editorial

  • En estos momentos, 186 mujeres víctimas de violencia cuentan con botones de alerta en la ciudad de Santa Fe y zona de influencia.

Cuando la tecnología ayuda a salvar vidas

Lo que pudo haber sido un nuevo caso de femicidio, terminó convirtiéndose en una noticia relacionada con una víctima a salvo y un agresor detenido. Sucedió a principios de esta semana, cuando una mujer de Recreo logró accionar el “botón de alerta” que había recibido por orden de la Justicia. La advertencia llegó al Centro de Monitoreo de la Municipalidad de Santa Fe, se advirtió al 911 y el atacante pudo ser apresado por la policía.

No se trató de un caso aislado. Entre junio de 2015 y junio de 2016, la ONG La Casa del Encuentro reveló que en el país se registraron 275 femicidios. Esto arroja el escalofriante promedio de tres mujeres asesinadas en la Argentina cada cuatro días. La mayoría de las víctimas tenía entre 19 y 50 años, y en el 80% de los casos conocían a sus asesinos: esposos, parejas, novios, padres, padrastros, vecinos e incluso hijos.

Los botones de alerta vienen demostrando ser el dispositivo más efectivo para evitar que las agresiones deriven en tragedias. En la ciudad de Santa Fe y alrededores, el sistema ya fue utilizado por 448 personas durante los últimos años y, en estos momentos, hay 186 mujeres que lo utilizan. Hasta ahora, gracias a estos dispositivos fue posible detener a 64 hombres por diferentes motivos, como intentos de agresión a sus ex parejas, amenazas, violación de medidas judiciales, entre otros.

Cuando la víctima pulsa la alarma, se activa una señal en el Centro de Monitoreo que notifica sobre el evento en curso. En ese mismo momento, el personal de guardia tiene acceso a información detallada sobre el usuario y puede entablar comunicación con él a través del dispositivo, para realizar incluso una escucha a través del sistema de audio ambiental.

Es cierto que la inseguridad y la violencia se han convertido en situaciones corrientes en la ciudad de Santa Fe -como en otras grandes ciudades de la provincia y del país. Aun así, toda inversión en materia tecnológica para prevenir o esclarecer delitos es bienvenida. De hecho, resulta imposible saber a estas alturas de las circunstancias cuántos ilícitos se hubiesen producido si no hubieran sido evitados gracias a la aplicación de este tipo de tecnología.

En el Gran Santa Fe funcionan actualmente más de 600 cámaras de seguridad pertenecientes al Estado. Del total, 141 corresponden al municipio y el resto al gobierno de la provincia. Entre ellas, se instalaron en los últimos tiempos cámaras especiales que permiten la captación y extracción de patentes para identificar vehículos con pedidos de captura y una plataforma de análisis inteligente de video que permite trabajar con la información almacenada.

Por su parte, el municipio acaba de incorporar 48 cámaras distribuidas en 16 nuevos puntos de monitoreo sobre Lamadrid, desde el Parque Garay a la Estación Mitre, abarcando de esta manera un área que comprende seis vecinales. También agregó 4 km de fibra óptica y un nuevo software.

La ciudad de Santa Fe fue la primera en la provincia en contar con un Centro de Monitoreo -se creó en 2009. Desde allí, en estos momentos es posible verificar lo que sucede con 218 alarmas distribuidas en 93 establecimientos educativos provinciales; 21 dependencias municipales; 14 jardines municipales; 19 centros de salud y 71 dependencias comunitarias. Además, se recibe toda la información de 374 botones de alerta distribuidos entre víctimas de violencia de género y unidades de transporte público de pasajeros.

De esta manera -en muchos casos silenciosa-, la tecnología permite prevenir delitos y reaccionar frente a situaciones de emergencia.

Toda inversión en materia tecnológica para prevenir o esclarecer delitos es bienvenida.