Protección internacional

Declaran “sitio Ramsar” a los humedales del Delta del Paraná

Son 240 mil hectáreas, en un área compartida por Santa Fe y Entre Ríos. Nuestra provincia ya contaba con otros dos sitios: Jaaukanigas (General Obligado) y la laguna Melincué.

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El Delta del Paraná se compone de humedales fluviales de las secciones media y baja del valle de inundación del río, e incluye la superficie de dos parques nacionales: “Predelta” e “Islas de Santa Fe”. Foto: Archivo El Litoral

Unas 240.000 hectáreas de humedales comprendidos en el Delta medio e inferior del río Paraná fueron declaradas “sitio Ramsar”, lo que representa que están bajo protección internacional de la Convención de Ramsar y que la provincia de Santa Fe cuenta con una tercer área protegida por dicho tratado.

La nueva área protegida constituye además el primer sitio de este tipo con carácter interjurisdiccional en el país ya que será administrado juntamente por las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y la Administración de Parques Nacionales.

De esta manera Santa Fe pasa a contar con tres sitios Ramsar. Los otros dos son Jaaukanigas, ubicado en el extremo nordeste provincial, en el departamento General Obligado, y la laguna Melincué, en el sureño departamento General López.

Protección

Esta designación implica proteger un corredor biogeográfico en el que conviven una gran diversidad de ambientes, flora y fauna. El Delta del Paraná, localizado en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, comprende humedales continentales de origen fluvial asociados a la llanura de inundación del río Paraná, en sus tramos medio e inferior. Son 240.000 hectáreas que incluyen los territorios de dos parques nacionales; el Predelta, ubicado pocos kilómetros al sur de Diamante, y el denominado Islas de Santa Fe.

Los humedales de la extensa planicie aluvial cumplen un importante papel de regulación hidrológica y biogeoquímica, y constituyen un corredor biogeográfico en el que conviven especies de regiones tropicales, subtropicales y templadas.

El sistema cumple un rol importante como reservorio de biodiversidad, brindando alimento, refugio y sitios de reproducción a numerosas especies de peces, algunas de ellas migratorias, así como especies de aves, reptiles y mamíferos que presentan algún grado de amenaza. Algunas especies sobresalientes son aves como los capuchinos pecho blanco y castaño, el yabirú, reptiles como el yacaré overo y mamíferos como el gato montés y el lobito de río.

Programa

En consideraciones a una emisora entrerriana, el militante ecologista Jorge Daneri, responsable de la organización Fundación Ambientalista M‘Biguá, expresó que “el nuevo Ministerio de Ambiente de la Nación, junto con las autoridades ambientales de Entre Ríos y Santa Fe deben generar todo un programa de preservación para proteger un corredor biogeográfico en el que conviven especies de regiones tropicales, subtropicales y templadas que generan una gran diversidad de ambientes, flora y fauna”.

El área ahora protegida comprende una zona ubicada aproximadamente entre las ciudades entrerrianas de Paraná, en lo que se considera el fin del Paraná medio y el comienzo del Paraná inferior y se extiende hacia el sur hasta las proximidades de Timbúes.

Fundamentos (*)

  • Las extensas llanuras de inundación juegan un importante rol en la regulación hidrológica y bioquímica, y constituyen un importante corredor biogeográfico en que se combinan especies de áreas tropicales, subtropicales y templadas.

Estas regiones proveen alimento, cobijo y zonas de cría a diversas especies de peces -muchas de ellas migratorias-, de aves, reptiles y mamíferos, en muchos casos amenazados. Algunas especies excepcionales son el Capuchino pecho blanco (Sporophila palustris), categorizado como en peligro en la lista roja de la IUCN, y el Capuchino castaño (S. hypochroma), ambos incluidos en el apéndice I de la CMS (Convención sobre la conservación de las especies migratorias de animales silvestres); y el jabirú (Jabiru mycteria), el yacaré overo (Caiman latirostris), el gato montés (Leopardus geoffroyi), y el lobito de río (Lontra longicaudis), todos ellos incluidos en el apéndice I de la Cites.

Esta región provee los medios esenciales para el sostenimiento de las comunidades locales. El río y sus canales son utilizados por embarcaciones comerciales y abastecen el agua para uso doméstico y agrícola, mientras los humedales y sus recursos naturales sostienen al turismo y las actividades recreacionales. Más aún, los aborígenes que ocuparon el valle de inundación del delta paranaense unos 2000 años atrás dejaron un importante número de sitios arqueológicos.

(*) Traducido del sitio web ramsar.org

De qué se trata

  • El Convenio sobre los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas, fue firmado en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y entró en vigor en 1975. Argentina es una de las 154 partes contratantes de este tratado intergubernamental, que tiene por objeto la defensa y conservación de las zonas húmedas del planeta. Este convenio elaboró un listado de 1.641 humedales de importancia internacional, que abarcan una superficie total de 1.460.000 kilómetros cuadrados (146 millones de hectáreas). En Argentina, la superficie de todos los sitios declarados suma 5.625.407 hectáreas. La Secretaría del Convenio tiene su sede en la ciudad suiza de Gland, próxima a Ginebra.