LOS 30 AÑOS DEL GRUPO DE CINE DE SANTA FE

Filmar entre amigos

Se formó en 1986 por cinco apasionados por el séptimo arte. En tres décadas produjo 19 películas. El próximo viernes 30 de septiembre sus integrantes celebrarán el aniversario en el Centro Cultural Provincial, con la proyección de estrenos y “un par de sorpresas”.

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Mario Cuello, Diego Soffici, Julio Hiver y Carlos María Gómez.

 

Juan Ignacio Novak

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El Grupo de Cine de Santa Fe celebrará junto al público sus 30 años de trabajo ininterrumpido. Para eso tiene prevista una serie de actividades que confluirán el próximo viernes en el Centro Cultural Provincial (Junín 2457). Desde las 21, se proyectará el documental “Suena el djembé” de Mario Cuello, el cortometraje de ficción “Señales” de Julio Hiver y Mario Cuello y la nueva versión de “Proyecto Jazz” de Diego Soffici. Con esto (más algunas sorpresas) se intentará un recorrido por la trayectoria de la agrupación, iniciada en 1986 por Julio Hiver, Carlos María Gómez, Hernán “Cacho” Mehaudy, Teresa Gutiérrez y Emilio Toibero y a la que con el tiempo se integraron Diego Soffici y Mario Cuello. Itinerario que los cineastas repasaron en una charla con El Litoral.

—¿Qué fue lo que los impulsó a hacer cine en los 80?

—Julio Hiver: El germen, la idea, estaba desde bastante tiempo antes. Casi diez años. Desde 1976 cuando nos conocimos con Carlos María Gómez, que en ese momento intentaba publicar “Veneno de cachiporra”. A mi me gustaba la historieta y a ambos el cine. Con Carlos veníamos de ser espectadores de cine y queríamos filmar algo. Pero empezábamos y nunca terminábamos. Hasta que en 1985 nos juntamos con “Cacho” Mehaudy y mi señora, Teresa Gutiérrez. Decidimos hacer un ejercicio en Súper 8 y si el proyecto nos satisfacía, hacer cine. Lo único que teníamos era una camarita Súper 8 muda y una empalmadora. Filmamos de día, cámara en mano. No teníamos moviola, entonces mirando al trasluz de una lámpara contamos los cuadritos, cortamos y pegamos. Ese ejercicio fue grupal y necesitábamos un director. En ese entonces, Enrique Butti estaba más cercano al cine que ahora. Así que entre Butti y Emilio Toibero estaba el candidato para ser director del grupo. Terminó siendo Emilio. Entonces, sobre un relato de Carlos, “Escena en el parque”, hicimos “Sospecha”, que se estrenó en la Alianza Francesa.

Policial

Tras aquellas experiencias iniciales se incorporó Diego Soffici. Y con dirección de Toibero, el grupo filmó “Good Bye Rocco Martini”. “Es el primer largometraje policial filmado en Santa Fe”, rememora Julio.

Si bien hoy sus integrantes tienen una vasta formación en cine (en especial Mario Cuello y Diego Soffici), en los 80 para aprender veían mucho cine y analizaban cómo los grandes directores resolvían determinadas cuestiones. “Mirábamos a Joseph Losey, entonces todas las tomas las empezábamos como él”, recuerdan Carlos y Julio entre risas.

En ese entonces Juan Carlos Arch conducía el programa “Noches de cineclub”, donde se proyectaban películas de François Truffautt y de otros autores de la nouvelle vague, el tipo de cine que les gustaba a los integrantes del grupo. “De hecho, ‘Good bye Rocco Martini’ está dedicada a Truffaut. En esa época, eran directores referentes. Lo siguen siendo”, dice Julio.

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Un alto en la filmación de “Good Bye Rocco Martini”, en el año 1987 en la Estación Belgrano.

Algo de cada uno

Toda una tradición de cine santafesino antecede a la formación del grupo, con nombres como Fernando Birri, Patricio Coll y Raúl Beceyro. Sin embargo, la impronta estaba más orientada hacia el documental. “Ése es el cambio que se da. A partir de 1986 se empieza a hacer cine de ficción, que antes no se hacía”, explica Soffici.

