Lo que se viene en Santa Fe

Bordes y diversificación productiva

  • A partir de la posible sanción de una nueva ley de agroquímicos en la provincia (que impone mayores y mejores controles), los organismos técnicos ya trabajan en buscar alternativas productivas para las franjas que salgan de la agricultura convencional. Proponen una mayor autonomía, menos riesgo, potenciar los recursos locales y la diversidad.
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Campolitoral

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“Los bordes periurbanos se convirtieron, de unos años a esta parte, en zonas de conflicto, de convivencia y confrontación de lógicas diversas, de encuentros y desencuentros entre el campo y la ciudad, cuya resolución no se agota en recetas productivas ni puede ser abordada con miradas unidimensionales”. La frase no pertenece a una ONG ambientalista. La expresaron los técnicos de INTA Rafaela, preocupados por encontrarle salidas a un conflicto que ha recrudecido en los últimos años, enfrentando en muchas ocasiones a los productores agropecuarios con los habitantes de pueblos y ciudades.

El tema adquiere ribetes que obligan a ponerlo en agenda para comenzar a dialogar sobre las salidas superadoras a esas diferencias, sobre todo haciendo valer los argumentos científicos y técnicos por sobre preconceptos que poco hacen para echar luz en los aspectos más oscuros del conflicto.

Durante la semana, el tema volvió a ser noticia en el marco de Agroactiva, cuando se reunió la Comisión de Protección Vegetal Santafesina. Los integrantes de Coprovesa mantuvieron un encuentro en el que debatieron sobre varios puntos de interés para el sector.

Entre ellos, se trató el pedido del Centro de Protección a la Naturaleza de prohibir el uso del glifosato en toda la provincia. La Comisión lo desestimó y dictaminó que no se recomendará la prohibición del producto, en base a informes de las universidades participantes, el cual concluye que bajo condiciones que permitan aplicaciones controladas del producto, se puede utilizar el glifosato sin causar riesgos a la salud de las poblaciones.

Otro punto tratado fue el trabajo en Buenas Prácticas Agropecuarias, temática que se está abordando de manera nacional por la Asociación BPA, integrada por organismos nacionales y de otras provincias. La Comisión ahondó en la posibilidad de que Santa Fe tenga una representación en este espacio.

Finalmente, se conversó sobre el proyecto de modificación de la actual Ley Nº 11.273, que impulsa la diputada Inés Bertero y que ya cuenta con media sanción legislativa (actualmente está en manos del Senado provincial).

Más y mejor control

Entre los aspectos más salientes del proyecto, se destaca el hecho que busca armonizar la producción con un mayor cuidado de la salud humana y el medio ambiente. La norma (trabajada en conjunto con todo el arco productivo), aprueba aspersiones terrestres a 100 o 200 metros de las poblaciones, dependiendo de la existencia o no de cortina forestal, y luego, hasta los 800 metros, donde sólo se permiten productos de banda verde o azul (de menor toxicidad) y bajo el control de un veedor. De este modo, la modificación impulsada por la legisladora contempla dos cambios fundamentales para el desarrollo de la actividad, que no están contemplados en la legislación actual: la incorporación de la regulación en las actividades poscosecha y la obligatoriedad de la presencia de un veedor, elegido por cada comuna o municipio, que indefectiblemente deberá ser un ingeniero agrónomo.

También se discutió acerca de la Ley de Envases, que a nivel nacional tiene media sanción. Al respecto, el técnico de la cartera productiva, Horacio Penino, indicó que “dicha norma tendrá un impacto importante en lo que se viene haciendo en la provincia con los envases vacíos de productos fitosanitarios y su reciclaje. Sobre ello, la Comisión se mostró de acuerdo en avanzar en el asunto, pidiendo el listado de empresas habilitadas y buscando alternativas al tema”, señaló.

Homologación provincial

En diálogo con Campolitoral, la legisladora Inés Bertero sostuvo que es importante que el proyecto tenga sanción definitiva. “En Agroactiva participamos en Coprovesa dando un informe y para ver el tratamiento parlamentario en el Senado. Allí tiene asignada comisiones y llegó a tener preferencia”. Bertero defiende su idea argumentando que implica un avance importante en base al consenso, con la idea de avanzar en la protección y el control. “Vamos por lo posible, por avances en el control y la protección, ya que sin control la protección no se efectiviza y creemos que si bien la actual ley no fue mala, hoy por hoy por las demandas sociales está rezagada en este sentido”.

También destaca que hubo manifestaciones públicas que permitieron que algunas localidades tengan su ordenanza para fijar los límites agronómicos y a partir de allí el trabajo de fijar reglas claras en cuanto a que se cumpla la ley, en relación con la receta controlada por la comuna y las condiciones y métodos de aplicación, junto con un profesional que controle las condiciones óptimas para realizarla.

Para poder darle un carácter provincial, su proyecto incluye a los fertilizantes y la poscosecha, plantea un registro, y en relación a los aplicadores se avanza en registros capacitación y protocolos para habilitación de sus maquinarias. También plantea el uso de una libreta sanitaria para los trabajadores.

“La ley 11.273 se interpreta con un gran desconocimiento. La deriva no es superior a los 20 a 30 metros y eso lo tiene comprobado el INTA. 800 metros improductivos a lo largo de todos los pueblos es una superficie muy significativa que no podemos dejar de tener en cuenta por el impacto a considerar. La figura del veedor es muy importante para controlar las aplicaciones, es un avance que genera confianza”, sostuvo.

