Argentina golea e ilusiona... ¿Se dará esta vez?

Ser los padres de la victoria y no los hijos de la derrota

  • La Selección le metió cuatro a Venezuela, ya llegó a semifinales cuando otros lo miran por TV, Messi está con todas las luces, aparecieron los goles de Higuaín y la defensa está sólida. Si algo de justicia tiene el fútbol, esta vez se tiene que dar...
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Ya van cuatro.... Lionel Messi anota el tercer gol argentino, ayer ante Venezuela. La “Pulga” estuvo muy enchufado desde el arranque y fue determinante en varios de los tantos. En la Copa, ya tiene cuatro festejos. Foto: Télam

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Boston, Estados Unidos)

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No parecía un trámite sencillo, pero lo fue. No parecía que Argentina pudiese marcar, en este momento, tanta diferencia sobre un equipo que había sorprendido en la fase previa, que eliminó a los uruguayos y que estuvo a punto de ser primero en el grupo, pero lo fue. Está claro que si algo no le falta a este equipo, es contundencia. Con esa eficacia ofensiva (lleva convertidos 14 goles en cuatro partidos), más el orden defensivo que ha encontrado desde hace un tiempo (en mi opinión, uno de los grandes méritos de Martino o quizás el más importante), Argentina vapuleó a un equipo que no estaba para recibir semejante paliza. Pero al margen de que el 4 a 1 es imposible de cuestionar, hay algunas conclusiones para sacar y no todas son positivas.

1) ¿Por qué se produjo el tremendo bache en los últimos 20 minutos del primer tiempo que pusieron en jaque al equipo? Es posible que hayan desaparecido del partido los volantes, que habían tenido mucha movilidad hasta ese momento. Se habla de Augusto Fernández, Gaitán y Banega, que asumieron protagonismo al principio y luego desaparecieron por un rato. Esto hizo que Messi no recibiera la pelota. Y que el equipo sufriera más de la cuenta en defensa.

2) Martino revirtió la historia con algunos ajustes en el entretiempo, pero sobre todo, obligó a sus jugadores a tener la pelota, a moverla, a no ruborizarse si había que jugarla hacia atrás y a ejercer el control del partido con la tenencia del balón. Y Argentina lo consiguió, sin estar exento de crear situaciones y de seguir convirtiendo goles.

3) Si bien lo mejor se vio en el comienzo del partido (hubo 20 ó 25 minutos descollantes), Argentina hizo un segundo tiempo inteligente, gobernando el partido y sometiendo al rival. Venezuela no tuvo esa reacción que en el final de la etapa inicial lo puso al borde del descuento, algo que Romero supo evitar.

Martino tomó un par de decisiones acertadas en el armado del equipo. Dejó a Augusto Fernández como titular y jugó un buen partido. Puso a Gaitán por izquierda y se cansó de desbordar, creando un buen tándem con Rojo y evitando que se extrañe a Di María, con todo lo gravitante que es. Y lo de Higuaín. Porque el sólo hecho de no haber convertido en tres partidos ya ponía al hombre-récord del Nápoli en una situación de inseguridad e inestabilidad que Martino despejó rápidamente respondiendo con mucha tranquilidad en la conferencia previa, cuando se lo consultó, y brindándole una titularidad que Higuaín supo aprovechar con goles clave para encaminar la victoria.

A todo esto, no se puede dejar de mencionar el aspecto defensivo. Martino es un técnico ofensivo, pero uno de sus principales aciertos fue el armado de un sistema defensivo de solidez, eligiendo bien los intérpretes y conjugando funcionamiento con respuestas individuales de mucho aplomo. Están todos afianzados, desde el arquero y pasando por los cuatro de atrás. Alguno podrá destacarse un poco más que otro. O en determinados momentos, Mascherano sentirá el desequilibrio cuando el resto de los volantes pierde la pelota o no recuperan espacios con rapidez, pero la realidad indica que cuesta que a la Selección le conviertan. Y esto es fundamental cuando estamos frente a un equipo que tiene un poderío ofensivo que demuestra con creces.

¿Argentina está para campeón?... ¿Sabe qué es lo bueno?, que esta pregunta es la que nos venimos haciendo desde hace dos años y en tres torneos. Pasó en Brasil, cuando fuimos superando las etapas con Sabella. Pasó también en Chile, cuando llegamos hasta la final después de meterle seis goles a los paraguayos. Y ocurre también ahora, con varios cucos afuera de la Copa.

Argentina está para campeón, es la respuesta. Tiene un atributo fundamental y es la gran capacidad ofensiva, la facilidad que tiene para hacer goles y lo mortal que resulta cuando se lo propone. También tiene a Messi en un altísimo nivel, inspirado, enchufadísimo, con un equipo que lo acompaña y que ha logrado, como ya se expresó, una solidez defensiva que es clave para el logro de un objetivo de máxima como el que se persigue.

En ese gran mérito parece estar el pecado. Típico de un país exitista como el nuestro. Si uno mira alrededor y observa lo que pasa con Brasil, por ejemplo, llega a la conclusión de que es tremendo lo que viene cosechando este plantel. No hay Selección en el mundo que juegue dos finales en un año y que, en el que sigue, se encamine como lo está logrando Argentina. Pero parece que si no se gana el título, todo cae en saco roto y no vale. O no sirve. En fin, idiosincrasia argentina. Por eso, si algo de justicia hay en el fútbol, ojalá se imponga con este equipo. Para que definitivamente no se tilde de perdedora, a una generación que se ha cansado de ser protagonista en estos últimos tiempos.

