El sábado, en el Teatro Municipal

Canto Libre: de cara a Europa

La agrupación musical dará un concierto despedida antes de emprender una gira internacional por Holanda, Suiza e Italia, antes de ser recibidos por el Papa Francisco en el Vaticano. En la entrevista, El Litoral se mete en los entretelones de la aventura.

Canto Libre: de cara a Europa

La delegaciónque viajará a Europa, a la cual se sumarán artistas invitados de gran trayectoria. Foto: Gentileza producción

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Para despedirse antes de emprender una gira internacional por Europa, y en el año de su vigésimo aniversario, la Agrupación Musical Canto Libre brindará un concierto este sábado a las 21, en la Sala Mayor del Teatro Municipal 1º de Mayo (San Martín 2020), junto a la delegación completa que formará parte del viaje. Con la dirección de Silvia Alejandra Martini y Daniel Arturo Sánchez, la agrupación formada por coro y pequeña orquesta interpretarán “El Evangelio criollo” de Amado Anzi y la “Misa criolla” de Ariel Ramírez, el repertorio de la gira.

Las entradas se encuentran a la venta en la boletería, a 150 pesos los palcos y la platea, y 100 pesos las generales. La recaudación será a beneficio del viaje.

Propuesta

Antes del concierto y la gira, El Litoral dialogó con Daniel Sánchez y los arregladores Ignacio Sánchez y Luciano Stizzoli.

—¿Cómo salió la gira y cómo se pudo hacer?

Daniel: —Se da primero porque rescatamos una obra que teníamos en mente, por un chico de Misiones, que se llama “El Evangelio criollo”. Esa obra es de un sacerdote jesuita que no es muy conocido (la obra tampoco), pero nos gustaba por la temática: es la vida de Jesús en las pampas argentinas en vez de en Galilea, en forma gauchesca; desde su nacimiento hasta su resurrección. Es un jesuita el que hizo ese traslado (Amado Anzi), tipo Martín Fierro. Tiene todas las formas folclóricas: carnavalito, bailecito, chacarera, chacarera trunca, chamamé.

Hace dos años la comenzamos a hacer con este misionero, que es César Daniel Bernal. Nosotros pusimos toda la materia prima: todos los chicos de Canto Libre, y reforzamos algunas cosas. La presentamos en Santa Fe, en Misiones y en Buenos Aires. Como en Buenos Aires atiende Dios (risas), había un par de señoras que nos pidieron llevar el proyecto al Vaticano, porque justo al otro día salían para allá. Llevaron el material, todo desprolijo, y a los dos meses salió el interés: empezó el caminito a través de Nunciatura Apostólica; y cuando se concretó la propuesta del Vaticano de llevar la obra a Italia empecé a armar la gira para atrás, buscando contactos para tocar y cerrar en Italia.

El 12 de octubre nos recibe en audiencia el Papa Francisco, así que antes vamos a estar en Suiza: ese contacto fue muy importante, porque mi señora y yo (Silvia Martini, codirectora de Canto Libre) trabajamos en las cárceles con un sacerdote suizo. Él falleció, y los hermanos y sobrinos están recopilando su vida en la Argentina. Entonces Joëlle Carron, la sobrina del padre Gabriel está a cargo del Decanato de Jóvenes Católicos de la ciudad de Sion: ella nos recibe, nos aloja y nos da de comer.

—¿A cuánta gente hay que darle de comer?

Luciano: —Somos 52, toda la delegación.

Daniel: —Eso era lo importante de conseguir, alojamiento y comida. El pasaje, hubo que luchar para conseguirlo (de golpe todo se complicó, porque el dólar se fue de 9 a 14 pesos).

En Holanda conseguimos a través de un cantante lírico, Frank Hermans, que estuvo por acá, conoció Canto Libre cuando estábamos armando todo esto. Se llevó la propuesta a la abadía de Berne, en Heeswijk (Brabante Septentrional), les interesó, pero pusieron como condición que también llevemos la “Misa Criolla”.

¿Por qué esa insistencia? Porque la “Misa Criolla” fue estrenada por Ariel Ramírez en Holanda, cosa que nosotros desconocíamos. Doble esfuerzo, entonces sumamos al director coral Rodrigo Naffa que nos ayuda y va a dirigir la “Misa...”, con los chicos de Canto Libre con músicos invitados. De hecho Luis Sartor, un charanguista que invitamos vive en Japón y se nos une en Amsterdam. Va a llevar unas imágenes de Florián Paucke, sacerdote jesuita que estuvo en San Javier, el único que ilustró la vida de los habitantes originarios, musicalizadas por él, que vamos a mostrar en el hall de cada lugar (Poli Gomítolo lo reemplaza este sábado).