La figura del veedor

A su turno, el representante de la comisión de Agricultura de CARSFE, Ing. Agr. Martín Favre, destacó que el principal avance es la inclusión del veedor como obligatorio. “De 363 localidades entre municipios y comunas de la provincia de Santa Fe, entre 50 y 60 tienen una ordenanza que lo impone. El resto tiene reguladas las distancias pero nadie las controla. Creemos que por la experiencia de esas localidades, la figura del veedor soluciona los conflictos, trabajando siempre bajo condiciones de Buenas Prácticas Agrícolas (viento, producto y calidad de aplicación). La sanción de esta ley va a resolver los problemas y conflictos”, anticipa.

Además, Favre aclara que en cuanto a las distancias, el proyecto es mucho más restrictivo que la ley vigente. “Ahora pasamos de 800 a 3.000 metros, sólo en condiciones de falta de piso, con la receta de un Ingeniero Agrónomo y una ordenanza que la permita. La ley Bertero es mucho más restrictiva, ejerce más control y brinda más garantías”.

Favre también aclara que el proyecto se consensuó con un grupo de trabajo, en le que estuvieron presentes las dos Universidades de Santa Fe, el INTA, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe, las 4 gremiales del campo (CRA, FAA, Sociedad Rural y CONINAGRO CAR Santa Fe), las dos técnicas (AACREA y AAPRESID), técnicos del Ministerio de la Producción, la Cámara de Aeroaplicadores (CEASFE), la de aplicadores terrestres, y los productores arroceros de San Javier (ASPA), quienes estuvieron trabajando durante más de 10 jornadas de 5 horas, analizando punto por punto el proyecto y con eso se armó una propuesta que es “técnicamente indiscutible”.

En Agroactiva, la Coprovesa pidió una audiencia formal al presidente del Senado Carlos Fascendini y a los jefes de bloque para ir solicitarles que se sancione la ley. “El proyecto es muy completo y significa un avance. Esperamos desde 2005 para impulsar esta modificación y adecuar el proyecto nacional de envases que anticipan que este año se va a sancionar, y también incorporar las sugerencias propuestas por el senador Rubén Pirola”.

Los caminos del futuro

Preocupados y ocupados por este tema, desde INTA Rafaela coordinaron esta semana una jornada de trabajo para vislumbrar los paradigmas agrícolas posibles para incorporar a partir de ahora en estas zonas. La presentación de experiencias zonales, contadas por sus propios protagonistas, fueron el eje de un encuentro que mostró la potencialidad de la cuestión. Bajo el título “Transición Agroecológica, una forma de producir que nos protege”, unas 60 personas se congregaron en Sunchales para desplegar visiones paradigmáticas, experiencias y datos de casos. Entre ellos, productores, funcionarios, docentes, asesores, concejales, integrantes de vecinos autoconvocados, estudiantes, técnicos del INTA y de otras instituciones. “Se trata de un modo diferente de producir, de un desafío y de una oportunidad para los bordes urbano rurales. Lo cierto es que la percepción de la inocuidad del modelo es cuestionada, explicó Maximiliano Pérez, de INTA Pampeano, y frente a esto aparecen respuestas desde visiones distintas: el modelo ambiental basado en un cambio de maneras de producir entre las que se encuentran la agroecología, la permacultura, la biodinámica y otras, más y menos radicales que se diferencian en sus enfoques pero comparten su identidad de alternativas al modelo hegemónico; y las centradas en las llamadas buenas prácticas que trabajan sobre un mejoramiento de las formas de hacer las cosas sin cuestionar sus bases. Así, se abre la oportunidad de un debate sobre otros modos de producción que implican la generación de “paisajes agroecológicos en sistemas agroalimentarios”.

En este marco, el INTA propone: la autonomía (o menor dependencia de lo externo, tanto de insumos como de conocimientos), el menor riesgo (la propuesta debe minimizarlo), los recursos locales (el sistema debe abastecerse de lo cercano), la diversidad (la propuesta debe estar encaminada a su promoción, biológica y también sociocultural). “Estos aspectos no se piensan separados, sino articulados, siempre”, remarcan.

“¿Cómo se empieza?” planteó Pérez, y la respuesta es “mirando el campo como un agroecosistema”. Una atención a los procesos y a las relaciones entre los componentes que el modelo del paquete tecnológico descuida, con consecuencias conocidas.

Tambero verde

“Para mí fue una buena experiencia, dijo Edel Zbrun -productor tambero de un campo del borde de Villa San José- que se dispuso a la experiencia junto a un grupo de Cambio Rural que conformaron. “Hay que estarle más encima, pero funciona”. Las experiencias hablan de posibilidad de conseguir rendimientos y rentabilidades parecidas y hasta superiores, pero la mirada agroecológica es una mirada atenta al conjunto y a sus relaciones que requiere salir de cierta comodidad, seguir y confiar de nuevas maneras, a las que al menos en esta parte del mundo. “No se descansa en los productos sino en la naturaleza, y eso implica un trabajo diferente”, sostienen.

Bordes y diversificación productiva

El proyecto

Crea la figura del Veedor (Ing. Agr.) por cada comuna o municipio, encargado de fiscalizar las pulverizaciones periurbanas (aún de productos orgánicos en la Zona de Producción Especial). Se incluyen prácticas de post-cosecha (tratamiento de granos con insecticidas) y a los fertilizantes. Las distancias no sólo se miden desde zonas urbanas; también desde escuelas, parques industriales, complejos deportivos, recreativos y habitacionales. Recetas de aplicación por cuadruplicado; una de las copias debiendo archivarse en la comuna o municipio por 10 años. La autoridad de aplicación ya no es sólo el Ministerio de la Producción. Se suma el Comité Iterministerial de Salud Ambiental. Prohibe fitosanitarios en banquinas. Obliga a matricular máquinas particulares (antes sólo los contratistas).