España

Muere la controvertida senadora Rita Barberá

 

De la Redacción de El Litoral

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La senadora española y ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá, una destacada figura del Partido Popular (PP) de España que se encontraba acorralada por la Justicia, murió hoy a los 68 años tras sufrir un infarto en un céntrico hotel de Madrid.

La apertura de la sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados estuvo presidida por un minuto de silencio en su homenaje, algo que provocó polémica, ya que los representantes de la coalición izquierdista Unidos Podemos se ausentaron del homenaje.

“Lamentamos y nos parece terrible que alguien tenga que morir, pero no podemos participar de un homenaje político a una persona cuya trayectoria está marcada por la corrupción”, argumentó Pablo Iglesias, líder de Unidos Podemos.

El presidente del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, se mostró muy “apenado” por el fallecimiento de Barberá: “Le dedicó su vida a Valencia y al PP”, dijo, mientras el ex presidente del Congreso Jesús Posada -quien conocía a la dirigente desde la infancia-, aseguró que “sufrió una cacería injustificada”.

La senadora se encontraba en el hotel Villa Real de la capital, justo frente al Congreso de los Diputados, debido a que el lunes acudió a declarar de forma voluntaria ante el juez instructor del Tribunal Supremo, Cándido Conde Pumpido, como investigada por un supuesto caso de blanqueo del grupo del PP en el Ayuntamiento de Valencia, que gobernó durante 24 años.

El pasado mes de abril, cuando el juez le dio la oportunidad de declarar, Barberá aceptó e insistió en su inocencia. En medio de una gran presión también aseguró que no renunciaría a su escaño en el Senado, lugar en el que se recluyó tras perder el poder municipal el año pasado en manos de la izquierda.

Aunque era conocida como “La Jefa”, Barberá remarcó que ella sólo se encargaba del “mensaje político” de su partido y que no estaba involucrada en las actividades del comité de campaña ni en la gestión de los fondos del PP valenciano, al que el juez imputo un delito de blanqueo y financiación ilegal.

Barberá, popularmente conocida como la “alcaldesa de España”, y durante más de 20 años figura omnipresente de Valencia, estaba ya prácticamente marginada y sufría el desprecio de algunos de sus correligionarios que le reprochaban estar poniendo en riesgo a Mariano Rajoy, quien, por su parte, la defendió hasta el final.

Pasó del amor popular, de su partido y en las calles, al desprecio público. En los mercados de la ciudad que la encumbró, donde antes cosechaba besos y abrazos al grito de “Rita”, ahora la abucheaban.

En 1984, con 35 años, se convirtió en diputada en las Cortes Valencianas, y en 1991 llegó por primera vez a la alcaldía de Valencia, un cargo que ejerció con mayoría absoluta hasta 2015, por cinco períodos consecutivos.

Su reinado en la tercera ciudad de España, que parecía indestructible, se desplomó con la irrupción de las nuevas fuerzas políticas de izquierda en un contexto de crisis en el que afloró la corrupción estructural hasta entonces oculta detrás del poder y la imagen de la popular alcaldesa del PP.