—¿Cómo lograron tantos años de continuidad?

—Julio Hiver: Más que un grupo de cine, es un grupo de amigos. Esto nació de una gran amistad, una gran confianza y una necesidad de hacer cosas juntos. Aceptamos rigurosamente las leyes del cine y cuando hay un proyecto el director es el rey absolutista, el que decide. Pero hay un lugar, la mesa, donde nos sentamos, discutimos y opinamos. Después el director sabe qué hacer. Pero ese proceso hace que cada uno de nosotros, cuando ve la película, se dé cuenta de que hay partes de uno y de otro. Respetando que todas las películas siempre fueron del director, hay una partecita de cada uno de nosotros en todas. El autor es el director, pero en un momento se permite escuchar a los demás.

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Enrique Butti, Mario Cuello, Carlos María Gómez, Julio Hiver, Carlos Morán y Diego Soffici retratados en 2007 por el fotógrafo Néstor Gallegos. Fotos: Gentileza Grupo de Cine de Santa Fe / Archivo El Litoral

—Mario Cuello: En “Ciudad de Sombras”, integrada por cuatro cortometrajes, hubo enormes discusiones, pero cada uno tuvo la independencia para elegir la historia que quería contar y cómo hacerlo. No era cuestión de pegar un episodio detrás de otro, sino de dar una integración. El mecanismo fue contar historias urbanas, más o menos contemporáneas, lo cual permitía que el personaje principal de uno de los episodios apareciera en los otros como secundario o con alguna participación. Viendo la película, uno encuentra aportes de cada uno incorporados al trabajo final.

Formatos y miradas

En su génesis, el grupo usó lo que tenía a mano, una cámara Súper 8. Pero con el tiempo, se fueron ajustando a los cambios tecnológicos. “Se dio en forma natural. Pasamos por todos los formatos, porque no queda otra salida. Arrancamos con Súper 8 porque era lo más accesible para nosotros. De ahí pasamos al video. Después hubo una época en la cual filmamos en Súper VHS, después experimentamos en el fílmico con 16 mm. y 35 mm. Volvimos al video en mini DV. Hasta lo digital. No nos quedaba otra que usar los formatos y seguir los pasos que estaban en el momento”, explica Soffici.

—Pero el oficio del cineasta excede toda esa incorporación tecnológica.

—Soffici: En treinta años la tecnología cambió absolutamente. Eso que vos decís conlleva a una estética, a una puesta en escena y a una concepción de la composición del plano.

—¿Y esa estética se pudo mantener en el tiempo?

—Soffici: Es que uno cambia. Cuando uno es director y tiene que llevar adelante una obra, en ese momento tiene una mirada, una experiencia que traslada a cualquier hecho artístico. Es imposible desprenderse de eso. Con el paso del tiempo uno va adquiriendo más experiencia, mejorando la mirada y adquiriendo otro bagaje. Eso se da en todas las ramas del arte. Y eso hace que uno se pare frente a la composición de un plano de una manera distinta a la de otra época.

Una frase

La mejor síntesis para tres décadas de trabajo la hallaron los integrantes actuales del grupo en una frase que eligió Roberto Maurer, periodista y músico, para presentar una de las películas en el Festival Internacional de Cine Independiente de Mar del Plata (Marfici): “No es cine santafesino. Es cine argentino hecho en Santa Fe”.

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Filmación de “Suena el djembé”, de Mario Cuello, que se proyectará el viernes.

19

películas Libro

forman parte, entre cortometrajes y largometrajes, de la producción que realizó el grupo a lo largo de treinta años de trabajo.

El dato

  • El Grupo de Cine publicará juntamente con la Universidad Nacional del Litoral, el libro “Santa Fe, Ciudad Set, realizadores audiovisuales y cinéfilos, 1985-2016”, de Sergio Peralta. Allí, el autor analiza las particularidades de la realización cinematográfica local y analiza el período que coincide con la existencia de Grupo de Cine, cuyos integrantes destacaron el trabajo de Ivana Tosti, coordinadora editorial de la UNL y de Gustavo Menéndez, secretario de Extensión de esa casa de estudios, por su labor para lograr la edición del libro.
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