Como le pasó al equipo de Paolo Montero en el final de 2016, donde el equipo se le cayó a pedazos en la sumatoria de puntos y rendimiento (fundamentalmente en el cierre con los grandes: Independiente en Santa Fe y Boca en La Bombonera), por más que los 20 puntos no son un desastre y sirven, al sabalero se le cayó la estantería en el complemento en la fiesta de Carlos Tevez. Colón terminó ayer goleado, bailado, desconocido y desfigurado. Si no hubiera sido por “Fatu” Broun y la displicencia de Boca por el toqueteo, se hubiera traído una derrota inédita de La Bombonera. “Voy a analizar bien todo estando frío pero no nos podemos equivocar en los refuerzos”, dijo el entrenador uruguayo, en un claro mensaje a la dirigencia de cara a lo que viene.