Un proyecto impulsado por una fábrica

En Brujas podrías abrir la canilla y obtener cerveza

  • El sueño de abrir el grifo y que en lugar de agua salga cerveza nunca ha estado tan cerca. Una extensa tubería que transporta esta bebida, recorre el Patrimonio Mundial de esta ciudad y pronto podría llegar a los domicilios. Eso sí, está asegurada contra quienes intenten perforarla de forma ilegal.
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Cada día, por las calles de Brujas circulan gigantescos tanques de cerveza que suministran a los bares y clubes. Fue construida por la fábrica “De Halve Maan”. Foto: Agencia DPA

 

Redacción El Litoral

Agencia DPA

Seguro que todo amante de la cerveza lo ha soñado alguna vez: abrir la canilla y que salga cerveza en lugar de agua. Directamente de la tubería.

En la pequeña ciudad belga de Brujas, Xavier Vanneste ha dejado de soñarlo para hacerlo realidad. Dueño de la tradicional fábrica cervecera De Halve Maan, ha construido una tubería de tres kilómetros que avanza bajo las calles de la ciudad, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco.

El proyecto suena a aventura, pero tiene motivos económicos. “De Halve Mann”, que significa “media luna” en flamenco, fabrica cerveza en pleno centro medieval de Brujas, entre canales, tiendas de souvenirs y puestos de patatas fritas. Aquí se elabora cerveza desde hace 500 años, asegura Vanneste, la sexta generación al frente de la empresa.

De la idea a los hechos

El aumento de la producción en los últimos años supuso problemas: en la pequeña cervecería ya no había sitio suficiente para llenar todas las botellas, por lo que la empresa tuvo que construir una envasadora en un área industrial a unos tres kilómetros del centro de la ciudad.

Desde entonces, cada día entre cuatro y cinco camiones de carga con unos 30.000 litros de cervezas pasaban por el adoquinado del centro de la ciudad, una estructura de calles estrechas y esquinadas de unos 600 años de antigüedad llenas de turistas sobre todo en verano.

Por eso Vanneste soñaba con una solución más práctica. Y cuando vio a unos constructores poner un cable, se le ocurrió la idea: una tubería subterránea que uniera la cervecería con la fábrica envasadora.

Sabía que en algún momento alguien se quejaría del tráfico de camiones y, además, con la nueva idea, podría mantener su empresa en el centro histórico de la ciudad.

La planificación y construcción duraron más de cuatro años. “Técnicamente no era complicado, era el mismo procedimiento que cuando se instalan tuberías de agua potable”, asegura.

Las tuberías se colocaron por debajo del suelo a entre dos y 34 metros de profundidad. Para ello se invirtieron cuatro millones de euros.

La tubería hecha de un plástico especial es compatible con los alimentos, puede limpiarse y está esterilizada. A partir de septiembre fluirán por ella unos 4.000 litros de cerveza por hora, con los que se podrán llenar 12.000 botellas.

Sin embargo, no será posible el funcionamiento pleno sin usar camiones, porque es necesario utilizarlos para llevar los ingredientes a la cervecería, así que entre el 10 y 15 por ciento del tráfico se mantendrá.

¡A domicilio!

El alcalde de Brujas, Renaat Landuyt, se muestra hoy más entusiasmado que cuando oyó la idea por primera vez. “¿Cuál fue mi primer pensamiento? Que era una broma”, dijo. Pero luego vio una buena posibilidad de solucionar problemas de tránsito. “Esto parece un museo pero tenemos que trabajar y vivir aquí”.

En el centro medieval de la ciudad viven unas 18.000 personas. “A los que se suman el mismo número de visitantes cada día”, explica Landuyt. Cada año visitan la ciudad, habitada en total por 180.000 personas, más de seis millones de turistas.

La tubería de cerveza es la primera de esta magnitud en Europa y ya antes de su construcción algunos ciudadanos de Brujas se interesaron por ella. “Muchos ofrecieron incluso dinero para tener una conexión privada al a tubería”, explica Vanneste.

Entonces se le ocurrió la idea de financiarlo en parte mediante el “crowdfunding” o financiación colectiva. La contraprestación: cerveza. En función de la contribución, el inversor recibía más o menos bebida.

El aporte más alto que recibieron fue de 7.500 euros y por ese monto el inversor recibirá cada día una botella de cerveza hasta el final de su vida. La idea fue recibida con especial interés por los más jóvenes, eso sí, mayores de edad.

El sueño de disponer de un flujo de cerveza inagotable nunca ha estado tan cerca. Porque la tubería está además asegurada contra quienes intenten perforarla de forma ilegal, asegura Vanneste.