Elecciones en EE.UU.

La economía y el peso mexicano palpitan al ritmo de Trump

Por Denis Düttmann

Dpa

Cuando el republicano Donald Trump sube en las encuestas, el peso mexicano se devalúa. Y cuando pierde puntos frente a la demócrata Hillary Clinton, se aprecia. Tan simple: la economía mexicana inhala y exhala según lo marque el pulso de la contienda electoral en Estados Unidos.

Los mercados están sensibles. El candidato republicano pretende construir un muro en la frontera con México en caso de llegar a la Casa Blanca y dice que cambiará el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (conocido por sus siglan en inglés Nafta), que desde 1994 es el motor de la economía mexicana.

Para el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, un triunfo del magnate en las elecciones de noviembre de Estados Unidos golpearía a México peor que huracán de categoría cinco, que es es el más devastador de todos. “Sería un huracán de bastante más intensidad, en particular si cumple con lo que ha venido mencionando en su campaña”, dijo Carstens.

La economía mexicana está muy ligada al mercado estadounidense, destino de la mayor parte de sus exportaciones. Numerosas industrias y armadoras automotrices se han instalado en México por el atractivo que representa el acceso privilegiado al mercado estadounidense. Una política más proteccionista por parte de Estados Unidos provocaría una severa afectación a México.

La marcada depreciación del peso frente al dólar es un reflejo de los temores, aunados a otros factores como la caída de los precios internacionales del petróleo. Desde enero el peso se ha devaluado cerca del 12 por ciento: de 17,3 a unos 19,3 por dólar para operaciones interbancarias.

En los últimos meses “la cotización del peso frente al dólar mostró una significativa depreciación, una elevada volatilidad, presentando uno de los comportamientos menos favorables entre las divisas de economías emergentes”, señaló el banco central en un informe de finales de septiembre.

La firma de inversiones Goldman Sachs pronostica que el peso se recuperaría un diez por ciento en caso de una victoria electoral de Clinton, que tiene una postura mucho más amigable hacia México. En cambio, si gana Trump, la moneda mexicana podría devaluarse un 20 por ciento, según la proyección.

“Un triunfo de Trump posiblemente podría traer mayor volatilidad, tendríamos que evaluar con mucho cuidado las circunstancias, también habría que ver qué es lo que él decide hacer si es presidente, si es que llega, y ya tendremos que ir tomando las decisiones”, dijo Carstens a Radio Fórmula la semana pasada.

El Banco Central mexicano aumentó el jueves 50 puntos básicos la tasa de interés de referencia al 4,75 por ciento. Con esta medida, la autoridad monetaria busca reducir las presiones inflacionarias.

Después del debate televisivo entre candidatos presidenciales, que según los comentaristas ganó Clinton, el peso mexicano recuperó un poco de terreno. Hace dos semanas había llegado a estar a 20,20 por dólar en bancos comerciales y a 19,91 en la cotización interbancaria. Un año atrás estaba a 16,5.

“El peso mexicano es actualmente un buen indicador de las posibilidades de triunfo de Trump”, considera el experto en divisas Stephan Rieke del banco alemán BHF.

Según el ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, el peso actualmente está subvaluado. Definitivamente no le ayudan la campaña electoral estadounidense, la lenta marcha de la economía mexicana y los bajos precios del crudo.

El gobierno mexicano presentó un borrador de presupuesto austero para 2017 a consideración del Congreso. A mediano plazo, afirmó el ministro de Hacienda, José Antonio Meade, se busca lograr superávit en las finanzas públicas y reducir la deuda pública.

“Lo que mejor podemos hacer, en una medida de más que no se agote en el corto plazo, sino en el mediano y el largo plazo, es que la economía mexicana mande señales de certeza”, dijo. “Eso habremos de hacer, eso propusimos en el paquete. Estamos proponiendo regresar a un superávit primario, que la deuda como porcentaje del PIB baje y que hagamos un recorte de gasto muy importante y muy significativo”.

Para Meade, los mercados deberían tener eso presente, una vez que desaparezcan los elementos que ahora están haciendo ruido en la economía mexicana.

Al menos hay un lado positivo en la devaluación del peso: para los visitantes extranjeros es más atractivo hacer turismo en México y ese sector es importante también para la economía mexicana. El año pasado ingresaron 17.000 millones de dólares gracias al turismo. Pero no es consuelo para México. Trump es un factor de incertidumbre.