Crisis laboral

Protesta de empleados de GM por las suspensiones

Una semana después del acuerdo entre Smata y la empresa, un grupo de trabajadores protestó frente a la planta en General Alvear.

Corresponsalía Rosario

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Una semana después de que se sellara un acuerdo entre el gremio de Smata y General Motors para la suspensión de 350 trabajadores, el conflicto renació en torno a este tema, luego de que un grupo de trabajadores protestara frente a la planta de General Alvear por el ajuste consensuado con el sindicato.

Ayer, aún no había llegado al Ministerio de Trabajo el acuerdo entre el gremio y la empresa. La cartera laboral debe homologar el convenio, que según la conducción de Smata, se logró para evitar 400 despidos en la planta, donde desde fines del año pasado se dejaron de fabricar los modelos Agile y Corsa.

El grupo de empleados autoconvocados se manifestó ayer a la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación, donde expusieron sus disidencias con la conducción de Smata, en manos de Marcelo Barros. El reclamo también se hizo sentir frente a la fábrica.

En la intersección de la autopista Rosario-Buenos Aires y la Ruta A012, un numeroso grupo de operarios hizo fila para saber si su nombre figuraba en la lista de los operarios que dejarían de cumplir funciones hasta el 30 de noviembre.

En ese momento estalló la bronca. No se produjeron incidentes pero sí protestas. Los trabajadores que no tuvieron acceso a la planta decidieron realizar una denuncia en la comisaría de General Alvear y en la delegación del Ministerio de Trabajo de la Nación.

El abogado Sebastián Sansevich, que representa a los trabajadores suspendidos, indicó que a los empleados que “no los dejaron ingresar, les dieron explicaciones muy superficiales de por qué no podían entrar a trabajar”.

“Hicimos una presentación en el Ministerio de Trabajo, donde nos dijeron que no había ningún expediente abierto, que la empresa no había entrado en ningún concurso preventivo de crisis. Por eso decimos que no había ninguna justificación para las suspensiones de los trabajadores”, señaló el letrado en declaraciones a radio Dos de Rosario.

Sansevich consideró que “la medida fue arbitraria” e insistió en que “los empleados no recibieron telegramas sobre sus situaciones laborales”.

Desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), desmintieron que el acuerdo no haya contado con el aval de los delegados y trabajadores de la fábrica y sostuvieron que la medida se da en un contexto de crisis del sector.

“La empresa amenazó con 400 despidos. Nos reunimos la semana pasada con el consejo directivo, las comisiones internas y los delegados y acordamos recuperar 50 puestos de trabajo y firmar 350 suspensiones. Tratamos de salvar la mayor cantidad de fuentes laborales posibles”, señaló a El Ciudadano Marcelo Barros, secretario general de Smata.

El dirigente advirtió que todos los operarios fueron avisados del convenio y que pese al desacuerdo de una minoría no es prudente lanzar una medida de fuerza. “La empresa quería despedirlos. Con el acuerdo, al menos, mantenés la fuente de trabajo por 9 meses más”, agregó.

Barros señaló que la fábrica invirtió 750 millones de dólares para expandir la planta, pero que el recorte se debe a una crisis que afecta a toda la industria automotriz. “De 17 autos por hora, ahora hacen 15. Tiene que venir otro producto nuevo para compensar los autos que no se producen más”, sostuvo el dirigente.

La semana pasada, desde GM explicaron que este plan de ajuste de la compañía tiene que ver con la incertidumbre que se mantiene en el mercado brasileño, donde la automotriz exporta el 80 por ciento de su producción. Brasil es el socio comercial por excelencia de Argentina, pero el intercambio en 2016 -que alcanzó los 22.506 millones de dólares- estuvo en el nivel más bajo de los últimos diez años.

El cimbronazo de la crisis brasileña impacta en esta automotriz desde 2015, cuando en el mes de octubre comenzaron a parar la producción de la planta. En esa época la firma decidió que a partir de ese mes se realizarían cinco días de suspensiones por mes en la fábrica de General Alvear. Sin embargo, en 2016 no se produjeron suspensiones en la planta del sur de Santa Fe, a diferencia de lo que ocurrió en otras automotrices del país.