En Aristóbulo del Valle al 8400

Por los robos, en el barrio Docente los vecinos vigilan por Whatsapp

Las entraderas y los arrebatos a toda hora preocupan a quienes habitan el complejo provincial, ubicado en el norte de la ciudad. Para cuidar sus bienes, armaron un grupo en la app en el que se avisan cuando ven pasar a los ladrones. Reclaman mayor presencia policial.

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Lejos del control. El barrio es tranquilo a pesar del intenso tránsito de la avenida Aristóbulo del Valle. Los vecinos también reclamaron mayor presencia de la Municipalidad, para controlar la circulación y estacionamiento de vehículos en las calles aledañas al barrio y evitar la formación de un microbasural sobre calle San Martín. Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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Desde la cocina de su casa en el barrio Docente, Silvia ve pasar una moto por la calle y busca con urgencia su celular. Dos hombres jóvenes con casco, uno con campera verde y el otro con un buzo blanco, acarrean en el rodado un equipo de música y un par de zapatillas. La mujer inmediatamente advierte la situación y comenta los detalles en un grupo de Whatsapp que comparte con sus vecinos del complejo que “creamos para cuidarnos entre todos”, como le explicó a El Litoral.

Es que según señaló, el incremento de las entraderas a las viviendas del plan habitacional ubicado en el norte de la ciudad —a la altura del 8400 de la avenida Aristóbulo del Valle— y la falta de respuesta de la fuerza policial generaron la necesidad de “hacer algo”; así fue que surgió la idea de formar un grupo “Vigilancia Docente” para proteger sus bienes y organizar el llamado al 911.

“Lo primero que hacemos, a cualquier hora si vemos que robaron, es avisar en el grupo. Entonces, el vecino que esté en el barrio sale a ver si encuentra a los ladrones, mientras viene la policía”, explicó otra vecina que solicitó la reserva de su identidad “por seguridad”. Sus compañeras hicieron la misma requisitoria cuando hablaron con El Litoral en una recorrida por el barrio.

A raíz de la reiteración de los hechos, los vecinos elevaron notas al Ministerio de Seguridad y a la Municipalidad con diferentes reclamos “pero no tuvimos respuesta”, explicó Roxana, una docente. Ahora, piden mayor presencia policial o que se disponga la Comunitaria “de forma urgente”.

Crecimiento demográfico

El complejo de 98 viviendas está emplazado en una zona de la ciudad —ver mapa— que, en los últimos años recibió un fuerte impulso en la urbanización. Primero se creó el barrio Los Quinchitos, con familias relocalizadas de Bajo Judiciales, Playa Norte y Gada. Por otro lado, el plan nacional de viviendas Procrear y el provincial Mi Tierra, Mi Casa, le dieron forma al barrio Nueva Esperanza, hacia el este. Y próximamente se sumarán otras 60 familias en las viviendas que construirá el gobierno nacional para más familias de Playa Norte y Bajo Judiciales. A su vez el municipio realizó obras de infraestructura y servicios, como la extensión del bulevar French.

“Hace más de un año vinimos a vivir acá. Fue una felicidad acceder a la casa propia pero empezamos a tener problemas de inseguridad. En mayo del año pasado, mientras mi hijo me hacía el tapial del fondo, se llevaron su moto del frente y de ahí los robos fueron empeorando”, comentó una docente que vive en calle Soldado de Almonacid.

Las maestras también mencionaron que al retirarse la seguridad privada de la empresa que construyó el barrio y un puesto policial en el bulevar French, los hechos de inseguridad han ido en aumento. Como otro factor, las vecinos agregaron el hecho de “ser docentes” y que todos sepan el horario en el que están o no en sus viviendas. “No hay mucha vuelta: trabajamos a la mañana o a la tarde y eso cualquiera lo sabe con hacer una mínima vigilancia”, resumió otra vecina que vive sobre calle San Martín.

Más inversión

Como obras complementarias a las viviendas del complejo sumaron rejas, portones, tejidos con púas y pagan un servicio de seguridad privada. La mayoría tiene perros. Pero, el que no cuenta con el dinero para “protegerse”, sufre las consecuencias.

“Yo saqué un crédito para pagar la reja y el portón, por $ 26.000. Además, 47 vecinos pagamos $ 360 por mes de la vigilancia privada. Están desde las 23 a 7: empiezan a custodiar las calles que salen a Aristóbulo del Valle porque si no les roban a los vecinos en el barrio, lo hacen cuando van a tomar el colectivo”, describió Roxana.

Los robos son rápidos y a cualquier hora: el ladrón ingresa a la vivienda, “agarra lo que tienen a mano” y se va. En ese momento, es cuando lo vecinos lo ven pasar con sus pertenencias por la calle y se avisan por Whatsapp.

“Lo más grave es que acá sabemos quiénes son los pibes que tienen problemas con la droga y se quedan con los teléfonos de la gente. Se llevan herramientas, electrónica, plata, las garrafa”, comentó Roxana y agregó que en el barrio “sólo quieren mantener una buena calidad de vida”.

Como docente, se permitió una reflexión: “Acá vivimos quienes tenemos la tarea de educar, vamos al aula a crear conciencia solidaria, sentido de patriotismo, respeto por las entidades democráticas. Pero me pregunto por qué si yo voy a hacer mi trabajo con amor a la escuela de Los Troncos, no hace lo mismo quien tiene que hacer su trabajo en mi barrio. Es decir que, al compromiso social para la función lo tenemos algunos y otros no”.


El dato

Ubicación

  • El barrio fue entregado a los docentes el 25 de marzo de 2015. Son 98 viviendas en cuatro manzanas, aún hay 11 sin habitar. No cuentan con los servicios de gas natural, ni cloacas. Los límites son: calle Soldado de Almonacid al sur, Pasaje Público 109 y José Civils, al norte. Calle San Martín al oeste, 25 de Mayo y Rivadavia, al este.
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