Mirada desde el Sur

Macri & el alarido

Raúl Emilio Acosta

Argentina tiene bolsones de pasado que abochornan. El caso de la señora Milagros Sala apunta a explicar, al modo Robin Hood, el problema. Ella es una delincuente, sí señor. Habría que decirle al gobernador radical que el problema no es la delincuencia, el problema es el feudalismo. Macri debe escuchar ese alarido.

Aparecen libros, ensayos sobre la “sociedad ciudadana”, la de las grandes capitales del país que avergüenzan. Uno debe sospechar, por rigor intelectual, si no se trata de una especulación del comercio de las grandes editoras, de las productoras televisivas. Enfurece que hablen de libertades en mitad de la mas oprobiosa ignorancia, la que facilitan con su ocultamiento. Cualquier ensayo chapucero sobre el kirchnerismo (y el progresismo corrupto, que existe) encierra una matriz de asesinato del futuro de los pobres, los olvidados, los esclavos. Macri debe escuchar ese alarido. Los trabajos de investigación, como cuentas de un collar, enhebran, denuncia tras denuncia, mugrientas perlas que la televisión exhibe entre un show de bailarines, una pelea gremial y un discurso de alguien enojándose con alguien. No es VHM y el negocio de Prisa, Telefónica, PSOE y la facturación del cuádruple Play lo que interesa. A los investigadores de la Big Manzana su insensibilidad les permite el sueño de los justos en mitad de la injusticia social. Investigan para facturar, no para denunciar. Macri debe escuchar ese alarido.

Para la pobreza, la inflación, el narcotráfico, las denuncias de corrupción, denuncias que atacan a su círculo íntimo; hijo, choferes, vicepresidente, secretarios, ministros, la señora parece Herminio Iglesias. La señora mira desde fuera, nada toca su intimidad. Podría repetir, tranquilamente, la famosa frase del dirigente peronista, como ella. La corrupción fue “sin migo” parece decir la señora, feliz en los remilgos y regates por televisión casera y tuiter profesional. El coro de propios y extraños no le corregirá el lenguaje para que la frase sea mas correcta. La corrupción fue conmigo. Con Usted, señora.

Argentina no ha entrado en la era moderna. No ha entrado buena parte de su territorio. La edad media y los señores feudales tienen su sitio. Qué diferencia a los Romero, los Juárez, los Saadi, de los Gioja, los Alperovich, los Insfram, los Capitanich, el caudillaje atomizado de Catamarca, el paternalismo castrador de los Rodríguez Sáa, la cháchara jujeña y el caudillaje ilustrado de Salta. Nada los diferencia, solo fechas en el almanaque. Parecen chistes de humor negro, de torturadores progresistas, que se hable de pueblos originarios en las grandes ciudades. Que se les entregue radioemisoras y no vivienda, agua, vacunas, comidas. Parece una tortura, una súper mentira impiadosa. En ninguno de los territorios mencionados hay justicia. Macri debe escuchar el alarido.

Cuando esos esclavos encubiertos llegan a las grandes ciudades el costado más espantoso les parece un mundo mejor. La historia de cualquiera que fue esclavo en un bosque chaqueño y es feliz muriéndose de hambre en el fondo de la Villa 31 nos deja desnudos de dignidad. El kirchnerismo fue incompetente para explicarlo en una mesa redonda de seis, siete, ocho contertulios, que en el estudio de televisión pedían agua fresca y aire acondicionado. Corrección: incompetentes no. Cómplices del olvido de la verdadera revolución demorada. Agua potable, vacunas, comida para todos ya. Educación mañana a la mañana. Dignidad para siempre. Fin de los señores feudales. No solucionaron eso, no han solucionado nada, excepto sus economías familiares. Macri debe escuchar el alarido.

Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Entre Ríos (en parte, hay un costado explotador en esa provincia), Buenos Aires y Ciudad Autónoma parecerían alejarse del feudalismo. En estos parajes y con estos pueblos se gestó Alcorta, la Liga del Sur, la Reforma del 1918, la Constitución del 1926, el yrigoyenismo, el peronismo, las ideas socialistas. Sus comunidades parecerían despegarse de la sodomización. Hum. Depende. Estamos a un paso de las sociedades narcos. A un paso. Si ofertan el mañana con el mentiroso discurso del ayer vendrá lo peor. Si el gobierno central no se define y apaña a los señores feudales, estos transferirán el mando a los barones de la droga. La Argentina de CFK terminó en corrupción, efedrina, cocaína y paco. No es lo mejor. No señor. Macri debe escuchar el alarido.

Argentina no ha entrado en la era moderna. No ha entrado buena parte de su territorio. La edad media y los señores feudales tienen su sitio.