Cronograma

—¿Cómo quedan las fechas?

Daniel: —Estamos desde el martes 4 al sábado 8 en Holanda: en Amsterdam un día de visita; el 6 en La Haya en visita protocolar, invitados por Yanina Berra Rocca (secretaria de asuntos culturales de la embajada argentina); en Veghel dando un concierto (en un teatro) el viernes 7 y el sábado en la abadía, nos hacen una cena de despedida.

Viajamos toda la noche para Suiza. El domingo 9 estamos en Sion, damos un concierto ahí cerquita, en una iglesia en Bramois. El 10 lo tenemos libre, pero vamos a tener un encuentro con un colegio, para intercambiar con coros y orquestas jóvenes. El martes 11, después del desayuno, ya salimos camino a Roma: tenemos que estar esa noche para amanecer en el Vaticano porque el 12 nos recibe el Papa a las 10.30 de la mañana. Le llevamos algunos regalitos. La van a declarar semana gaucha, porque también santifican al cura Brochero.

—¿En el Vaticano hay función?

Daniel: —Ahí no. Como va el padre Axel Arguinchona...

—Un personaje caracterizado de la Iglesia santafesina...

Daniel: —Claro, él estuvo comunicándose con el embajador argentino en el Vaticano, entonces salió la posibilidad de hacer al otro día un concierto en Roma.

—Extramuros...

Daniel: —Gestiones para que vaya el Papa al concierto se hicieron: que vaya es casi imposible. Lo mismo con la reina de Holanda. El 14 tenemos un día libre, para que los chicos conozcan la ciudad.

Construcción

—¿Cómo fue armar semejante obra para tanta gente?

Ignacio: —Empezamos por 2014, empezamos de a poco. Un chico que no está más, Guillermo Almirón, empezó con los arreglos corales, y a partir de ahí a desarrollar las ideas musicales. Si bien ya hay un patrón escrito, fuimos arreglándolo a los instrumentos que teníamos y a nuestros gustos, y acorde a lo que estábamos haciendo: una ópera folclórica, teniendo en cuenta que la íbamos a presentar en el teatro.

Luciano: —Lo que ocurre es que están grabadas canciones que ya existían, a manera de un álbum. Entonces la música no está pensada de manera dramática. Tuvimos que ver cómo hacer para escenificarla. No tiene música instrumental, sí secciones como en cualquier canción.

De la primera vez que la hicimos a ahora cambiaron mucho los integrantes, con lo cual hubo que reensayar; y en el rol de Jesús, que antes lo hacía David Leiva, ahora está Mario Martínez, profesor de canto del ISM.

Ignacio: —Él tiene un conocimiento más lleno de folclore, lo cual nos enriqueció mucho para la obra, y nos ayudó a conocer otros ritmos.

—A su vez tiene gran conocimiento de teatro musical.

Luciano: —Claro. César Bernal es de Misiones, y ensayamos con él dos veces, la dirección que hace está muy supeditada a los subalternos. Mario tomó un poco ese rol, también Rodrigo Naffa.

Daniel: —Silvia es la directora de la parte coral de Canto Libre y trabajó junto a Rodrigo. Hay que aclarar que se actúa y se canta, con vestuario y escenografía, son 13 canciones. Después hay un interludio para que la gente salga a tomarse una cerveza, son 25 minutos. Además nosotros tenemos un interludio de música argentina que hacen Ignacio (violín y guitarra) y Luciano (piano), con obras de Ástor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Mariano Mores.

Luciano: —Ahí hacemos lo que queremos, más que en “El Evangelio...” y en la “Misa...”, que ya está más arreglada y es conocida, la encaramos con respeto. Además Frank tiene un historia de llevar grupos: fue la Banda Roja, Coral Viva Voce, que también hizo la “Misa Criolla”.

Daniel: —“Es un hit”, dice Frank (risas).

—Esta es la experiencia más grande.

Daniel: —Hace 20 años que la esperamos (risas). Habían viajado grupos de chicos, ésta es la primera vez que vamos Silvia y yo como directores y todos los chicos.