ESTARÁ 60 días EN UNA COMISARÍA

Dictaron la preventiva para el cura Monzón

Lo resolvió el juez de Instrucción Penal Preparatoria, Gonzalo Basualdo. Es por un nuevo caso de abuso de menores que involucra al sacerdote. Enfrentamiento de familiares y llamada a la paz social.

El cura se fue esposado de la sala de audiencias ayer en horas de la siesta. Foto: Agencia Reconquista

Gustavo Capeletti

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Agencia Reconquista

Luego de una audiencia de medida cautelar que se extendió por 3 horas, el juez de IPP Gonzalo Basualdo dictaminó ayer la prisión preventiva por 60 días para el cura Néstor Monzón y dispuso que sea la comisaría de Avellaneda el lugar para cumplimentar la medida.

El magistrado dispuso, luego de escuchar a los fiscales y la defensa, que el cura cumpla el arresto en un calabozo de la comisaría de Avellaneda, como resultado del pedido de los fiscales del MPA que horas antes lo habían imputado por el abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por su condición de sacerdote, de un chico de 5 años, hecho ocurrido en Reconquista.

De esta manera, el único acusado por el abuso de dos menores de 3 y 5 años, quedó más comprometido toda vez que sumó una nueva acusación por pedofilia y ya no fue alojado en un dependencia de la diócesis de Reconquista, como había ocurrido la vez anterior, sino que la Justicia se animó a confinarlo a un celda policial.

Medida “adecuada”

Para los fiscales Rubén Martínez y Alejandro Rodríguez, que investigan los abusos, la medida alcanzada “es la adecuada puesto que hay que despejar todas aquellas circunstancias que puedan favorecer el entorpecimiento probatorio” que en esta causa ya quedó probado que existe con “aprietes y encubrimiento” por los cuales fueron oportunamente denunciados el obispo de Posadas, Juan Martínez, e imputada la abogada del Obispado, Gabriela Contepomi, respectivamente.

Por su parte, el abogado defensor del cura, Ricardo Degumois, dijo a la salida de la Oficina de Gestión Judicial que “no vamos a apelar la prisión preventiva, consideramos que si la fiscalía quiere ese plazo (60 días) para reunir pruebas está bien; el padre Monzón es el primer interesado en que se sepa la verdad”.

Enfrentamiento

La concordia que parece haber primado entre las partes de acuerdo a las declaraciones vertidas, no se reflejó para nada en las familiares y allegados de las víctimas y del imputado. En la vereda de la OGJ, parientes de los nenes abusados y cercanos al cura cruzaron insultos de alta intensidad y forcejearon varias veces con los policías que los contenían mientras pugnaban por irse a las manos.

“Yo sé dónde viven ustedes”, lanzó un íntimo del sacerdote, y enseguida tuvo la reacción de la otra parte: “Yo también sé dónde vivís vos, hijo de p’, mi sobrina tiene 3 años y mirá lo que le hizo”, espetó un tío de la nena ultrajada.

“Dejar los fanatismos”

• El clima de encono generado en torno al caso Monzón, ya había sido reprobado por el obispo diocesano Ángel Macín en una conferencia de prensa brindada el martes en la sede episcopal donde bregó por “la paz social” y llamó a los fieles a la oración y a “dejar de lado los fanatismos” porque son sinónimo de “pérdida de la fe”.

Durante ese contacto con la prensa, monseñor Macín dejó en claro que quien conduce a la Iglesia norteña es él en persona y que no tiene voceros ni mandaderos. En esa dirección, se expresó cuando se desmarcó de la abogada de la diócesis procesada por encubrimiento luego de que escuchas telefónicas expusieran que en una conversación con el cura imputado le recomendó que “borre todo” y que “monseñor está de acuerdo”.

“Yo no dije eso, Gabriela Contepomi habló por cuenta propia y no por la mía, yo siempre tuve voluntad de colaborar para que se alcance la verdad. Respecto de la actitud del obispo de Posadas, Rubén Martínez, (de apretar fiscales) deberá responder por sus acciones, ésta no es su diócesis y yo no puedo hacerme cargo de su actitud”, aclaró, contundente.