Vivir en la ciudad con aires de campo

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Las tendencias minimalistas han quedado atrás, hoy el diseño de interiores se inclina por una cuidada combinación de distintas texturas, materiales y objetos para decorar con estilo campestre.

Textos. Revista Nosotros. Fuente. DPA.

Superficies vacías, espacios minimalistas, mucho hormigón y elementos discretos. Lo que hasta hace poco era el summum de la decoración, hoy ya ha pasado de moda. Es más, actualmente las decoraciones no toman elementos de una única moda, sino que combinan lo nuevo con lo antiguo, lo comprado con lo heredado, distintos materiales y texturas, y agrupan todos esos parámetros siguiendo una línea fundamental: el estilo rural.

OBJETOS CLAVES

Uno de los elementos más emblemáticos de este estilo es el canasto de frutas. Casi ningún otro objeto ha vivido un estallido tan exponencial en el mundo de la decoración de los últimos años. Los canastos de pronto están en restaurantes, bares, tiendas, cafés y cocinas, ya sea sobre el piso o colgados en la pared. Lo que solía ser un objeto que antiguamente se veía mucho en el campo pasó a ser una pincelada retro muy buscada en las estanterías.

Quienes observan los rumbos de estas tendencias explican la nueva moda del estilo campestre como un intento de darle espacio, a un nivel óptico, al progreso y a la tecnología moderna, pero sin que eso resulte estéril o frío.

Hoy se buscan materiales naturales y cálidos, como la madera, y también resurgieron algunos estampados que evocan las buenas épocas en las que todo era acogedor. Esa tendencia se ve, por ejemplo, en los diseños retro de las tazas de porcelana.

ESTILO RURAL

El estilo rural moderno es un camaleón y no toma como patrón una región en particular. Sin embargo, Escandinavia, la costa este de Estados Unidos y países del Mediterráneo pueden servir como fuente de inspiración. El denominador común es el carácter rústico y la combinación de un estilo cómodo y simple con elementos urbanos.

La diseñadora Katharina Semling recomienda recurrir a colores claros. ‘Las maderas pueden ser algo más oscuras, pero el ambiente general debería irradiar luz. El estilo moderno que evoca el campo debe ser liviano y natural‘, explica.

Si tienen preeminencia los materiales como la madera y las lanas y se las eligen matices similares en las paredes, telas y alfombras, también se pueden incorporar una mesita de cromo, una lámpara de diseño moderno o una pintura vanguardista. Son toques que producen un buen contraste.

Pero el estilo requiere cierta homogeneidad: ‘Si uno utiliza la vajilla de la abuela y la tiene expuesta en algún aparador, en el ambiente debería haber algún otro detalle que vaya con ese diseño‘, recomienda Semling. ‘Por ejemplo, un portarretratos antiguo o tal vez una pequeña escultura en el mismo tono de la vajilla‘.

Lo interesante de esta tendencia es que el deseo de tener materiales auténticos y simular un idilio campestre se ha expandido en las más diversas generaciones.

‘En particular los más jóvenes, gente que ya ha crecido con smartphones y tabletas, se sienten a gusto en espacios que remiten de algún modo al pasado‘, observa Usrula Geismann, de la Asociación Alemana de la Industria del Mueble. ‘Les gusta esa sensación nostálgica, suave y algo más recargada de lo que su usaba hace algunos años‘, detalla.

Es una tendencia que se da fundamentalmente en las ciudades. Puede que el estilo rural, a la hora de elegir una decoración, sea en las ciudades lo que es la jardinería que se conoce como ‘urban gardening‘.

Y vale tener en cuenta que una pieza heredada siempre se verá mucho mejor que un objeto nuevo que intenta imitar el estilo antiguo.

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