Sin Gaitán para el martes

Martino no podrá contar con el volante del Benfica, Nicolás Gaitán, pues llegó a dos amarillas y se perderá el encuentro del martes ante Estados Unidos en Houston.

La reglamentación del torneo establece que si un jugador es amonestado dos veces en la fase de grupos y cuartos de final, no podrá jugar al partido siguiente. Ahora, los futbolistas que tienen una sola amarilla se limpiarán y todos arrancarán de cero —salvo los que tienen que cumplir como Gaitán— a partir de semifinales.

Hay dos aspectos básicos de modificación en esta Copa: el primero, es que los partidos se definen mediante ejecución de remates desde los doce pasos en el caso de empate (ya pasó con Colombia-Perú), pero no así en la final, donde habrá alargue si resulta empate en los 90 reglamentarios; la otra modificación, es que en esa final se podrá utilizar un cuarto cambio en el alargue.

¿Quién entrará por Gaitán?, en principio, sería Lamela. Mientras tanto, Di María continúa trabajando, ¿llegará a una hipotética final?, los tiempos están muy justos.

síntesis

Argentina 4

Venezuela 1

Estadio: Gillette Stadium de Boston.

Árbitro: Roberto García (México).

Público: 59.183 espectadores.

Argentina: Romero; Mercado, Otamendi, Funes Mori y Rojo; Augusto Fernández, Mascherano, Banega; Messi, Higuaín y Gaitán. D.T.: Gerardo Martino.

Venezuela: Hernández; A. González, Angel, Vizcarrondo y Fletscher; Guerra, Rincón, Figuera y Seijas; Rondón y Martínez. D.T.: Rafael Dudamel.

Goles: en el primer tiempo, a los 7 m Higuaín (A); a los 28 m Higuaín (A). En el segundo tiempo, a los 15 m Messi (A), a los 24 m Rondón (V), a los 25 m Lamela (A).

Cambios: todos en el segundo tiempo, a los 9 m Añor (V) por Seijas; a los 21 m Lamela (A) por Gaitán; a los 28 m Agüero (A) por Higuaín; a los 34 m Del Valle (V) por Martínez y Biglia (A) por Banega y a los 39 m Velázquez (V) por Rincón.

Incidencia: a los 42 m del segundo tiempo, Romero (A) le atajó un penal a Seijas.

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Con algunas fallas. En la parte defensiva, la Selección tuvo su partido más flojo por un lapso de 20 minutos (los finales del primer tiempo) en los cuales se distendió y se vio superado por el rival. En el complemento, ajustó las líneas y volvió la solidez a la firme zaga nacional.

Foto: EFE

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Se sumó sin vergüenza. Nicolás Gaitán no pertenece a esta generación de futbolistas pero Martino lo citó y su inclusión en el equipo se dio como si viniese jugando con ellos desde hace tiempo. Ayer volvió a ser desequilibrante por la izquierda de la cancha. Lamentablemente, se pierde la semifinal por sumar dos amarillas. Foto: EFE

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Rompió la sequía. Higuaín espera feliz el abrazo de Messi. El “10” le metió un pase impecable para una gran definición de “Pipita”, que luego anotó también el segundo gol argentino. Se le abrió el arco al “9”. Foto: EFE

bajo la lupa

ROMERO (7).- Atajó un penal y tuvo dos contenciones brillantes en el primer tiempo. Apareció cuando el equipo lo necesitaba.

MERCADO (5).- Reguló las subidas, no se proyectó tanto y trató de cumplir con la marca.

OTAMENDI (6).- El mejor de los de atrás para defender. Fuerte en la marca y apenas complicado en el juego aéreo con Rondón.

FUNES MORI (6).- Bien en lo defensivo aunque cometiendo un error en la salida que devino en el único gol rival.

ROJO (6).- Armó un buen tándem ofensivo con Gaitán, sobre todo en el primer tiempo. Reguló un poco más las energías en el segundo.

AUGUSTO FERNÁNDEZ (6).- Buen partido, corrió mucho, perdió un poco el control del juego en el final del primer tiempo, pero se recuperó en el segundo.

MASCHERANO (6).- Más allá de algún error en la salida, otro que rindió bien. Recuperó bastante, estuvo siempre bien parado y con voz de mando.

BANEGA (5).- No tuvo en este partido la preponderancia que alcanzó en otros. Por momentos apareció y en otros se apagó.

MESSI (9).- Desde que empezó el partido, se lo notó con tremendas ganas de demostrar. Hizo un gol, le puso una pelota exquisita a Higuaín en el primero, también fue clave en el cuarto, y cada arranque suyo fue imparable.

HIGUAÍN (9).- Dos goles lo eximen de comentarios. Fue lo mejor, lejos, que hizo en el torneo. GAITÁN (7).- Muy buen partido, abriendo la cancha, llegando hasta el fondo y asociándose, como en la jugada del gol de Messi. Otra de las revelaciones que tiene el equipo en esta Copa. LAMELA (6).- Se paró abierto por izquierda, en la misma posición que Gaitán, y convirtió un gol de derecha. Cumplió con creces.

AGÜERO.- No entró bien esta vez. Inseguro en el manejo de la pelota y hasta dio la impresión de cierta lentitud.

BIGLIA.- Pocos minutos en la cancha, ya con todo definido.