Noroeste de la ciudad

Los Sin Techo reemplazó 30 ranchos por casas en Las Lomitas Norte

Las obras beneficiaron a unas 200 personas en una precaria situación socioeconómica. También recibieron agua potable y energía eléctrica. Pese al esfuerzo, avanzan los ranchos en los márgenes de la ciudad.

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Casa nueva. Tras abandonar el rancho, con esfuerzo, cada vecino realiza pequeñas obras en su vivienda para mejorarla. Así progresan. Fotos: Guillermo Di Salvatore.

 

De la Redacción de El Litoral

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Unos 200 vecinos del noroeste de la ciudad fueron beneficiados con las 30 viviendas que construyó el Movimiento Los Sin Techo (LST) en barrio Las Lomitas Norte, también conocido como Santo Domingo.

Las 30 casitas fueron levantadas en dos manzanas ubicadas en terrenos que recibió el movimiento LST como donación en una zona delimitada por el Camino Viejo a Esperanza, Cafferata; Regimiento 12 de Infantería y Ayacucho, cerca del reservorio del oeste que está junto a la avenida de Circunvalación.

Las familias que ya habitaban ese lugar de la ciudad en precarios ranchos, ahora cuentan con energía eléctrica y agua potable en sus nuevos hogares. Las calles con zanjas a cielo abierto son de tierra y está previsto colocarles un ripiado. También se instalará un sistema de iluminación pública ya que la energía llegó sólo al interior de las viviendas, gracias a las bajadas de luz y medidores colocados por la Empresa Provincial de la Energía.

Propietarios

Cada una de las 30 viviendas cuenta con un ambiente, un baño y una galería. Y el rancho que habitaban antes estas familias quedó a un costado de cada vivienda de material como galpón.

Algunos de los habitantes avanzaron con ladrillos y construyeron otro ambiente en la galería. No es el caso de Jonatan (31 años) y Priscila (26 años), que hace tres meses recibieron una de las casitas que habitan junto a dos de sus hijos: Fiorela (5 años) y Jonás (1 año y 10 meses) y la mantienen tal como se la entregaron.

Son poco más de las 9 de la mañana y Priscila ensilla feliz el mate en la galería de su nueva casa, y ofrece un humilde espacio con una silla y una mesa improvisada con maderas y tarros para sentarse a conversar. El sol ilumina su rostro y muestra su sonrisa. A un costado, un caño de plástico que termina en una canilla sobresale del barro entre la mugre y unas maderas que hay tiradas en el suelo. “Por ahora al agua la sacamos de ahí”, señala la vecina mientras alcanza el primer mate, “pero ya nos dijeron que van a hacernos los caños para tener agua adentro de la casa”.

Este matrimonio de desocupados que antes vivía en un rancho reside en el barrio Las Lomitas Norte desde hace dos años, aunque siempre habitaron la zona.

Jonatan “hace changas” y Priscila sufre problemas cardíacos que le imposibilitan trabajar, por lo que está gestionando una pensión. Pese a la miseria no se quejan. Están agradecidos de la oportunidad de progreso que les da Los Sin Techo. Y aseguran que quieren salir adelante.

Faltan casas

Las 30 viviendas fueron construidas con recursos provinciales en el marco del proyecto de erradicación de ranchos. Cada vecino es propietario de su casa y los terrenos donde fueron levantadas pertenecen al movimiento LST.

“Está previsto entregarle a cada propietario la escritura, para que sean dueños de su casa y del terreno, pero es un trámite muy costoso que estamos gestionando”, explicó José Luis Zalazar, uno de los líderes de la organización no gubernamental fundada por el extinto padre Atilio Rosso.

Muy cerca de allí se levanta una extensa línea de ranchos paralela al Camino Viejo a Esperanza. “Hay que urbanizar”, asegura Zalazar, barriendo con la mirada cada uno de los ranchos. “Ahora tenemos que ir por esa gente”, reconoce, y explica que están en tratativa con los propietarios de esas tierras.

Al final de la visita al barrio, Zalazar vuelve sobre sus pasos y le dice a El Litoral: “Hablan de pobreza cero, pero la pobreza no se combate desde un despacho, poné eso en el diario, por favor”.

"El barrio mejoró mucho con las casas de material. Ahora queremos que pongan la luz de la calle, porque de noche no se ve nada con la luz de las viviendas”.

Priscila (26 años) Beneficiaria

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El dato

Alarmante

De acuerdo con una estimación del Movimiento Los Sin Techo, la ciudad de Santa Fe suma unos 320 ranchos por año.

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