ANOCHE

El maestro Chiacchiarini dirigió a la Sinfónica

El joven director argentino condujo al organismo en un concierto que incluyó obras de Johann Strauss, Richard Strauss y Jean Sibelius. Como solista, actuó el cornista santafesino Dardo Valdez.

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La Orquesta se presentó en el escenario mayor del Centro Cultural Provincial.

Foto: pablo aguirre

 

Prensa Orquesta Sinfónica

Redacción de El Litoral

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Anoche, la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe se presentó en el Centro Cultural Provincial bajo la dirección de uno de los directores más jóvenes del circuito académico mundial, el maestro argentino Mariano Chiacchiarini. Como solista, actuó el cornista santafesino Dardo Valdez, músico estable del organismo.

Como es habitual en los conciertos de temporada de la Sinfónica, pasadas las 21, todo en la sala se dispuso para el inicio de la velada. Luego de la afinación, Chiacchiarini caminó hasta el podio, recibido por los aplausos del público y luego de unas breves palabras para presentar el repertorio y al solista y agradecer la presencia de todos, tomó posición y comenzó a dirigir la primera obra del programa: la Obertura de la Opereta Der Zigeunerbaron, de Johann Strauss. La obertura de la opereta en tres actos “El Barón Gitano” fue tocada con gran destreza y con una firme conducción.

La segunda obra presentada fue el Concierto para Corno y Orquesta Nº 1 en Mi bemol Mayor, op. 11 de Richard Strauss -quien no tiene parentesco, al menos conocido, con el autor de la primera obra-. El solista Dardo Valdez, visiblemente tranquilo y concentrado hizo fluir los sonidos de su instrumento.

Tras un intervalo, sin preámbulos, Chiacchiarini volvió al podio y llevó adelante la tercera y última obra del encuentro. Fue de Jean Sibelius, su título Sinfonía Nº 2 en Re Mayor, op. 43. El propio autor indicó: “Mi segunda sinfonía es una confesión del alma” y algo de eso fue lo que se vivió.

La música de la orquesta, con Chiacchiarini en el podio, fue una caricia al alma para todos los presentes que se vio reflejada en la reacción espontánea y efusiva de los asistentes en el aplauso cerrado y de pie que coronó el concierto.