los estragos que el llamado fenómeno de El Niño podía tener en la Tierra, en el recientemente pasado 2015. El calentamiento de las aguas del Pacífico Oriental continúa siendo una señal de alerta de caos climático en grandes dimensiones.

El Índice Oceánico de El Niño mide la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico tropical. Cero es el promedio y los números positivos indican más calor y los negativos, más frío. Si supera el 0,5 indica la presencia de El Niño y más de 1,5, un Niño intenso. El Niño de este año supera el 2,0 y será el peor desde que comenzaron a registrar estos fenómenos desde 1950.

Pero nuestros políticos polifuncionales creen saber más que los científicos y cuando el agua les llega al cuello se apuran a declarar la emergencia hídrica (que sirve para hacer pingües negocios).

El gobierno municipal de la ciudad de Santa Fe esperó hasta diciembre para declarar la emergencia hídrica, sin haber tomado recaudos hasta entonces.

La construcción de los módulos para los evacuados no da abasto. Los ocupantes de lugares fuera del anillo de defensa de barrio El Pozo -es decir de los asentamientos que están en la playa Los Alisos- tienen permitido instalarse contra las defensas del barrio, debilitando las mismas, con el consiguiente riesgo para los habitantes del barrio. En lugar de evacuarlos, ahora les han provisto de un camión cisterna de Aguas Santafesinas SA y baños químicos, para que se “aguanten” en el lugar. Hasta ahora carecían de agua potable y sus desechos fecales eran arrojados a la laguna Setúbal. La Dirección de Promoción y Protección de los Derechos Humanos brilla por su ausencia, ante personas que viven en condiciones infrahumanas, pero no faltan a la hora de ir por el cajero a cobrar sus generosos sueldos. Tampoco se los ve haciendo cola para entregar donaciones para los damnificados por la ineptitud estatal.