En Camboya

Motocarros solares combaten la pobreza y la contaminación

El gobierno prevé que para 2030, el 30 por ciento de la población todavía carecerá de acceso a la red eléctrica.

De la redacción de El Litoral

EFE

Antes del amanecer, Houk Kymia y Wen Suen comienzan a preparar el café que luego venderán por las calles de Phom Penh a bordo de su ‘tuk tuk’, un motocarro que funciona con energía solar y que les ha ayudado a salir de la pobreza.

El motocarro, pintado de vivo azul cielo, se mueve silencioso en el popular mercado ruso en la capital camboyana donde atrae las miradas de los viandantes pocos acostumbrados a ver los vehículos solares.

“Al principio sólo era el colorido, a la gente le parecía bonito, pero poco a poco entendieron el concepto de lo que hacemos, vienen a tomar café, traen sus botes vacíos y apoyan el uso de la energía solar y el reciclaje para salvar el medioambiente”, cuenta Wen Suen.

La empresa de innovación solar australiana Star8 regaló el ‘tuk tuk’ a la ONG Aziza’s Place, un centro educativo para menores en situación de vulnerabilidad que buscaba opciones laborales para las madres de los niños a los que forma.

Antes de vender café en el vehículo solar, Wen Suen trabajaba como limpiadora y cuidando niños en el centro de la ONG, mientras que Houk Kymia se dedicaba a vender artículos que rescataba del vertedero de Phnom Penh.

Desde su fundación hace cuatro años, Star8 ha vendido trescientos motocarros y dos autobuses solares en Camboya, y planea introducir otros trescientos ‘tuk tuk’ y doscientos autocares más a través de acuerdos con el gobierno y una asociación de conductores de motocarros.

Además, la empresa quiere introducir la energía solar, que ya utilizan sus fábricas, en edificios gubernamentales.

“Este lugar todavía se está desarrollando, si no les ayudamos ahora creo que puede ser la siguiente China en el futuro, con los mismos problemas de contaminación y de su modelo de producción”, asegura el director ejecutivo de Star8, Jacob Maimon.

Según un informe del Banco Asiático de Desarrollo (ADB, en sus siglas en inglés) de 2015, Camboya tiene un gran potencial en energía solar debido a la escasa cobertura de la red eléctrica (cubre actualmente cerca del 35 por ciento de los hogares) y el alto precio de la electricidad.

El gobierno prevé que para 2030, el 30 por ciento de la población todavía carecerá de acceso a la red eléctrica, por lo que millones de personas todavía dependerán de los generadores diesel o del queroseno, opciones más caras y peligrosas que la red eléctrica.

Aislado

Según el ADB, la presencia de la energía solar en el país asiático se reduce a unos 12.000 hogares, así como algunas iniciativas industriales aisladas de las que no existen datos oficiales sobre el número de megavatios que generan.

En la zona del mercado ruso, Houk Kymia continua vendiendo café desde el vistoso ‘tuk tuk’ mientras un conductor de un motocarro convencional se detiene a hablar con ella.

“Muchos conductores nos preguntan por el ‘tuk tuk’ pero al decirles el precio dicen que es muy caro”, cuenta la vendedora camboyana tras marcharse su interlocutor.

Los precios de los vehículos solares se han reducido desde unos 4.000 dólares (unos 3.600 euros) hace unos años a 1.500 dólares (unos 1.300 euros) si alcanzan los 40 kilómetros por hora o a 3.000 dólares (unos 2.700 euros) si alcanzan los 80 km/h.

Sin embargo, el creciente endeudamiento de los camboyanos, sobre todo en zonas rurales donde según el gobierno se dobló en 2014, los convierte en un lujo inalcanzable para muchos hogares camboyanos que se centran en superar el día a día.