ENTREVISTA CON RUBÉN VIANI

Juan Ignacio Novak

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Cuando habla de “Espíritu Traidor”, la obra de teatro musical producida por la Municipalidad de Santa Fe, Rubén Viani, director general de la puesta, no disimula su orgullo. Es que este trabajo no solamente marcó un hito en la historia de las artes escénicas de la capital de la provincia, sino también un escalón fundamental para su propia evolución creativa. Cree también que para el espectáculo, que inició el jueves su despedida del público santafesino, fue clave el trabajo de los artistas locales (“el cruce con todos ellos fue una experiencia que me hizo aprender un montón”) y la decisión de incluirlo dentro de las políticas culturales. Además, consideró que supone una contribución al desarrollo de musicales con identidad y formatos de la Argentina. Y que el público santafesino le parece “absolutamente cálido”.

—“Espíritu Traidor” fue un hito en la cartelera santafesina. Con relación a tu carrera, ¿cómo lo enmarcás?

—Tuve la suerte de trabajar en la dirección de actores y puesta en escena de “Cabaret”, “Despertar de primavera”, “Por amor a Sandro”. Pero “Espíritu traidor” es un espectáculo que me marcó mucho en mi carrera, por el contacto con la gente de Santa Fe. Yo venía trabajando desde hace mucho con seminarios y realmente el encuentro fue maravilloso. Por otro lado, cada obra te va dejando un recuerdo y de “Espíritu traidor” me gustó muchísimo el libro, la música, cómo se fue gestando y la envergadura que alcanzó. Lo voy a recordar mucho a lo largo de mi vida. Siento que uno, como director, aprende en cada proyecto. Y “Espíritu...” me dejó mucha experiencia.

—Espectáculos de este tipo no son frecuentes en el interior.

—“Espíritu...” no es un espectáculo grande para el interior, es un espectáculo grande para cualquier lugar. No es que es grande acá y chico en Buenos Aires. En ese sentido, la Secretaría de Cultura hizo un esfuerzo enorme, muy valioso. Creo que el teatro musical en la Argentina está avanzando mucho desde la autogestión. En este sentido, “Espíritu...” logra ser un espectáculo muy grande desde algo nuevo. No es un formato de Broadway, no es un musical de afuera que nosotros hayamos traído. En ese sentido, también cubre cosas que están pasando en la formación y que tiene que ver con generar por todo el país una autogestión de proyectos con textos, dramaturgos, directores y músicos argentinos.

—Se va generando como una identidad del musical argentino.

—Yo dirijo pedagógicamente la Licenciatura de Artes Escénicas de la Uade y siempre digo que no hay que creer que lo extranjero es malo. Frente a lo que hacen los americanos y los ingleses, hay que sacarse el sombrero. Ellos vienen hace muchísimo tiempo haciendo esto y tienen una formación, en las escuelas, que apunta al actor integral. En ese sentido, creo que tenemos que ir ganando mucho terreno. Está bueno ver lo que hacen afuera, pero también empezar a generarlo. Si no, te quedás esperando un formato al que cuesta muchísimo dinero en dólares poder acceder. Al respecto, cobra mucho valor que aparezcan grupos de actores, dramaturgos y gente independiente que generen teatro musical nacional. Sin pelearse con los musicales de afuera. En los seminarios, apuntamos a la idea de la autogestión, hay que generar y sembrar eso, porque se están generando obras off muy buenas. A veces pequeñas, pero con un valor artístico excelente. Creo que “Espíritu...” tiene muchos de esos condimentos. Es una versión muy libre de Shakespeare que se ha generado acá.

—También está esa suerte de tranquilidad que aporta tener un clásico en la base.

—Es verdad que hay una estructura detrás que te permite generar un imaginario y una posibilidad. Pero es una versión muy libre (de “Sueño de una noche de verano”). Joaquín Bonet hizo un trabajo formidable con la versión, le dio un color muy litoraleño, que era lo que buscábamos. Se encontró la vuelta para que resuene en Santa Fe. Shakeaspeare siempre está sobrevolando, pero está buena la vuelta de rosca que se dio.

—El aporte de los artistas locales habrá sido significativo para la estructuración final de la propuesta.

—Estoy muy contento con todos los creativos y actores de Santa fe. Estoy muy enamorado de esta ciudad, tengo muchas ganas de continuar trabajando. Vengo desde hace más de siete años, entonces realmente el encuentro y el cruce con todos ellos fue una experiencia que me hizo aprender un montón.

—¿Este tipo de iniciativas se puede proyectar en otros puntos del país?

—Obviamente, el desarrollo más fuerte está en Buenos Aires, pero se está viendo movimiento en las capitales de provincia. Después hay que ver si está la decisión cultural, como hubo en Santa Fe. Un Estado que hizo una apuesta para que todo lo que ya estaba surgiendo en el teatro musical pudiera tener un espectáculo de esta envergadura. Eso es costoso. Acá se dio y tuvo mucha repercusión, el público apoyó masivamente.

—Eso fue algo que, de alguna manera, completó a “Espíritu Traidor”.

—Sin duda. El público fue absolutamente cálido. Yo lo que sentí es que apoyaron a sus artistas y eso fue conmovedor.

—Muchos se habrán sentido reflejados en el escenario.

—La obra tiene temas que tienen que ver con la paternidad, el perdón, la traición, la amistad. La gente decía que se había reído, conmovido, llorado, sufrido. Eso es una buena obra. Como diría (Mauricio) Kartún, “la obra sobrevuela la milanesa”. Quiere decir que cuando te vas a comer, seguís pensando. Cuando “no sobrevuela la milanesa”, es algo que viste y se te fue. Creo que “Espíritu Traidor” queda en la cabeza. Tiene muchos puntos con los cuales identificarse.

Las funciones que marcarán el adiós del espectáculo seguirán hasta mañana. Foto: prensa municipalidad

Funciones

• El jueves y anoche tuvieron lugar las dos primeras funciones despedida de “Espíritu Traidor”. Las otras serán hoy a las 22.30 y el domingo a las 20, siempre en el Teatro Municipal. Las entradas están a la venta en la boletería del Teatro, con valores que arrancan en los 100 pesos.