“Estamos discutiendo la ciudad de los 30 próximos años”

Simoniello plantea actualizar el Régimen de Urbanizaciones

Su objetivo es lograr una estricta planificación urbanística del terreno que queda para construir, con pautas claras para los urbanizadores. Hoy quedan 1.000 hectáreas disponibles en la ciudad.

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Estratégico. “Necesitamos definir hoy reglas claras para quienes deseen invertir y desarrollarse en la ciudad”, plantea el presidente del Concejo.

Foto: Manuel Fabatía

 

El presidente del Concejo Municipal, Leonardo Simoniello (FPCyS-UCR), propone con un proyecto actualizar una ordenanza que quedó anacrónica: el Reglamento de Urbanizaciones y Subdivisiones de la ciudad, que tiene 37 años y quedó desactualizado en el tiempo, a la luz de los cambios demográficos y urbanísticos que ha tenido la ciudad. Y más aún considerando la falta de terrenos para construir.

Su iniciativa, para regular las mensuras, subdivisiones y urbanizaciones, busca establecer “reglas claras para planificar nuevos desarrollos urbanísticos, ante la problemática de la poca cantidad de terrenos para expandir la ciudad. El objetivo es garantizar una ciudad más ordenada, menos vulnerable y con reglas claras para todos”.

Según sus propios datos, actualmente existen en el ejido urbano unas 1.000 hectáreas disponibles, la mayoría de propietarios privados y muchas de ellas ociosas. Es todo lo que queda: “La falta de terrenos para construir es un problema; pero también puede volverse una posibilidad”, declaró a este medio.

El viejo Reglamento de Urbanizaciones regula la ciudad en su plano horizontal. “Por ejemplo, establece dónde van las calles, qué cantidad de tierras tiene que ceder un propietario en casos particulares, las medidas de los lotes, etc.”, explicó.

Por su parte, el Reglamento de Ordenamiento Urbano (ROU), ordenanza sancionada en 2010, regula la urbanización de la ciudad, pero en su plano vertical. Es decir, establece principalmente límites para las construcciones verticales en función de las áreas definidas.

Respecto de las urbanizaciones, la idea es “establecer reglas y procedimientos claros para los terrenos vacantes. Lo que ocurrió durante muchos años fue que los urbanizadores no fueron obligados a hacer obras de infraestructura. Por eso muchos barrios no tuvieron ningún servicio básico, cosa que empezó a cambiar cuando asumimos en 2007. Planteamos la idea de un seguro de caución o una hipoteca sobre terrenos no urbanizados, y la urbanización en etapas”, entre otros puntos.

“Cuando un urbanizador va a hacer un negocio inmobiliario, debería entregar el lugar con los servicios. Todo esto no ocurre y se tiene que corregir: que queden claras algunas cargas para los urbanizadores, para que éste luego pueda saber qué es lo que va a tener que cobrar de un lote, y lo que va a costar tenerlo. Consideramos que no debe haber más urbanizaciones sin servicios”, dejó en claro. “Necesitamos definir hoy reglas claras para quienes deseen invertir y desarrollarse en la ciudad. Es fundamental readecuar la normativa”, insistió.

Vecinos

“Muchos son los vecinos que sueñan con un lote donde construir su vivienda y que quieren también vivir en una ciudad ordenada, con servicios y obras de infraestructura básica disponible. Creemos que es sólo con reglas claras que lograremos que este derecho sea no sólo el de la vivienda digna, sino también de un hábitat adecuado para todos”.

Su proyecto ingresó en la Comisión de Planeamiento en mayo y a partir de ahí se generó una serie de reuniones donde se involucraron Colegios de Ingenieros, de Agrimensores, de Arquitectos, el INA, Catastro de la provincia, Ministerio de Infraestructura, Secretaría de Medio Ambiente, el Ejecutivo Municipal, y en lo que resta del año convocar a las facultades de la ciudad. De esas reuniones se tomarán aportes y sugerencias que enriquecerán el proyecto.

Una definición

“Trascendente”

  • “Queremos que todos los actores de la ciudad participen de este debate, porque será una ordenanza trascendente que regulará el crecimiento urbanístico de la ciudad para los próximos 30 ó 40 años, y serán las últimas hectáreas libres que quedarán, porque no hay más disponibles”, concluyó Simoniello.