Puntos de vista

Las entidades productivas de la lechería fueron recibidas por la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados de la Nación. Unos propusieron un mercado institucionalizado; otros, una ley que regule la actividad y aporte previsibilidad.

Federico Aguer

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Esta semana, la Comisión recibió a los productores de peras y manzanas, y luego a los representantes de las entidades de productores de leche. Gustavo Vionnet (titular de CARSFE), sostuvo que se necesitan medidas urgentes “y la concreción de un mercado institucionalizado de leche, tal como tienen otros commodities como la soja, el trigo o la carne vacuna”. Para el ruralista esto se logra a través de mecanismos que “permitan generar un bien transable, precios de referencia, contratos lácteos y su publicación; y un arbitraje que permita la redistribución de la renta en los elsabones de la cadena. Que ninguno se siga apropiando de la renta del otro”, manifestó.

Por su parte, el titular de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe (Meprolsafe) Marcelo Aimaro, admitió que existen diferencias con las otras entidades respecto del camino a seguir. “Nosotros queremos un ordenamiento de la lechería a través de un precio polinómico. Entendemos que hay un porcentaje que se puede modificar, y que eso aportaría una mayor previsibilidad a la cadena. Si seguimos así nos vamos a los caños”, graficó.

A su turno, Daniel Oggero, de la Asociación de Productores de Leche (APLA), destacó que su entidad expuso dos propuestas claras: la sanción de una ley que regule la actividad y transparente la actividad para hacerla “lo más equitativa y resolutiva. Para que el productor nunca más deba trabajar a pérdida”. El otro punto fue una ley de arrendamientos. Según Oggero se siguen liquidando planteles lecheros en los remates de la zona y eso se ve en la producción a nivel provincial: “Santa Fe bajó de producir 8 millones de litros por día a unos 4,5”

Esta semana también se desarrolló el Programa de Desarrollo Tecnológico, en el cual se brindaron herramientas para manejar la incertidumbre, tal vez la única certeza que tenemos en el horizonte. Sobre todo, si los mismos productores son quienes nos se ponen de acuerdo sobre lo que necesitan.