Cumbre europea

Francia, Alemania, España e Italia piden más integración pese al Brexit

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Telam - DPA

Los líderes de Francia, Alemania, España e Italia abogaron en Versalles por una Unión Europea (UE) que avance a varias velocidades, que integre cada vez más a sus miembros y que permita que el bloque regional sobreviva al Brexit británico y al auge de las fuerzas nacionalistas eurofóbicas.

François Hollande, Angela Merkel, Mariano Rajoy y Paolo Gentiloni, los cuatro líderes que encabezan el motor político y económico de la UE, se reunieron para mostrar unidad y consenso en medio de la convulsión regional creada por la próxima salida del Reino Unido del bloque y por el ascenso en las encuestas de fuerzas de extrema derecha anti europeístas en países que este año dirimen su futuro político en las urnas, como Francia y Alemania.

No hubo grandes declaraciones ni importantes anuncios, el valor fue principalmente simbólico.

Hay que tener “a valentía de aceptar que ciertos países vayan por delante” resumió Merkel en una conferencia de prensa posterior, al explicar que de ahora en más cada país avanzará en la integración a su propio ritmo. Alemania, por ejemplo, es el motor económico más importante del bloque y, según se han quejado muchos Estados miembros, suele llevar la voz cantante en la dirección política también.

Rajoy, por su parte, aseguró que España está dispuesta a “ir más allá” en la integración europea “con todos aquellos que quieran seguir en la integración” y Gentiloni defendió que la UE pueda dar respuesta a esas diversas ambiciones “manteniendo a la vez un proyecto común”, informó la agencia de noticias EFE.

“No hay capacidad de influir si la división se instala. -agregó Hollande- La unidad no significa uniformidad, razón por la que abogo por nuevas formas de cooperación”.

Una de las nuevas formas de cooperación que el presidente saliente francés reclamó fue la gestión conjunta de la llegada masiva de refugiados e inmigrantes de las partes más violentas y pobres de Medio Oriente, Asia Central y África.

Hasta ahora, frente a la incapacidad de la UE de coordinar una solución conjunta, Alemania impulsó un acuerdo con Turquía para que este país cierre sus fronteras y bloquee el paso en la ruta por la que llegaban el mayor número de refugiados e inmigrantes económicos desesperados.

Elegir el Palacio de Versalles, un destino turístico pero también un lugar simbólico en las afueras de París donde en junio de 1919 las potencias mundiales firmaron el tratado que puso fin a la Primera Guerra Mundial, no fue casual.